Siria y Líbano discuten desarrollo de relaciones económicas

El primer ministro sirio Imad Khamis mantuvo reuniones por separado este jueves en Damasco con los ministros libaneses de Industria, Hussein Hajj Hassan, y de Agricultura, Ghazi Zaiter, en las que discutieron el desarrollo de las relaciones económicas bilaterales de ambos países hermanos, especialmente en las áreas referentes a sendas carteras, informó SANA .

Khamis expresó el beneplácito por las distinguidas visitas de ambos funcionarios así como por la participación de las compañías libanesas en la Feria Internacional de Damasco que abrió hoy sus puertas, destacando la importancia de la cooperación bilateral en beneficio de ambos pueblos hermanos.

Por su parte, el ministro Zaiter felicitó al pueblo sirio por las victorias logradas sobre el terrorismo en vastos sectores del país, afirmando que el lanzamiento de la Feria representa una declaración de victoria para Siria en su guerra contra el terrorismo así como el comienzo de la recuperación económica nacional.   

El ministro Hajj Hassan destacó la importancia de trabajar conjuntamente para expandir las áreas de cooperación y coordinación en los terrenos de la industria y el comercio.

Asimismo la visita incluyó reuniones de trabajo por parte de ambos funcionarios libaneses con sus homólogos sirios.

Debate libanés

La visita a Damasco de ambos altos funcionarios del país del cedro ha sido centro de un amplio debate en Beirut sobre la validez de dicha visita, puesto que la gestión afecta una de las más centrales temáticas relativas al equilibrio de poder entre las diversas fuerzas políticas libanesas, es decir la relación con el gobierno sirio encabezado por el presidente Al Asad.

Los ministros, que recibieron una cálida bienvenida de sus contrapartes sirios, insistieron en que su gestión en Damasco se da en el marco de sus capacidades de forma oficial.

Sin embargo, el primer ministro libanés Saad Hariri dijo a la cadena local MTV que “los ministros que viajan a Siria, lo hacen sin apoyo oficial”, dando cuenta de lo que ciertos sectores identifican como un desafío a la política libanesa de neutralidad y “disociación”, acordada en 2012, para con el conflicto que aqueja a Siria.

Por su parte, en el avispero mediático y político del país del cedro suenan también otras voces tales como la del ex ministro de Turismo, Fadi Abboud, quien defendió la visita de los ministros, señalando que es natural mantener relaciones comerciales con Siria, merced a su condición de país limítrofe.

“Debemos separar la política de los negocios. Es de interés para Líbano hacer negocios y vender nuestros productos en Siria”, dijo Abboud.

Haciéndose eco de visiones similares, el líder industrial y empresario Jacques Sarraf afirmó que la visita del ministro Hajj Hassan está habilitada por sus prerrogativas como ministro “de acuerdo al Acuerdo de Taif, que lo autoriza a ejercer sus poderes en forma plena sin que nadie tenga derecho a negarle la visita a otro país”.

“Siria es un mercado muy importante para los libaneses. Si queremos movilizar nuestros bienes a Irak debemos pasar a través de Siria, y definitivamente no podemos enviarlos por mar. No creo que haya problemas de seguridad en Damasco y no veo el problema en ir allí para hacer negocios”, dijo Sarraf.

El contacto directo con el gobierno sirio es aún un tema polémico en el Líbano, donde fuerzas políticas como Hezbollah y sus aliados apoyan la normalización de relaciones con Damasco, mientras el Movimiento Futuro (Saad Hariri), las Fuerzas Libanesas (Samir Geagea) y otros partidos aliados han rechazado toda coordinación y contacto con Damasco hasta tanto se alcance una solución política que ponga fin al conflicto en Siria.

Es de esperarse que este debate crezca y tome más importancia en lo sucesivo, a medida que el gobierno sirio da muestras diarias de solidificación estructural del Estado y los recursos económicos, paralelamente a su avance y recuperación del territorio nacional en el campo militar, un cuadro general que ya muchos analistas hace tiempo, sobre todo desde la liberación de Alepo, comenzaron a identificar como una clara victoria del presidente Bashar Al Asad contra los enemigos de Siria.