Siria y Cuba: 50 años de solidaridad

En este medio siglo de vínculos entre ambas naciones, Cuba y Siria han compartido posiciones comunes en la arena internacional, y amplían constantemente la cooperación bilateral, a pesar de la agresión terrorista que sufre la República Árabe Siria desde 2011.

Celebrando el año aniversario, Hilal Al Hilal, secretario general adjunto del partido Baath, viajó recientemente a La Habana junto a una comitiva.

Cuba admira y apoya el pueblo sirio por su lucha contra grupos extremistas y mercenarios formados en el exterior, afirmó Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Según informó el diario cubano Trabajadores, el presidente del parlamento cubano afirmó al visitante sirio, que la unidad y la integración ayudarán a vencer al enemigo y pueden contar con la solidaridad cubana en su resistencia a la criminal agresión.

Por su parte, Al Hilal reafirmó los lazos de amistad y solidaridad bilaterales y destacó el hecho de que el pueblo y el Gobierno cubanos mantienen tenaz lucha contra el bloqueo económico, financiero y comercial de EEUU durante más de 50 años, en una experiencia sobre la cual Siria ha aprendido mucho.

Asimismo el vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura recibió al funcionario sirio en La Habana y durante el encuentro declaró que la firmeza del pueblo sirio, su ejército y liderazgo, es el secreto del éxito y que tanto los amigos como los enemigos deben reconocer la valentía del presidente Al Asad. Ventura señaló que los sacrificios que brinda el pueblo sirio en su lucha contra el terrorismo no son en defensa solo de su nación, sino en defensa del mundo entero.

La delegación siria visitó las ciudades de Santa Clara y Cienfuegos donde se reunieron con dirigentes políticos y jefes de los gobiernos provinciales, así como colocaron una ofrenda floral sobre en el mausoleo del Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara.

El funcionario sirio visitó también la Universidad de Cienfuegos y se encontró con un número de estudiantes sirios y árabes a quienes presentó una explicación detallada sobre la situación que atraviesa Siria actualmente.

Antecedentes históricos

Muchos fueron los acontecimientos que unieron a ambos pueblos en 50 años de constructiva amistad, donde el compromiso con los más necesitados es el principal eslabón de la alianza, según señala el periódico cubano Granma.

Cuba ha estado al lado de los sirios en sus peores momentos, y la voz de la isla caribeña siempre retumbó en los principales escenarios internacionales a favor de buscar una solución al conflicto árabe-israelí.

En 1973, la Revolución cubana apoyó al ejército sirio para preservar la independencia e integridad territorial y ha respaldado su derecho de recuperar las alturas del Golán, ocupadas por Israel desde 1967. Esto se reflejó en el envío de un contingente médico integrado por especialistas cubanos en ortopedia y rehabilitación, quienes asistieron en Damasco a los heridos de la guerra del ‘73.

En 1979 la amistad entre ambas naciones se consolidó con la visita a La Habana del extinto presidente sirio Hafez Al Asad, en ocasión de la celebración de la VI Cumbre del Mo­vimiento de países No Alineados, acción que retribuyó el mandatario cubano Fidel Castro en 2001, visitando Damasco. Asimismo en 2010, el presidente sirio Bashar Al Asad visitó Cuba, reafirmando los indisolubles lazos de amistad bilaterales.

En Cuba se han formado cientos de profesionales sirios, graduados en universidades cubanas, muchos de los cuales ostentan hoy categorías científicas, y que aportan sus conocimientos al desarrollo de su nación. Esto sigue sucediendo a la fecha con la presencia de innumerables jóvenes sirios en tierras caribeñas.

Por su parte, Siria que ha sido uno de los primeros países en reconocer a la revolución cubana, se ha mantenido constante en el apoyo a las posturas políticas de La Habana siendo un invariable defensor de sus derechos frente al injusto bloqueo económico impuesto por EEUU.

Alineamiento ejemplar

Hoy, mientras Siria resiste el embate agresivo multinacional, nuevamente es acompañada por el espíritu solidario de Cuba. Sin duda, se trata de una relación de medio siglo que sintetiza la solidaridad y hermandad que debe estar presente entre todas aquellas naciones del mundo que pretendan sostener su dignidad y soberanía resistiendo el constante embate del imperialismo internacional, en épocas de un agonizante -pero no menos agresivo- esquema de unipolaridad dirigida por Washington y sus socios.