Siria se expide sobre agresión turca en Afrín
Texto de las cartas dirigidas por el ministerio sirio de Asuntos Exteriores y Emigrados a las autoridades de la ONU, con fecha 1 de febrero, sobre la agresión de Turquía en el norte del país.
De conformidad con las instrucciones de mi gobierno, además de nuestras cartas anteriores respecto a las violaciones continuas del régimen turco de los principios del derecho internacional y las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, sus agresiones continuas contra la soberanía, la seguridad y la unidad del territorio de la República Árabe Siria, y su apoyo abierto al terrorismo que perjudica la paz y la seguridad regional e internacional, y respecto al silencio del Consejo de Seguridad y su incumplimiento de su función de poner un límite a las agresiones y los delitos del régimen turco y responsabilizarlo por los mismos, y en respuesta a la carta del representante del régimen turco con fecha 20 de enero de 2018, emitida por el documento S/2018/53, quiero señalar su atención a lo siguiente:
El régimen turco continúa promoviendo sus mentiras que ya no convencen a nadie, y sigue justificando sus agresiones militares contra la República Árabe Siria, basándose en el principio de la autodefensa establecido en el artículo Nº 51 de la Carta de la ONU, al igual que hizo la autodenominada Coalición Internacional, guiada por EEUU, para justificar sus horribles crímenes contra la indefensa población siria.
El hecho de que el Consejo de Seguridad no cumpla su deber de prevenir los ataques de la llamada Alianza Internacional (dirigida por los Estados Unidos de América) contra la República Árabe Siria bajo el pretexto de la legítima defensa en virtud del Artículo 51 de la Carta y su incapacidad de poner fin al abuso de este artículo e invocarlo para atacar la soberanía, la integridad territorial y la integridad territorial de los Estados, permitió que el régimen turco usara el mismo pretexto para lanzar su agresión contra la República Árabe Siria. A pesar de las afirmaciones hechas tanto por la coalición internacional como por el régimen turco, el artículo 51 de la Carta y la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia emitida el 9 de julio de 2004 en el caso del muro de separación construido por las autoridades de ocupación israelíes en los territorios palestinos ocupados, afirman claramente que la agresión que otorga el derecho de legítima defensa debe ser por parte de otro Estado y no de individuos u organizaciones terroristas.
La República Árabe Siria también rechaza el intento del régimen turco, expresado en su carta, de basarse en las resoluciones 1373, 1624, 2170 y 2178 de las Naciones Unidas, ya que ninguna de estas resoluciones otorga a un país miembro el derecho a violar la soberanía de otro país, ni a llevar a cabo operaciones militares en territorio ajeno bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo. De hecho, la resolución 2178 estipula la obligación al cumplimiento absoluto de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas en las medidas de cooperación internacional o cualquier medida que tome un país miembro para luchar contra el terrorismo y detenerlo. Es ridículo que el régimen turco intente justificar su agresión militar basándose en las resoluciones 2170 y 2178, ya que en lugar de cumplir con las mismas está violando sus estipulaciones sistemáticamente, particularmente los artículos 8, 10, 11, 14 y 16 de la resolución 2170 y los artículos 2, 3, 4 y 5 de la resolución 2178, a través de su otorgamiento de distintos tipos de apoyo a los terroristas, y el hecho de que ha permitido a decenas de miles de combatientes terroristas extranjeros cruzar territorio turco y entrar a Siria, algo que el presidente turco ha reconocido.
La operación militar turca al norte de Siria es una agresión flagrante contra la República Árabe Siria y la seguridad de su territorio, y una violación de las estipulaciones de la Carta, específicamente el punto 4 del Artículo 2, el cual establece que los países miembros se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas. Esta nueva agresión turca ha resultado en cientos de muertos y heridos civiles, en su mayoría mujeres y niños, además del desplazamiento de decenas de miles de sirios de sus hogares, principalmente en la ciudad de Afrín y los pueblos cercanos, como también la destrucción de la infraestructura y la propiedad cultural e histórica, como el Templo arqueológico de Ain Dara en el norte de Alepo, que se remonta al primer milenio antes de Cristo.
La alegación del régimen turco de cumplir con una solución política en Siria se contradice con la realidad, ya que no ha dejado de apoyar al terrorismo en Siria y de socavar cualquier esfuerzo político que pretenda detener el derramamiento de la sangre del pueblo sirio. También es falsa su alegación de respetar la seguridad regional y la unidad política de Siria, y de que su “operación militar” tiene como objetivo promover estos principios políticos, ya que Turquía ha sustituido a “ISIS” con otras agrupaciones terroristas, y comete agresiones y genocidios contra la población civil, como la destrucción de la infraestructura y las instalaciones de servicio e incluso sitios arqueológicos. Tampoco dejó de violar la soberanía siria al continuar confiscando tierras sirias y construyendo fortificaciones y muros dentro de ella, además de saquear monumentos y propiedades públicas y privadas.
La República Árabe Siria afirma que la presencia de fuerzas militares extranjeras en su territorio sin su consentimiento se considera agresión y ocupación, y será tratada como tal. En vista de lo anterior, hace un llamamiento al régimen turco para que ponga fin a su agresión militar contra la República Árabe Siria, retire sus fuerzas militares dentro de Siria y deje de apoyar a las organizaciones terroristas y sus políticas destinadas a destruir la unidad e integridad territorial del país.
La República Árabe Siria reitera nuevamente que todas las alegaciones del régimen turco y sus acciones que apuntan contra la soberanía de la República Árabe Siria y su unidad e integridad territorial, así como su ocupación del territorio sirio, no cambiarán la realidad jurídica del territorio ocupado ni su pertenencia a la República Árabe Siria.
La República Árabe Siria exige al Consejo de Seguridad que no permita a ningún país que use la fuerza en forma que viole el derecho internacional, ni que utilice la Carta para justificar sus acciones agresivas, ni convertir a la Carta en rehén de estos Estados que la interpretan de acuerdo con sus estrechos intereses que se contradicen con el texto y el espíritu de la Carta. Conste también que los representantes de los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia en las Naciones Unidas, que alzaron falsos aullidos de compasión supuesta por los civiles sirios, no han dicho ni una palabra respecto a los crímenes turcos en Afrín.
La República Árabe Siria también renueva su llamamiento al Consejo de Seguridad para que asuma su responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacional y que ponga fin a los ataques del régimen turco contra la soberanía y la integridad territorial de la República Árabe Siria.
Esperamos que esta carta se publique como documento oficial del Consejo de Seguridad.
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