Rusia espera que las relaciones sirio-turcas puedan repararse tras los devastadores terremotos

Más de 50.000 personas murieron y millones más fueron desplazadas después de una serie de terremotos que sacudieron el sureste de Turquía y el noroeste de Siria el 6 de febrero. La devastación provocó una ola de apoyo sin precedentes a Damasco por parte de sus vecinos árabes y dio lugar a la esperanza de que la República Árabe Siria pudiera normalizar los lazos con Ankara también.

“Rusia confía en que la larga crisis en las relaciones entre Siria y Turquía pueda resolverse y continuará haciendo su parte para asegurar que esto suceda”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Mikhail Bogdanov.

“Creemos que las diferencias entre Damasco y Ankara se pueden superar y continuaremos ayudando a las partes a encontrar soluciones mutuamente aceptables con el fin de normalizar las relaciones interestatales entre ellas y restaurar la buena vecindad tradicional sirio-turca”, dijo Bogdanov a la agencia Sputnik.

Los lazos sirio-turcos alcanzaron un punto bajo sin precedentes en 2011, después de que Ankara comenzara a apoyar la guerra encubierta respaldada por EEUU y algunos estados del Golfo contra Damasco y el presidente Bashar al-Asad, abriendo sus puertas a las milicias para que ingresen a Siria y comprando el petróleo sirio saqueado por los extremistas yihadistas. Tras sufrir una serie de ataques terroristas en su suelo natal y después de verse abrumada por un gran número de refugiados sirios, Ankara cambió gradualmente de rumbo en 2015, después de que Rusia entró en el conflicto. De esta forma Turquía fue reduciendo su apoyo a las fuerzas anti-gubernamentales e inició varias operaciones militares en el norte de Siria contra DAESH y militantes kurdos del YPG respaldados por Estados Unidos a los que Ankara considera terroristas.

Bogdanov expresó su confianza en que la disputa entre Siria y Turquía sobre el despliegue no autorizado de tropas turcas en la República Árabe pueda resolverse, dados los compromisos de Ankara con Moscú y Teherán a través de la plataforma de negociación tripartita de Astana .

“En lo que respecta a la presencia de tropas turcas en Siria, no tenemos motivos para cuestionar su carácter temporal. La parte turca afirmó esto al más alto nivel, reafirmando su compromiso con la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la República Árabe Siria. Esta posición se ha registrado en una serie de documentos ruso-turcos y declaraciones conjuntas de la terna de Astana”, dijo el diplomático.

Una porción cercana al 20% del territorio sirio permanece bajo ocupación extranjera, con la mayoría de estas áreas controladas por milicias kurdas aliados de EEUU al este del río Éufrates, donde se encuentra la mayor parte del petróleo del país y sus tierras agrícolas más ricas. A su vez, las fuerzas regulares turcas y las milicias respaldados por Turquía controlan franjas de territorio en el norte y noroeste de Siria, incluida la provincia de Idleb, controlada por extremistas de corte al-Qaeda, a lo que debe sumarse que el régimen de Israel ocupa ilegalmente desde 1967 la mayor parte del Golán sirio, en el sur.

Damasco ha prometido en repetidas ocasiones restablecer el control sobre todos sus territorios reconocidos internacionalmente y ha exigido la retirada inmediata de todas las tropas extranjeras no invitadas al país por su legítimo gobierno, así como continúa reclamando que la legalidad internacional se aplique en lo referido al Golán ocupado.

En pos de un proceso resolutorio

Moscú está actualmente trabajando para ayudar a organizar una reunión cuatripartita de los ministros de Exteriores de Rusia, Siria, Turquía e Irán. Estos planes dan continuidad a una reunión que se produjo en Moscú en diciembre pasado, entre los ministros de Defensa y responsables de Inteligencia de Rusia, Siria y Turquía y que fue la primera de su tipo en más de una década.

Durante esa reunión, “se identificaron las principales áreas para el trabajo conjunto continuo y se creó un mecanismo de expertos para su coordinación”, dijo Bogdanov.

Bogdanov enfatizó que Rusia apoya la participación de Irán en el proceso de negociaciones sirio-turco, dadas sus buenas relaciones tanto con Damasco como con Ankara, el importante papel de Teherán en la región y “la participación constructiva en el formato Astana, que sigue siendo el único instrumento efectivo de asistencia internacional en pos de un acuerdo a la crisis que aqueja a Siria”.

“Todos estos contactos entre las fuerzas de seguridad y los diplomáticos están diseñados para preparar el terreno para las negociaciones sirio-turcas en varios niveles. Quisiera recalcar que estamos hablando de un proceso de negociación en el que cristalizarán potenciales acuerdos”, dijo el vicecanciller.

En última instancia, Bogdanov enfatizó que la restauración de los lazos amistosos entre Siria y Turquía es de interés a largo plazo para ambos países y sus socios regionales.

La solidaridad como impulso de la normalización regional

Siria y Turquía fueron sacudidos por terremotos devastadores este mes que dejaron ya más de 50 mil víctimas (43.500 turcas y 6.600 sirias) y desplazaron a millones más. El desastre provocó una importante cantidad de apoyo solidario para ambos países por parte de sus vecinos regionales y en el caso de Siria, ciertos países que habían sido hostiles al gobierno de Damasco durante la etapa bélica de la guerra impuesta, incluidos Egipto, Arabia Saudita, Jordania y Emiratos, enviaron suministros de socorro y equipos de búsqueda y rescate.

En dicho marco de reinserción y recuperación del natural espacio de Siria en la arena regional, el presidente Asad realizó una visita oficial a Omán el 20 de febrero, la cual se convirtió en la primera de este tipo a un estado del Golfo en más de una década, a lo que se deben sumar las visitas a Damasco de los ministros de Exteriores de Egipto y Emiratos , entre otras visitas de altos funcionarios diplomáticos, ejecutivos y legislativos de países vecinos .