Mufti Hassoun, la religión del patriotismo (Parte I)
En un muy especial y sumamente enriquecedor encuentro, la delegación argentina en Siria compartió una extensa charla con el gran Mufti de Siria, Ahmad Badr Al-Din Hassoun.
Durante su reciente viaje a Siria, la delegación argentina de dirigentes de nuestra colectividad en su carácter de emigrados, fue recibida en Damasco por la máxima autoridad islámica de Siria, quien transmitió el esencial mensaje de la lucha de Siria por sostener su identidad ante el embate de un extremismo importado y ajeno a su milenaria tradición; y a la vez compartió su aguda visión en materia geopolítica.
La riqueza, extensión y alto valor de las palabras del Mufti han propiciado la partición de la nota en dos partes.
Parte I
Tras un agradecimiento de los huéspedes a cargo de Yaoudat Brahim, quien encabezó la delegación, comenzó el Mufti Hassoun destacando el valor de la confraternidad y pluralidad étnico espiritual que constituye una de las mayores riquezas sirias, en los siguientes términos:
En Siria no hay musulmán que no haya sido antes cristiano. Y todos en el alma llevamos el Cristianismo porque hace 1400 años no había musulmanes sino que todos los sirios eran cristianos.
No es como en el caso de Arabia Saudita, donde llegaron al Islam luego de la idolatría, en cambio en Siria se llega al Islam luego del Cristianismo pero con la condición de que no se anule ni a Nuestro Señor Jesús, ni a la Virgen María. De modo que cada uno de nosotros lleva el Cristianismo en su interior.
A su vez, Antun Saadeh, Dios lo tenga en la gloria, dijo “que los sirios lleven la religión en su corazón, y a la patria en su mente y espíritu”. Por ello para nosotros desde Gaza hasta Antioquía, y desde Chipre hasta el desierto del Heyaz es la tierra de Abraham, sobre la que vino Moisés y luego Jesús y luego Muhammad. Todos los profetas han cumplido sus misiones en nuestra tierra.
Estuve una vez en París y otra en Viena y les pregunté: “¿acaso no se han preguntado por que Dios no ha enviado ni un profeta a vuestras tierras, sino todos a nuestras tierras?”
Y había un egipcio copto, nacionalizado alemán y que era miembro del parlamento alemán, que replicó: “Dios les ha enviado a uds. todos los profetas, porque los sirios son gente mala, para que los eduque”. Y le dije, “vos podrás pensar que es así, pero nosotros los hemos recibido y hemos creído en ellos y uds. en Egipto, a uno solo de ellos, a Moisés, lo expulsaron y lo tuvimos que recibir nosotros”. Con esto se calló y no pudo decir más nada.
Por eso, Siria no debe ser olvidada por sus hijos, porque lleva en su corazón todos los mensajes celestiales, y nosotros aquí no creemos en tres religiones (por separado), sino que creemos en una sola, que es la religión de Abraham, padre de Moisés, Jesús y Muhammad.
De modo que Abraham es el padre de todos, y la religión que él trajo es la misma que trajeron sus tres sucesores. Mas luego fuimos nosotros, los hombres de la fe, los que hicimos distintas religiones con distintas denominaciones para dominarlos a todos uds.
Por eso debemos criar a nuestros hijos enseñándoles que estas ideas extremas y segregacionistas que se pretenden difundir en el mundo, no tienen conexión alguna con la auténtica religión, su relación es con la industria de las armas, con el dinero y la dominación mundial, con los gobiernos dictatoriales y algunos hombres de religión. Todos aquellos que usufructúan de las diferencias.
Por ello durante los últimos cien años se ha matado a todo aquel hombre patriota auténtico, si uds. recuerdan el 6 de mayo de 1916 (Día de los Mártires ) cuando murieron en la plaza los patriotas, las víctimas fueron tanto cristianos como musulmanes. Su único pecado era que querían una Siria independiente.
Y cuando llegó el Gral. Gouraud con el mandato francés a Damasco, los primeros que lo rechazaron fueron los cristianos, quienes le dijeron “vos no viniste a salvarnos (con la cruz), nosotros somos quienes te hemos enviado el Cristianismo a tu tierra. Somos los que les enviamos a uds. a San Pedro y a San Pablo. En cambio uds. nos han enviado sus ejércitos, para matarnos y destruir nuestras iglesias.”
En los años de los que yo llamo “las guerras occidentales”, conocidas como “las cruzadas”, llegaron y destruyeron 3000 iglesias en la Siria Natural, junto a las mezquitas. Lo que está pasando hoy es lo más peligroso posible. Es el proyecto de crear Estados sobre la base de las confesiones.
En la lengua latina, romana y siriana se llama Súria, en lengua árabe se llama Al Sham, en referencia a su ubicación entre dos desiertos, el del Sinaí y el del Heyaz. Siria entre ambos es la tierra del árbol del higo y del olivo, semejando la apariencia de un lunar en un rostro límpido a su alrededor.
Esta es la Siria que hoy tiene 24 millones de emigrados. Todos ellos deben recordar Siria como ella los recuerda. Porque hay muchos que quieren que uds. olviden su identidad, especialmente aplicable esto a la tercera y cuarta generación donde ya se pierde la lengua árabe. Y este es el peligro.
Hoy estamos peleando en Siria por nuestra identidad, no por nuestra religión, porque a esta última nadie puede sacarla de los corazones. Lo que se busca empero es dividir nuestra identidad. Y esta no es la primera confrontación de este tenor, eso ya sucedió cuando entraron los turcos y pretendieron convertir lo árabe en turco.
Por eso pedimos hoy especialmente la conservación de la lengua árabe. En segundo lugar, pedimos el esfuerzo de traer a sus hijos a Siria, aunque sea en forma de una visita anual. Les encargamos mucho el cuidado de sus hijos que no deben perder el derecho a enorgullecerse de su condición de sirios .
Aquel hijo de sirios que antepone su fe a su patria, debe saber que si no hubiera sido por Siria no hubiese sido ni musulmán ni cristiano. Ella es la que le conservó sus principios y su historia.
Cuando fui a Montreal en Canadá, me puse muy contento al ver el Club Árabe Sirio y el Club Sirio, allí encontré libaneses, palestinos, jordanos, sirios que se reúnen todos cada domingo, tanto musulmanes como cristianos y almuerzan juntos y todos los años hacen sus excursiones a Siria, Líbano, Palestina y Jordania, y les dicen a sus hijos, “esta es Siria, cuídenla, protéjanla”.
No piensen que es solo un sueño. Europa pasó por dos guerras mundiales. Los alemanes y los franceses se mataron entre ellos hasta superar los 30 millones de muertos. Con toda la diferencia idiomática y cultural, han llegado a anular las fronteras, estableciendo un Parlamento Europeo unificado. Y cuando di mi discurso en ese recinto, algunos europeos lloraron.
Recientemente estuvieron aquí en Damasco para ver al presidente, los ex ministros de Defensa y de Economía de Italia. El ex ministro de Defensa me dice: “los hemos invitado a Ud., al Dalai Lama, al Papa y al Gran Rabino de Londres (al Parlamento Europeo); pero al único al que aplaudimos seis veces fue a Ud. porque no habló en nombre del Islam, sino en nombre del ser humano y dijo las palabras que marcaron a ese parlamento: si uds. destruyesen todas las iglesias y mezquitas del mundo, eso es más leve para nosotros que matar a un solo niño pequeño, porque los templos los hemos construido los hombres pero al niño lo ha hecho Dios. Y maldito sea aquel que destruye la obra de Dios”.
También recientemente el Sr. presidente, Bashar Al Asad, tuvo un encuentro con la juventud de la comunidad siriana ortodoxa, del que participaron 300 jóvenes. El año pasado participé junto a ellos en la iglesia en ocasión de su encuentro anual, organizado por el Patriarca. Allí se congregaban jóvenes de Qamishli, Hasakah, Alepo y algunos de la provincia de Damasco.
Al disertar allí frente a ellos, lo miré al Patriarca y les dije “Este es mi primo. Hemos vivido juntos 1400 años. Y antes otros 600 años. La competencia entre mi primo y yo se trataba de quien servía mejor a la humanidad.”
Cuando dije “mi primo” todos comenzaron a reír. Les dije “¿piensan que estoy bromeando? Al Patriarca anterior yo le decía tío, entonces este Patriarca es mi primo. Y les voy a explicar el motivo: hace 1400 años mi abuelo y el suyo eran hermanos, vino el Islam a esta tierra y éramos todos cristianos, entonces mi abuelo comenzó a leer el Corán y encontró las referencias a la Virgen María (Capitulo 3: La Familia de Imrán | Vers. 42), donde Dios la eleva destacándola por sobre todas las mujeres; y otro versículo (Capítulo 19: María | Vers. 16 a 32) donde se expone el milagro de la inmaculada concepción y la elevadísima calidad espiritual y excepcional de N. S. Jesús.
Entonces mi abuelo al leer estos versículos, le dijo al abuelo del Patriarca: “hermano, Muhammad no anuló a Jesús, y en este Corán esta María. Déjame que yo me islamice y vos consérvate cristiano. Si ingresas al Paraíso el Día de la Resurrección, me llevas con vos y si soy yo el que ingresa, te llevaré conmigo; entonces tenemos doble posibilidad”.
Por eso decimos que hemos ganado a Muhammad sin perder a Jesús. De allí que el presidente sirio les haya dicho a los jóvenes sirianos hace unos días: “ustedes no son huéspedes en Siria como les dice occidente, ustedes son las raíces de Siria”.
Siria es la única que tiene hoy las lenguas siriana, aramea, hebrea, árabe y kurda. Y es la única nación que habla la lengua de Jesús hasta la actualidad en Maaloula. Allí en esa milenaria ciudad y la zona circundante, 15 mil musulmanes hablan el arameo junto a sus 10 mil vecinos cristianos; inclusive se han abierto recientemente nuevos institutos de idioma arameo.
En cambio hoy en Palestina están expulsando a todos los árabes, cristianos y musulmanes, en forma muy violenta. Yo visité Belén en 1966 siendo pequeño y pregunté cuántos cristianos había en Belén, me dijeron 69 mil. Hace un mes nos visitó el Patriarca Atallah Hanna, de Jerusalén, y le pregunté cuántos cristianos quedaron en Belén y me dijo 6000.
De modo que transcurridos 50 años se redujo su población a menos del 10 por ciento cuando deberían hoy ser cerca de 200 mil. Esto sucede en la ciudad sagrada sobre la que los judíos consideran que surgió Jesús como un bastardo y de la cual están expulsando a los cristianos, mientras occidente permite esto con su silencio cómplice.
Dije estas cosas en varias ciudades de Europa, la última vez fue en Gran Bretaña, y uno de los parlamentarios británicos me dijo: “Su Eminencia Mufti, ud. es más peligroso que Bin Laden” le dije “¿Por qué?” “Porque Bin Laden nos abre la puerta para invadirles, en cambio ud. nos lleva a la rendición”.
De modo que vuestra misión (como emigrados) es que sean Mufti y Patriarca al mismo tiempo. Mi abuelo, que me crió es el mismo abuelo que los crió a uds. Deben ser portadores de este mensaje. Bienvenidos a Siria y no teman por Siria, ella está bien y ascendiendo en forma permanente. Pero uds. tienen la obligación de venir a Siria. El que tenga una semilla de maíz debe venir a plantarla en Siria.
Nota: continúa en Parte II
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