Mucho más que un drop: El tres en uno de Siria Rugby

Caminar por las calles de Damasco y otros muchos lugares de Siria es una experiencia única. Sus milenarios zocos son una sinfonía de sonidos, colores y fragancias. De todos los aromas, destaca el del omnipresente jazmín, oficiosamente la flor nacional del país del Medio Oriente. Por eso el logotipo de Siria Rugby  es un jazmín, que en su forma más común tiene cinco pétalos, tantos como dedos de la mano.

“Si quieres conseguir algo tienes que estirar los dedos”, asegura una y otra vez Mohammed Jarko siempre que le preguntan cómo ha nacido y se ha desarrollado el rugby en Siria.  De 45 años, Jarko es ingeniero y un apasionado del rugby. Tanto que en la maleta de su auto lleva varios bolsos con el equipo y los implementos necesarios para entrenar y jugar, para oficiar de árbitro, para que a nadie la falte nada para practicar el deporte de la ovalada o para dormir fuera de su casa si está difundiendo la buena nueva del rugby lejos de la capital siria. Mohammed Jarko hace eso en su calidad de rugbier y en la de Secretario General del Alto Comité Sirio de Rugby , que preside Ahmad Madani. Todo eso con una perenne sonrisa. Cuando se le inquiere cómo puede compatibilizar tantas cosas a la vez, invariablemente recurre a su frase comodín.

Porque exactamente igual que lo hace unsegunda línea en un lineout para hacerse con la ovalada o un apertura al que su scrum-half le dio un pase apurado, el rugby en Siria está estirando sus dedos todo lo que puede para lograr que el deporte oval florezca tanto como el jazmín.  Por ahora lo va consiguiendo. Y no de cualquier manera. En Siria el rugby ha conseguido ser tres cosas a la vez: es rugby de verdad; es genuinamente sirio y es serio en su gestión y proyección.

Es rugby en estado puro porque la filosofía esencial del deporte consiste en avanzar paso a paso. En superar una a una y de manera mancomunada los desafíos que se van presentando. Eso exige tesón, inteligencia, paciencia, determinación, trabajo en equipo y capacidad de resistencia. De todo eso hay en Siria Rugby, que ha logrado constituirse y crecer en las circunstancias más adversas imaginables.

Todo lo logrado se ha conseguido mientras el país y sus 23 millones de habitantes enfrentaban un conflicto armado. También unas medidas económicas de EEU. y la Unión Europea que obstaculizan los viajes, las importaciones y la vida en general, justo en un momento en el que país ya ha recuperado la seguridad y ha iniciado su reconstrucción.

Como en los tiempos de las míticas Halbro y las Uribarri

Esas dificultades impuestas explican porque el juego de camisetas oficiales de la Selección Nacional Siria tardó meses en llegar al país. Fabricadas en China por una conocida marca especializada en prendas de rugby, pasaron por Canadá, desde donde alguien las llevó en su equipaje personal a Erbil, en el norte de Iraq. Desde ahí otra odisea hasta Damasco.

Además de lo que simbólicamente siempre representa una camiseta de rugby, en Siria es un bien tan preciado como lo eran las camisetas de algodón con cuello y botones de hace treinta o cuarenta años atrás. ¿Quién no recuerda esas Halbro importadas desde el Reino Unido o las Uribarri argentinas que debían durar años y que solo se vestían durante los partidos? Tal cual ocurre hoy en Siria.

Como cuenta Jarko, los jugadores que reciben una camiseta firman un recibo responsabilizándose de la misma.  Y vaya si lo hacen. Para Fawzi Al Mashref, un talentoso jugador de 20 años con una increíble historia de esfuerzo y dedicación, vestir la camiseta de la Selección Nacional Siria, con la bandera tricolor de las dos estrellas verdes junto al jazmín que representa a Rugby Siria, es el máximo honor al que se puede aspirar.

Pero además de representar a cabalidad el concepto del rugby, lo que ocurre con el deporte de la ovalada en el país levantino es un fenómeno genuinamente sirio. Y así es porque a partir de 2011 se produce el despegue sostenido de un deporte que desde 2004 apenas tuvo un carácter anecdótico vinculado esencialmente a un puñado de extranjeros residentes. Hoy la inmensa mayoría de los jugadores son sirios, multiplicándose cada año el número de jugadores hasta alcanzar los 500 actuales entre mujeres y hombres.

En la actualidad, hay seis clubes, desde el pionero Zenobians, Al Jeish, el club deportivo del Ejército Árabe Sirio, que tiene secciones para varias disciplinas deportivas, empezando por un equipo que milita en la Liga de Excelencia del fútbol profesional sirio. A ellos se suman dos equipos de universidades privadas y formaciones de fuera de Damasco. Hay, por ejemplo, equipos en las gobernaciones de Homs y Sweida. Ello apunta a una temprana descentralización y diversificación, base del éxito para un enraizamiento firme y definitivo del deporte ovalado.

Pero además de ser un fiel reflejo de lo que es la filosofía de este deporte y tener un carácter nacional, el rugby en Siria es serio. El entusiasmo en la cancha se combina con la perseverancia y el trabajo fuera de ella. En febrero de 2012 se dio un paso fundamental para que el rugby dejara de ser un mero pasatiempo. Entonces la Federación General de Deportes , órgano rector del deporte en Siria, aprobó la formación del Alto Comité Sirio de Rugby, que quedó encuadrado en la Federación de Deporte para Todos . Ese mismo año el Comité se sumó a la recién creada Federación Árabe de Rugby , que organiza torneos de seven masculino y femenino. Tres años después, el Alto Comité se integró en Rugby Asia.  El siguiente objetivo es convertirse en una Unión o Federación independiente reconocida como miembro de World Rugby .

La oficialización ha sido clave para contar con una infraestructura mínima.  El órgano rector del deporte sirio le cedió una oficina en el Estadio y Ciudad Deportiva Al Jalaa de Damasco, donde operan otros comités y federaciones deportivas. Un poco más al noreste, en la también instalación pública Ciudad Deportiva Al Faihaa, el Alto Comité ha podido disponer de una cancha de entrenamiento y juego que comparte con equipos de fútbol. También con un local donde guardar el preciado material rugbístico del Comité, desde pelotas a tees, pasando por escudos y otros implementos. Algo parecido ocurre a nivel provincial, donde la infraestructura pública es clave para que el rugby sea la promisoria realidad que hoy es.

El plan de desarrollo pasa también por la formación. Para ello Mohammed Jarko y otros dirigentes y entusiastas del deporte oval hacen los cursos oficiales online que ofrece World Rugby para entrenadores y árbitros. Al igual que en Sudamérica, también se organizan clínicas periódicas Get into Rugby   en distintos lugares del país, que durante varios meses ha contado con la experiencia del entrenador tunecino Dhafer Al-Qathah.

El reglamento y las nuevas normas y precisiones  que va aprobando World Rugby se han publicado en Siria en lengua árabe, antes incluso que en otros países de la región con algunos años más de contacto con la ovalada. Se trata de multiplicar a los formadores de nuevos jugadores y poner en sus manos las herramientas para ello. Si todo sigue así, afirma Jarko, “quizás en algún momento podamos tener nuestra propia cancha con instalaciones para alojar a jugadores y visitantes”.

En tres palabras, en el país más antiguo del mundo el deporte ovalado es rugby, es sirio y es serio. No es poca cosa.

Pablo Sapag M. es investigador y Profesor Titular de Historia de la Propaganda, de la Universidad Complutense de Madrid. Es colaborador del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile y académico en distintas casas de estudios de Chile, Reino Unido y Grecia. Es autor de “Siria en perspectiva” (Ediciones Complutense).