Europa y los refugiados tras el acuerdo UE-Turquía
¿Qué pasará ahora tras el acuerdo sobre refugiados entre la UE y Turquía? El acuerdo entró en vigor el pasado 20 de marzo, pese a las manifiestas inquietudes de algunas ONG y la propia ONU sobre su legalidad.
El acuerdo entre Ankara y la UE, define los medios para bloquear la ruta del mar Egeo a los refugiados y a los traficantes de personas, entre Turquía y Grecia.
La principal preocupación es que los solicitantes legítimos de asilo pueden ser fácilmente tratados como migrantes ilegales y ser devueltos a Turquía, ya que Grecia no tiene las facilidades ni la infraestructura para tratar las demandas de asilo con las garantías necesarias.
La posibilidad de una deportación masiva, forzada, también es una de las grandes inquietudes.
El acuerdo establece comenzar las devoluciones a Turquía el 4 de abril, fecha considerada no realista por algunos expertos.
¿Qué dice el texto?
La declaración firmada por los miembros de la Unión Europea (UE) y sus homólogos turcos en Bruselas el pasado 18 de marzo pretende romper el “modelo de negocio de las mafias” al ofrecer a los migrantes “una alternativa a poner en riesgo sus vidas”.
Todos los nuevos migrantes irregulares que cruzan desde Turquía a las islas griegas serán devueltos a Turquía.
La UE se hará cargo de los costos. El resto del artículo se compromete a cumplir con las leyes internacionales sobre refugiados, evitando las expulsiones masivas. Se presenta como una “medida extraordinaria para terminar con el sufrimiento humano y restablecer el orden público”.
Por cada uno de los sirios devuelto a Turquía desde Grecia, otro sirio será reubicado desde Turquía a la UE. Las reubicaciones en los territorios de la UE deben cumplir con los criterios de vulnerabilidad de la ONU.
Los miembros de la UE dicen que hay 18.000 plazas de reubicación disponibles y un extra de 54.000 plazas de voluntarios. Sin embargo, a raíz de los atentados de Bruselas, Polonia ha anunciado ya que se niega desde ahora a acoger a migrantes.
Turquía se compromete a prevenir nuevas rutas marítimas o terrestres para la inmigración ilegal.
La hoja de ruta para la liberalización de visados se “acelerará” para implementarse a “más tardar” a finales de junio de 2016. La UE acelerará el desembolso de los anteriormente indicados 3 millones de euros a la que añadirá otra financiación adicional de 3 millones de euros. El segundo paquete de financiación debe cumplirse para el año 2018.
La UE y Turquía se comprometen a reimpulsar el proceso de adhesión de Turquía a la UE y a su vez, se comprometen a trabajar juntos para mejorar las condiciones humanitarias en Siria.
Ambos ponen de manifiesto la posibilidad de una “zona segura de defensa” en áreas cercanas a la frontera turca para acoger a los refugiados y mejorar las condiciones de vida de la población local.
Las críticas
Una espectacular y rápida reacción proviene de ACNUR. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados ha decidido “redefinir su rol”, lo que significa que mantendrá la vigilancia, pero no ayudará. “ACNUR no forma parte del acuerdo entre la UE y Turquía, ni vamos a estar involucrados en las devoluciones o detenciones”, declaró la portavoz Melissa Fleming el 22 de marzo.
Médicos sin fronteras ha decidido dejar de trabajar en el campo de Moria (Lesbos, Grecia) o dejar de conducir los autobuses desde Lesbos hasta el campo ya que “se ha convertido en un centro de explusión” y ha dejado de ser un centro de acogida. MSF también se ha retirado de Idomeni por razones de seguridad, después de que dos migrantes se prendieran fuego.
El Comité Internacional de Rescate (ICR) también ha paralizado algunos programas de ayuda y rescate, informa Reuters .
Por su parte, Amnistía Internacional califica al acuerdo de “un golpe histórico contra los derechos humanos”.
Nils Muižnieks, comisario del Consejo Europeo para los Derechos Humanos escribe en euractiv : que el acuerdo provoca “serias preocupaciones” desde una perspectiva de derechos humanos. Aunque admite que el acuerdo incluye “algunas” salvaguardas legales, considera que el pacto UE-Turquía “es solo un parche para tapar uno de los agujeros en la visión altamente disfuncional sobre migración que tienen los Estados europeos.
Algunos incluso piensan que el acuerdo mejorará las condiciones de los traficantes de personas: cuanto más difícil sea atravesar una frontera más beneficios obtendrán en el tráfico de seres humanos.
El ministro egipcio de Asuntos Exteriores también ha criticado el acuerdo entre la UE y Turquía.
El 22 de septiembre del año pasado la UE adoptó un acuerdo sobre el reparto de 120.000 migrantes. Eslovaquia, Rumanía, Hungría y República Checa votaron en contra, mientras que Polonia, gobernada entonces por los centristas (y hoy por los conservadores y euroescépticos) votó a favor.
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