Enemigos del Estado sirio introducen resolución sobre DDHH en la ONU

A principios de esta semana, el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (CDHNU) examinó un proyecto de resolución sobre la situación de los derechos humanos en Siria, presentado por el Reino Unido, en nombre de un amplio grupo que incluye a Turquía, el régimen de Israel, Qatar, Alemania, Francia y EEUU.

En ese marco, el representante sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la sede de Ginebra, embajador Husam al-Din Ala, condenó el miércoles tal resolución y subrayó que dicho proyecto ignora los esfuerzos realizados por el Gobierno sirio para proteger a sus ciudadanos de los grupos terroristas, basándose en las leyes nacionales e internacionales.

Asimismo, en otra parte de sus aclaraciones, expresó que los países que ocupan partes del territorio e imponen medidas unilaterales y coercitivas al pueblo sirio equivalentes a crímenes de lesa humanidad, no tienen la legitimidad moral ni política para presentar resoluciones sobre la situación de los derechos humanos en la República Árabe Siria.

El diplomático también subrayó que dicha resolución anti-siria muestra una vez más la determinación de EEUU, el Reino Unido y otras naciones de politizar la labor del Consejo de Derechos Humanos y sus mecanismos, y actuar en contra de la Carta de las Naciones Unidas y los principios de imparcialidad y objetividad.

Las recientes declaraciones del embajador Alaa coinciden con lo ya expresado en recientes sesiones en las que denunció en forma reiterada que algunos países tratan de convertir al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en una plataforma de asaltos políticos contra su país a través de “acusaciones infundadas que sirven solo a los intereses de las partes que tratan de desprestigiar a Siria”.

Además, destacó que el CDHNU adopta un enfoque erróneo que tergiversa la realidad y pasa por alto la agresión turco-estadounidense y su ocupación ilegal de partes del territorio de Siria y el saqueo de su petróleo, a la vez que resta importancia a las amenazas de la presencia de los grupos terroristas en el país árabe.

La República Árabe Siria sigue luchando para brindar paz y estabilidad a su población y acabar definitivamente con el flagelo del terrorismo, a la vez que apoya los esfuerzos internacionales para cortar las fuentes de financiamiento a las organizaciones terroristas sustentadas hasta hoy por las potencias occidentales y sus aliados regionales, desde los inicios de la campaña de desestabilización y guerra terrorista impuesta a partir de 2011.

Politizando los DD.HH.

Bajo la designación (A/HRC/46/L.24 ) y con el título “Situación de los derechos humanos en la República Árabe Siria”, el borrador fue presentado por un conjunto liderado por el Reino Unido y EEUU, en el que se asociaron: Turquía, el régimen de Israel, Qatar, Jordania, Kuwait, Alemania, Italia, España y Francia, entre otros.

El mismo fue aprobado luego de obtener 27 votos a favor, 6 en contra (Rusia, China, Cuba, Venezuela, Bolivia y Armenia) y 14 abstenciones.

A excepción de algunos pocos puntos en los que se convalida y condena la criminal acción de las agrupaciones terroristas, el documento, en su mayoría, carga tintas en forma variada, amplia y recurrente contra las autoridades sirias. Para sostener dicho proceso incriminatorio a la vez, decide prorrogar el mandato de la llamada ‘Comisión Internacional e Independiente de Investigación’ por un nuevo período de un año.

En detalle:

Al recordar los 10 años del inicio del conflicto en Siria, se convalida la tónica propagandística occidental anti-siria ya conocida que habla de un “levantamiento pacífico y su brutal represión que condujo al conflicto”, tras lo cual afirma que “el conflicto se ha caracterizado por patrones constantes de violaciones graves y abusos del derecho internacional de los derechos humanos y violaciones del derecho internacional humanitario”.

A su vez, aportando futuros recursos a ser utilizados para debilitar al Estado sirio y su gobierno, el texto hace referencia a las declaraciones del Secretario General y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos de que “es probable que se hayan cometido crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra en la República Árabe Siria” y las recientes conclusiones de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria de que “las violaciones y abusos han incluido actos que probablemente constituyan crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y otros crímenes internacionales, incluido el genocidio”.

En otro punto, el Consejo “condena enérgicamente todas las violaciones y abusos y la situación actual de los derechos humanos, exige que todas las partes cumplan de inmediato con sus respectivas obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, y destaca la necesidad de garantizar que todos los responsables de tales violaciones y abusos están obligados a rendir cuentas”.

Queda claro cuál es la ‘única parte’ en la que se espera encontrar responsables, cuando se habla de “todas las partes”.

En varios otros puntos, el texto da por sentadas una serie de falsas acusaciones previas contra el gobierno sirio de uso de armas químicas, así como expresa una presunta falta de colaboración de Damasco con organismos internacionales como la OPAQ, e inclusive acusa al gobierno sirio como único responsable de la falta de resultados del actual proceso de reforma constitucional que se lleva a cabo entre las partes sirias con apoyo de la ONU.

Asimismo, el texto convalida los actos individuales ya realizados por otros estados (léase EEUU) para perseguir y acusar a quien considere responsable (léase el gobierno sirio) de crímenes en el ámbito de los DDHH en Siria, a la vez que impulsa e invita a cualquier estado a sumarse a similares iniciativas. De esta forma se pretende limpiar la imagen de las criminales medidas de asfixia económica contra Siria que llevan adelante Washington y la UE, y a la vez abrir la puerta a la intensificación de dicho terrorismo económico so pretextos humanitarios.

En un único punto, la resolución aprobada consigna la enérgica condena a “los actos terroristas y la violencia en curso cometidos contra civiles por el llamado Estado Islámico en Irak y el Levante (DAESH), el Frente Al-Nusrah (también conocido como Hay'at Tahrir al-Sham) y otras organizaciones terroristas designadas por el Consejo de Seguridad y sus abusos flagrantes, sistemáticos y generalizados del derecho internacional de los derechos humanos y las violaciones del derecho internacional humanitario durante todo el conflicto”.

En dicho apartado “reafirma que el terrorismo, incluidas las acciones del llamado Estado Islámico en Irak y el Levante (Daesh), no puede y no debe asociarse con ninguna religión, nacionalidad o civilización, y destaca la importancia de la plena aplicación de la resolución 2170 (2014) del Consejo de Seguridad, de 15 de agosto de 2014, así como la importancia de garantizar la rendición de cuentas por todos esos abusos del derecho internacional de los derechos humanos y violaciones del derecho internacional humanitario”. Esto último, claramente imposible de llevar a cabo a sabiendas del oscuro esquema de sostén del terrorismo de manos de las potencias occidentales y sus agencias de inteligencia.

Notas: Texto completo de la resolución en este enlace . Detalles sobre la sesión y la votación en este enlace