EEUU prepara un ataque a Siria
Un alto funcionario del gobierno sirio rechaza las acusaciones de EEUU sobre el hecho de estar preparando un ataque con armas químicas contra civiles.
Según la Casa Blanca, los movimientos de los últimos días en la base militar siria de Shayrat recuerdan en gran medida a los que se registraron justo antes del bombardeo con agentes químicos que sufrió la población de Jan Sheijun, el pasado mes de abril.
EEUU dice haber detectado supuestos preparativos del gobierno sirio para "un nuevo ataque químico –similares a los del “ataque químico” del pasado 4 de abril en Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib– que podría derivar en una matanza de civiles, incluyendo niños inocentes", y advirtió que Al Asad y sus Fuerzas Armadas pagarán un alto precio si se atreven a perpetrarlo.
El ministro sirio para la Reconciliación Nacional, Ali Haidar, ha afirmado este martes, en declaraciones a la agencia Associated Press (AP), que Damasco nunca ha utilizado armas químicas en el pasado ni piensa emplearlas en el futuro. Haidar además asegura que el comunicado difundido por la Casa Blanca presagia una "batalla diplomática" que será librada contra Siria en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Paralelamente a estas declaraciones, el vicepresidente primero del comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso, Frants Klintsevich, ha alertado de que Washington "está preparando un nuevo ataque contra las posiciones de las tropas sirias, eso está claro".
Klintsevich ha calificado de una provocación "cínica y sin precedentes" el reciente informe de la Casa Blanca y ha indicado que esa provocación pone en peligro a las fuerzas rusas en Siria y a otros militares. "Existe una amenaza real a sus vidas", ha enfatizado, según publica esta jornada la agencia estatal RIA Novosti.
Al Asad dijo haber entregado todas las armas químicas, luego de que un ataque con agentes químicos tóxicos dejara cerca de mil muertos a las afueras de Damasco. Los hechos desencadenaron un programa de desarme impulsado por EEUU e implementado por Rusia, y que ha sido el foco de crítica a partir del ataque a Jan Sheijun hace tres meses.
Como represalia al ataque químico de abril, y por orden del presidente Donald Trump, Estados Unidos lanzó 59 misiles contra la base militar siria de Shayrat, desde la cual, según el Pentágono, habían salido los aviones sirios que lanzaron gas sarín.
Se sabe que a pesar de que el gobierno estadounidense ha prometido que el gobierno sirio pagará un “alto precio” si un ataque como el de Jan Sheijun vuelve a ocurrir, ellos mismos han llevado a cabo ataques con agentes químicos.
El pasado 16 de junio, Amnistía Internacional denunció a la coalición militar encabezada por EE. UU., la misma que opera en Siria para hacerle frente al autoproclamado Estado Islámico, por usar munición con fósforo blanco. Según la ONG, Jezra y El Sebahiya, dos poblaciones ubicadas en las afueras de Raqqa, fueron atacadas con proyectiles de fabricación estadounidense cuyo uso es ilegal y puede llegar a constituir un crimen de guerra.
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