Declaración Conjunta de agencias de Cooperación entre Rusia y Siria

La Embajada de Siria comparte el texto de la Declaración Conjunta emitida el 8 de mayo por las agencias de Cooperación entre Rusia y Siria, en referencia a los obstáculos que se oponen al regreso de los desplazados sirios a sus hogares de origen, en el marco de la propagación del COVID-19.

Declaración Conjunta

Las agencias de cooperación rusa y siria para el retorno de los desplazados internos sirios continúan aplicando las medidas vinculadas con el retorno de la vida pacífica a todo el país y con el fin de facilitar el regreso de los sirios a sus hogares de residencia original.

Las organizaciones internacionales están reconociendo la efectividad de las medidas aplicadas y por eso, según la Oficina de los Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, más de 135.000 sirios que se vieron obligados a desplazarse hacia las fronteras con Turquía a consecuencias de las operaciones de combate de fines de 2019, han regresado a sus hogares de origen, libres de los armados por el Estado.

Además de lo antes mencionado y con el fin de mejorar la situación económica en la ciudad de Idleb y sus suburbios, el Gobierno de la República Árabe Siria ha habilitado un nuevo paso en el pueblo de Miznas para el traslado de las mercaderías y productos sirios hacia la zona de distensión en Idleb.

A consecuencia de las medidas sanitarias tomadas para la prevención del COVID-19, es normal que se demore el regreso de los ciudadanos sirios, pues se ha registrado hasta la actualidad el regreso de 2.142.376 ciudadanos.

El Gobierno sirio está otorgando una atención muy especial a la aplicación de una serie de medidas preventivas para frenar el avance de la epidemia, pues ha dispuesto un plan de emergencia sanitaria que incluye el establecimiento de varios centros de aislamiento y laboratorios especiales; además de la formación de grupos de trabajo en todas las áreas del país. A ello deben sumarse, los vuelos especiales para la repatriación de los sirios en el marco de la propagación del virus y la habilitación de ocho centros especiales de aislamiento con capacidad para 8.000 personas, equipados completamente para recibir a los ciudadanos provenientes del exterior.

Al mismo tiempo, el liderazgo estadounidense, en lugar de ayudar al pueblo sirio a combatir la pandemia, está rechazando firmemente levantar las ilegales sanciones impuestas a la República Árabe Siria, impidiendo de esa manera el suministro de insumos médicos vitales, incluyendo aparatos respiratorios, medicamentos y productos de cuidado personal.

A su vez, Washington continúa con sus campañas propagandistas frente a la comunidad internacional, buscando responsabilizar a las autoridades sirias por el deterioro de la situación epidémica en el campamento de refugiados Al Rukban; con el objetivo de seguir garantizando el desvío de la ayuda humanitaria de la ONU a manos de los grupos armados que están bajo el control estadounidense.

Se menciona en el mismo contexto, el activo acompañamiento mediático a las alegaciones de los armados del grupo llamado “Ejercito del Comando Revolucionario” presente en la zona de Al Tanf ocupada por EEUU, sobre el impedimento de la llegada del convoy humanitario al campo de Al Rukban por las partes rusa y siria.

En ese marco, cabe llamar la atención de la Comunidad Internacional hacia los testimonios de quienes se escaparon de la zona de Al Tanf el 14 de abril pasado hacia los territorios gubernamentales, que indicaban que la mayoría de la ayuda humanitaria entregada por la ONU al mencionado campo fue absorbida por los grupos armados ilegales, obligando así a los civiles a comprar los medicamentos y materiales básicos a las pandillas terroristas y a precios inalcanzables. 

Afirmamos una vez más que EEUU está ocupando ilegalmente el territorio de otro Estado, miembro de la ONU; y por lo tanto, es el principal responsable de la situación humanitaria de los civiles dentro de ese territorio según el Derecho Internacional Humanitario; y que la incapacidad de la parte estadounidense de ofrecer la ayuda permanente a ese campo situado en una región controlada por ella, demuestra la suma imperiosa necesidad de la recuperación de esa zona a la brevedad posible  a manos del gobierno legítimo en Siria, que se encargaría de ayudar a sus ciudadanos como ya lo ha hecho antes con los 19.000 ciudadanos que abandonaron ese campamento.

A su vez se agrega a lo antes mencionado, la campaña mediática de EEUU y sus aliados sobre las dificultades de la llegada de la ayuda humanitaria a los habitantes del noreste sirio y sobre la necesidad de recuperar el régimen anterior mediante las fronteras y la apertura del paso fronterizo de Al Yarubia con Irak, cerca de los yacimientos de petróleo ocupados por los estadounidenses.

Se suma a ello la explotación negativa de la situación epidémica en el noreste sirio por parte de la Organización Mundial de Salud que está alegando en sus informes: el requerimiento de recuperar las ayudas humanitarias sostenibles mediante las fronteras para combatir la epidemia, incluyendo así la apertura de paso fronterizo mencionado.

En ese marco, instamos a los representantes de la OMS a analizar su enfoque, respetando los principios de la ONU, y cesar con su postura representada por la manipulación de la opinión pública; pues, el objetivo real de la política agresiva de occidente en la que insta a abrir ese paso fronterizo es facilitar el paso de las armas sin obstáculos hacia las milicias kurdas agentes de EEUU para que luego trasladen el petróleo sirio robado por EEUU, en lugar de combatir la propagación del Covid-19.

Por último, estamos convencidos teniendo en consideración las condiciones sanitarias de la epidemia, que debe rechazarse el suministro de armas a favor de los grupos armados que se hace bajo la excusa de hacer llegar ayuda humanitaria a los habitantes del campo de Al Rukban, ubicado en un área ilegalmente ocupada por EEUU, que debe restituirse a las legítimas autoridades sirias. 

Damasco  |  8 / 5 / 2020