Declaración Conjunta de agencias de Cooperación entre Rusia y Siria

La Embajada de Siria comparte el texto de la Declaración Conjunta emitida el 15 de abril por las agencias de Cooperación entre Rusia y Siria, en referencia a los obstáculos que se oponen al regreso de los desplazados sirios a sus hogares de origen, en el marco de la propagación del COVID-19.

Declaración Conjunta

Las Agencias Ministeriales de Cooperación entre Rusia y Siria para el retorno de los desplazados internos sirios, continúan aplicando las medidas vinculadas con el retorno de la vida pacifica a todo el país y con el fin de facilitar el regreso de los sirios a sus hogares de residencia original.

A consecuencia de la aplicación estricta de las medidas sanitarias estatales para evitar la propagación del Covid-19 en el territorio sirio, se destaca en ese marco el regreso a sus hogares de más de 2.141.456 de los desplazados internos y externos; y las autoridades sirias continúan trabajando incansablemente para la integración segura y rápida de aquellos que están retornando a la sociedad y la reconstrucción de la infraestructura.

Se menciona, además, la recuperación de la electricidad en los suburbios de la ciudad de Alepo, y  el lanzamiento de la instalación de seis estaciones eléctricas, la reparación de 225 escuelas, 176 jardines de infantes, 203 panaderías, 281 estaciones de bombeo, 203 estaciones eléctricas, 241 instalaciones sanitarias, 2708 unidades de vivienda, y 90 centros religiosos en 345 localidades en el territorio de la República.

Asimismo, se ha finalizado la obra de la construcción de las vías ferroviarias entre las localidades de Shinshar y Al Ksair en la provincia de Tartús y se ha comenzado la obra de la instalación de una estación eléctrica de energía renovable con el fin de satisfacer las necesidades de los sectores agrícolas e industriales.

El Gobierno sirio está otorgando una atención muy especial a la aplicación de una serie de medidas preventivas para frenar el avance de la epidemia, pues ha dispuesto de un plan de emergencia sanitaria que incluye el establecimiento de varios centros de aislamiento sanitario  y de laboratorios especiales; además de la formación de grupos de trabajo en todas las áreas del país y de lanzar el programa alimentario que se encarga de repartir alimentos básicos mediante vehículos especiales de venta para evitar la concentración de los ciudadanos en los mercados alimentarios.

Pero a pesar de los esfuerzos mencionados, las capacidades del Estado siguen muy limitadas en diagnosticar los casos y ayudar a los afectados por el virus, pues se están realizando alrededor de 100 testeos diarios y los hospitales sirios no poseen más de 25 mil camas y sufren escasez de respiradores artificiales.

Este cuadro es consecuencia del deterioro sufrido por el sistema sanitario nacional merced a la guerra terrorista impuesta que sufrió el país, el cual no va a poder recuperar sus capacidades para enfrentar la propagación del virus sin una firme cooperación internacional, con el agravante de estar también sufriendo Siria los nocivos efectos de las sanciones unilaterales de los Estados Unidos y los países europeos, las cuales obstaculizan firmemente el suministro de los medicamentos principales y los insumos médicos a la República Árabe Siria.

En ese contexto, y ante el peligro de una posible catástrofe, el Secretario General de la ONU y la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de esa organización, han llamado a aliviar las sanciones contra los países para enfrentar esa pandemia; pero lamentablemente la posible expansión de la pandemia en Siria, no les significo mucho a los países responsables y por ende no han cambiado su asfixiante política de sanciones impuestas contra el país y todo su pueblo.

Frente a esto, el Gobierno Sirio insta a la comunidad internacional a sumar su solidario apoyo y presionar a Estados Unidos y sus aliados para levantar las sanciones ilegales e inhumanas que apuntan, en realidad, a acabar con los habitantes de un país entero.

A su vez, es de especial relevancia la crítica situación sanitaria del campamento de Al Rukban en la región de Al Tanf, ocupada por EEUU. Según los testimonios de ex residentes de dicho campamento, las instalaciones sanitarias del mismo se encuentran fuera de funcionamiento, sin medicamentos y sin médicos habilitados; por lo tanto, en el caso que llegue la pandemia no habrá oportunidad para salvar a sus habitantes; y al mismo tiempo, la parte norteamericana que sigue ocupando esa parte del territorio sirio no tiene la intención de ofrecer ayudas médicas y sanitarias a los sirios residentes en él e intenta bajo cualquier pretexto obstaculizar la evacuación de sus habitantes hacia áreas bajo control del Estado sirio.

Por último, la presencia de EE.UU. y sus aliados en el territorio de la República Árabe Siria conforma hoy un gran obstáculo para garantizar la salud de los sirios que no viven en zonas bajo control estatal. Por ello, las condiciones actuales que está atravesando la región de Al Tanf y los refugiados sirios ahí, requiere el retiro inmediato de las unidades norteamericanas de esa región y todas las zonas ocupadas. Siria responsabiliza material y moralmente a las fuerzas estadounidenses por las eventuales consecuencias catastróficas de la expansión de la pandemia y sus peligrosos efectos sobre la población.

15 / 4 / 2020