Conversaciones postergadas

La disputa no resuelta sobre quién se sentará en la mesa maximizó la dificultad de avanzar en un proceso de paz incipiente que fue originalmente programado para comenzar hoy, 25 de enero, pero que según se calculaba , fue retrasado, en otro capítulo de un proceso de meses de duro trabajo diplomático. Arabia Saudita, Turquía, Rusia, Siria, facciones armadas y los kurdos, todos en desacuerdo. 

Según el analista Joshua Landis, experto en Siria en la Universidad de Oklahoma, "Todo el mundo está haciendo demandas muy maximalistas, esto no se ve bien".

Arabia Saudita el mes pasado reunió a la oposición armada y política, que estuvo de acuerdo en negociar con el gobierno sirio, pero manteniendo su pedido de destitución del presidente Al Asad.

Los grupos invitados a la reunión unilateral saudita en Riad, reflejan las preferencias de ciertas partes externas en el conflicto - Turquía, Arabia Saudita, EEUU, y Qatar. Por su parte, Rusia, e Irán, condenaron la reunión a la cual por otra parte, tampoco los kurdos sirios fueron invitados, ni el enviado de la ONU, Staffan De Mistura .

El Secretario de Estado de EEUU, John Kerry , efectuó ayer su pedido de “claridad” dentro de las próximas 48 horas, sobre los límites de las conversaciones de paz.

Staffan De Mistura, en conferencia desde Ginebra, anunció hoy la nueva fecha del 29 de enero, para iniciar las conversaciones. Mientras tanto, se hablaba también de una fecha tentativa, el 11 de febrero, para una reunión del grupo de apoyo internacional de países en favor de las conversaciones, llegado el caso de una eventual postergación total que significaría un retroceso a los esfuerzos diplomáticos de solución de la crisis.

Disputa sobre legitimidad

Las conversaciones mediadas por la ONU fueron puestas en duda dado el papel prominente de Ahrar Al Sham, una de las milicias extremistas sectarias, con estrechos vínculos con Al Nusra, filial siria de Al Qaeda, así como el rol del grupo armado de respaldo saudí Jaish Al Islam (Ejército del Islam).

Moscú y Damasco se oponen a la participación de las dos facciones sectarias, dada su condición de grupos terroristas respaldados por extranjeros.

Ante la insistencia de Moscú, las potencias mundiales involucradas en la creación de las conversaciones de paz, se propusieron la elaboración de una lista de grupos indeseables, para la cual nunca se llegó a un acuerdo, a excepción de la inclusión de "Estado islámico" (E.I.) y el Frente Al Nusra.

Las autoridades estadounidenses procurando abrir el juego en base a su sólida comunión con Arabia Saudita, han indicado que la prueba de fuego para la participación de los grupos extremistas radicales sería determinada por su relación probada con Al Nusra o E.I., así como su capacidad para trabajar con la oposición siria en general.

¿Diplomacia o terreno?

Mientras tanto, el apoyo saudita a armadas facciones sectarias, le da una posición clave en el avance o el bloqueo de las negociaciones de paz . Cabe preguntarse si las facciones rebeldes son capaces de maniobrar sin la aprobación de los saudíes, quienes se empeñan en luchar contra Irán por el dominio regional y derrocar al gobierno de Damasco.

Por su parte, el grupo surgido de las reuniones de Riad bajo la sigla HNC, acusa a Rusia de dictar que grupos pueden participar en las conversaciones. Así lo hicieron este sábado, mediante un comunicado conjunto, en el que también piden un alto a los bombardeos rusos en Siria.

Mientras tanto, el Ejercito Árabe Sirio y la resistencia nacional han seguido haciendo avances constantes en el campo de batalla en varios frentes. Landis argumenta que las fuerzas de Damasco ahora tienen la sartén por el mango y que su avance seguirá muy probablemente gracias a la sólida coordinación con el apoyo aéreo ruso.

Por esta razón, según el analista, el gobierno sirio está calculando que las negociaciones reales no se producirán en las conversaciones de paz, sino en el campo de batalla con diversas milicias. En lugar de negociar con varios grupos, la estrategia del gobierno es negociar con las milicias locales caso por caso.

Este proceso sería similar a lo que ocurrió en Homs y Zabadani y también proporcionar algún alivio a las poblaciones asediadas. Mientras tanto, la lucha del gobierno contra los extremistas respaldados por extranjeros continuaría hasta que sean expulsados de Siria.

Los kurdos de Siria

El vicepresidente estadounidense, Joe Biden estuvo en Ankara el sábado, presionando a los turcos para abandonar sus demandas de que los kurdos sirios sean excluidos de las conversaciones, y marcando una diferencia para EEUU, entre estos y el PKK, partido kurdo en Turquía, frente al cual respaldo a Ankara en definirlos como terroristas.

Turquía considera que el partido PYD kurdo de Siria, y su brazo armado el YPG, como grupo terrorista vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha llevado a cabo más de tres décadas de lucha por mayores derechos de los kurdos en Turquía.

Los kurdos sirios, merced al apoyo de Washington y los medios occidentales, son ampliamente reconocidos como un muy eficiente grupo de lucha contra las fuerzas terrestres de E.I. en Siria. Sin embargo, Ankara ha amenazado con retirarse de las conversaciones si el PYD sirio es incluido. Rusia, por su parte, insiste en la participación del PYD.

La cuestión de los kurdos se complica por la expansión del territorio bajo su control, ya que se han beneficiado de los ataques aéreos contra E.I. y demás extremistas, en el frente norte, cerca de la frontera con Turquía.

Los grupos extremistas sectarios anti-Damasco también están en gran medida contra la participación kurda en las conversaciones de paz. Ellos acusan a los kurdos de estar cercanos a Al Asad y están en contra de la postura izquierdista y la agenda secularista del PYD.