Construyen una biblioteca muy particular

El proyecto tiene como objetivo proteger el patrimonio cultural del país. Todo comenzó cuando el joven, Abu Malek y unos amigos advirtieron que a causa de los conflictos se estaba dejando en el suelo cientos de monumentos, bibliotecas y centros de estudios de su ciudad y del resto de la región.

No quisieron quedarse de brazos cruzados, por eso se organizaron e hicieron grupos para explorar las calles buscando libros que quedaran entre los escombros. Primero formaron una bodega de libros, luego el proyecto fue creciendo y hoy en día ya es una biblioteca pública que cuenta con más de 11 mil ejemplares a su disposición.

“Tuvimos la idea de recuperar los libros que estaban bajo los escombros. Nos preocupamos de anotar en qué casas habían sido encontrados, para luego contactar a sus dueños. También recogimos libros que no se han quemado en las bibliotecas y librerías de la ciudad. Es una manera de salvar nuestro patrimonio cultural”, cuenta Malek a EFE.

La biblioteca se encuentra en un sótano de 200 metros cuadrados, en la ciudad de Daraya, donde la gente puede entrar, sentarse y disfrutar de algún texto. Hay dos salas: una de lectura, con las estanterías de libros, y otra de conferencias.

“Tenemos obras árabes y extranjeras de literatura, filosofía y teología. Hemos creado un espacio para la lectura y el estudio mediante la instalación de mesas y sillas en el interior de la biblioteca”

Junto a la obra de Cervantes pueden encontrarse otros libros, como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, en una colección de 11.000 volúmenes, originarios de librerías y bibliotecas personales de lectores.

Este gesto, fruto de gente que se preocupa por hacer obras de bien, ha dado nuevas esperanzas a quienes sufren los conflictos impuestos por otros. Así, uno de los logros de la biblioteca ha sido acercar los libros a aquellas personas menos formadas.