Amanecer de Idleb

Agosto de 2019 estuvo marcado por importantes cambios en la línea del frente en el noroeste de Siria.

El mes comenzó con una declaración del liderazgo del Frente Al Nusra de que el grupo terrorista, la facción más poderosa en Idleb y anteriormente la rama oficial de Al Qaeda en el país, rechazaba el acuerdo de la zona de desmilitarización de Idleb y no retiraría un solo combatiente o arma del área “más allá de la voluntad de los enemigos o los amigos”.

La agrupación fanática declaró que es su deber defender lo que llamó “áreas liberadas”.

Impracticable distensión

La retirada de militantes radicales y equipo pesado de la zona desmilitarizada de 20 kilómetros de profundidad acordada en el marco de las conversaciones de Astana fue la demanda clave del acuerdo de septiembre de 2018 destinado a reducir la situación en la línea de contacto entre el Ejército Árabe Sirio (EAS) y la llamada oposición en el noroeste de Siria.

Sin embargo, este acuerdo nunca ha sido cumplido por Al Nusra, otros grupos vinculados a Al Qaeda, o incluso formaciones respaldadas por Turquía.

Ellos vieron el acuerdo, así como el establecimiento de puestos militares turcos (mapa ) que observaban el supuesto cese del fuego, como una especie de escudo diplomático que les permitía atacar al EAS y prohibirle que respondiera.

Esto convirtió el acuerdo de desmilitarización en una fuente de tensiones constantes y acusaciones en competencia.

Además, Al Nusra utilizó la calma obtenida en la batalla con el EAS para consolidar su control del área del Gran Idleb. Según el presidente ruso, Vladimir Putin, antes del establecimiento de la zona desmilitarizada, los terroristas controlaban el 50 por ciento del territorio del cantón, mientras que hasta hace poco, el 90 por ciento del territorio de Idleb estaba controlado por terroristas.

Alternativas sirias

Para las fuerzas sirias, había tres formas de lidiar con esta situación:

En primer lugar, y la más preferida por los armados y sus partidarios extranjeros, el EAS dejaría de responder a las violaciones del alto el fuego y continuaría absorbiendo bajas (militares y civiles) en silencio.

Segundo, la correcta implementación del acuerdo Idleb por el cual los militantes radicales y las armas pesadas serían retirados de la zona desmilitarizada y el régimen de alto el fuego sería obedecido, dando así un paso importante en el camino hacia la distensión de la situación en el noroeste de Siria.

Tercero, el EAS reanudaría las operaciones contra los militantes radicales, eliminando la amenaza e imponiendo la desmilitarización por la fuerza.

Dichas opciones predeterminaron los sucesivos desarrollos en el área.

En el período de abril a julio, el EAS y sus aliados hicieron una serie de avances limitados en el noroeste de Hama y el sur de Idleb, liberando la ciudad de Kafr Nabudah y varias aldeas cercanas. Durante el mismo período, el gobierno de Damasco, respaldado por Rusia e Irán, propuso varios ceses al fuego que brindaban a los militantes y sus patrocinadores múltiples oportunidades para comenzar a cumplir los términos y condiciones del acuerdo.

Sin embargo, Al Nusra y otros grupos terroristas aparentemente interpretaron estas propuestas como signos de debilidad. Pues estaban equivocados.

Agosto liberador

El 7 de agosto, las fuerzas nacionales reanudaron las operaciones ofensivas que liberaron las aldeas de Al-Zakah y Arbain en el norte de Hama.

El 8 de agosto, el EAS liberó al-Sakhr, al-Jaysat y Tell Sakhar. El control de la altura importante de Tell Sakhar permitió a las fuerzas sirias incrementar la presión sobre los militantes en la ciudad de Hobeit y asegurar Hamamiat.

Para el 11 de agosto, el EAS había liberado Hobeit, así como Sukayk, Tall Sukayk y Mughar Al-Hamam (más detalles ).

A pesar de los múltiples refuerzos desplegados por grupos respaldados por Turquía, integrados en la coalición conocida como Frente Nacional de Liberación (NFL), la defensa de los armados comenzó a colapsar.

Para el 19 de agosto, el EAS, las Fuerzas Tigre y las Fuerzas de Defensa Nacional habían flanqueado la fortaleza militante de Khan Shaykhun desde la dirección noroeste al liberar Tal Nar y las aldeas cercanas. Los armados, que incluso emplearon sistemas anti-aéreos portátiles (MANPAD ) para defenderse de la ofensiva siria, lograron el 15 de agosto derribar un avión de combate Su-22 de la Fuerza Aérea Siria en el sur de Idleb, pero esto no fue suficiente.

Entre el 15 y el 18 de agosto, el EAS repelió varios contraataques de los grupos armados, que involucraban a terroristas suicidas, en las áreas de Sukayk y Tal Nar, y a su vez llegó a la entrada de Khan Shaykhun.

El 19 de agosto, Turquía hizo un último y feroz intento por rescatar a militantes en el norte de Hama. Ankara envió hacia Khan Shaykhun un gran convoy militar de al menos 28 piezas de equipo militar, incluidos 7 tanques de guerra. Miembros de grupos militantes respaldados por Turquía acompañaron al convoy.

El plan era establecer un punto de observación cerca de Khan Shaykhun y usar tropas turcas como escudos humanos para defender a los armados allí. Sin embargo, no se permitió que el convoy alcanzara el objetivo.

El EAS cortó la carretera que conduce a Khan Shaykhun mientras la Fuerza Aérea Siria llevó a cabo varios ataques a lo largo del camino del convoy turco cerca de Heish, matando al menos a un comandante militante y destruyendo un vehículo armado con ametralladora.

El 21 de agosto, las fuerzas gubernamentales liberaron Khan Shaykhun y rodearon por completo las posiciones de los militantes en el norte de Hama (más detalles ).

El 23 de agosto, las fuerzas nacionales liberaron por completo el mini-cantón recién creado, incluidas las ciudades de Lataminah, Morek y Kafr Zita. Para entonces, la mayoría de los terroristas ya habían huido del área hacia sus posiciones al norte de Khan Shaykhun.

El Ejército Árabe Sirio liberó por completo el norte de Hama (mapa ).

Estratégica victoria

Si bien ambas partes proporcionan números muy sobreestimados de las bajas enemigas, fotos y videos del área muestran que más de 20 piezas de equipo militar de los terroristas fueron destruidas.

Khan Shaykhun se hizo ampliamente conocido en todo el mundo en 2017 después de que el liderazgo de EEUU utilizara la provocación química organizada en la ciudad controlada por los armados para llevar a cabo un ataque masivo de misiles contra la Base Aérea Shayrat de la Fuerza Aérea Siria.

Desde entonces, la ciudad ha sido un símbolo visible del éxito de las organizaciones de propaganda respaldadas por Occidente, en primer lugar los llamados “Cascos Blancos ”, que operan en Siria y trabajan para promover la agenda occidental de cambio de régimen. Por lo tanto, su liberación se convirtió en una importante victoria simbólica para Damasco y sus aliados.

Desde el punto de vista militar, el EAS aseguró una parte importante de la carretera M5 y amplió una zona de amortiguamiento en la frontera inter-provincial Hama-Idleb. Anteriormente, los terroristas usaban activamente sus posiciones en el norte de Hama para bombardear áreas controladas por el gobierno. Las ciudades de Ma’ardah, Suqaylabiyah, Qamhanah y Salhab se encontraban entre los objetivos más frecuentes de bombardeos terroristas, que provocaron decenas de bajas civiles solo durante los últimos meses.

Además Al Nusra perdió una gran parte de su infraestructura de defensa en el sur del cantón de Idleb. Khan Shaykhun, ubicado directamente en la carretera M5, era un importante centro logístico que permitía a los grupos radicales reabastecer a sus combatientes en la línea del frente, mientras que Lataminah, Morek y Kafr Zita eran importantes bastiones.

Llenas de túneles subterráneos y depósitos de armas, estas ciudades fueron las fortificaciones centrales de los terroristas en el área. El centro de comando de Jaysh al-Izza, el principal aliado de Al Nusra en el norte de Hama, también se encontraba allí. El grupo, que ahora ha perdido todas sus áreas, se ha convertido en una especie de tribu nómada dentro del gran cantón terrorista.

Resultado y prospectiva

El EAS y sus aliados demostraron que son capaces de asestar un golpe militar a los extremistas atrincherados en Idleb y que la razón clave de su paciencia en los meses anteriores fueron los múltiples intentos de resolver el conflicto y reducir la situación por medios diplomáticos.

El factor clave que se opone a este escenario sigue siendo el mismo: la incapacidad de la llamada “oposición moderada”, respaldada por Turquía, para separarse de los (otros) terroristas (declarados).

Es evidente que estos grupos están profundamente integrados y hasta el momento han demostrado ser exactamente la misma cosa.

Si nada cambia a este respecto, otra ronda de hostilidades en el cantón de Idleb es inevitable.