Nuevo alto el fuego en Yemen
Horas antes del inicio de la tregua, los combates se recrudecieron en varias zonas del país y al menos 30 personas fallecieron y decenas resultaron heridas.
Un alto el fuego pactado entre el gobierno yemení y el grupo Ansarullah entró en vigor a la medianoche de este domingo, como paso previo a las conversaciones de paz que están previstas den comienzo dentro de una semana en Kuwait.
Como era de esperar, antes del inicio de la tregua los combates se recrudecieron en varias zonas del país. Los combates arreciaron en las provincias de Al Yuf y Al Maareb, en el norte del país; en Taez, en el suroeste, y Al Dalea, en el sur, y con menor intensidad en otras regiones del país.
Estas acciones fueron precedidas por ataques de Ansarullah contra posiciones saudíes en la provincia de Al Yawf, utilizando misiles tipo Tochka adquiridos durante por Yemen del Sur durante el conflicto que sostuvo con Yemen del Norte en la década de 1970.
Por su parte, "Las fuerzas de la coalición se comprometen a suspender las hostilidades a partir de las 23:59 horas (20:50 GMT) del día 10 de abril, pero se reservan el derecho a responder a cualquier violación del alto el fuego", advirtió un comunicado del comando de la coalición militar que lidera Arabia Saudí.
De la mesa de negociaciones al conflicto en el terreno
Este es el quinto cese de hostilidades acordado desde el comienzo de la intervención militar saudí en marzo de 2015. Durante el último año han muerto más de 3.000 civiles -según datos de la ONU- y la situación humanitaria es desesperante para la población de las zonas afectadas por la violencia.
Si el presente cese de hostilidades es respetado por las partes beligerantes, está previsto que la nueva ronda de negociaciones inicie el próximo 18 de abril, con el auspicio de la ONU y el Consejo de Cooperación del Golfo.
Tanto el organismo internacional como el gobierno yemení han destacado la necesidad de la aplicación de la resolución 2216 del Consejo de Seguridad, que estipula la retirada de Ansarullah de las localidades urbanas, la entrega del armamento pesado, su abandono de las instituciones gubernamentales, y la reanudación del diálogo político.
El coordinador para los Asuntos Humanitarios de la ONU en Yemen, Jamie McGoldrick, expresó su deseo de que ambas partes respeten el alto el fuego y permitan el acceso de las organizaciones humanitarias a las zonas más golpeadas por los combates.
Condiciones de alto el fuego
El documento que establece el fuego en Yemen incluye 20 capítulos, y fue publicado el pasado viernes en varios medios de comunicación. Entre los puntos más salientes e destacan:
1. Las partes yemeníes, Ansarullah y el Congreso General del Pueblo (CGP), han aceptado la tregua a partir del 10 de abril a las 23:59 horas de Saná.
2. La tregua se observará tanto en tierra, como en mar y aire.
3. Los comandantes militares deben negociar el cese de los conflictos y la retirada de las tropas.
4. Sólo están permitidas las maniobras militares defensivas para rechazar ataques directos.
5. Se debe garantizar el libre acceso de las misiones de ayuda humanitaria a todo Yemen.
6. Con el inicio de la tregua, las partes deben allanar el terreno para alcanzar una solución política.
7. Cada parte debe elegir 4 militares de alto rango, y otros 2 de rango medio, para participar como representante de las partes yemeníes en el Comité de Alto el Fuego.
8. Al mismo tiempo serán formados comités locales para consolidar el alto el fuego en las provincias de Taiz, Shabwa, Marib, Al Bayda y Al Zale.
Asistencia israelí
Un informe de la televisión yemenita Al Massira indicó que la agencia de inteligencia geoestratégica estadounidense Stratfor reveló una serie de detalles sobre la base militar israelí cerca de Bab El Mandeb y su participación en el conflicto yemení.
Según datos aportados, Israel secundó la ofensiva saudí de forma secreta desde su base militar en el archipiélago Dahlak, ubicada al suroeste de Yemen. La participación de los cazas israelíes en los ataques aéreos de septiembre de 2015 contra la ciudad portuaria de Mocha, en la provincia yemenita de Taiz, dejó un saldo de 88 civiles muertos.
El informe también se refirió a las actividades de espionaje que Israel desarrolla en el mencionado archipiélago, por medio de las cuales brindó de manera recurrente apoyos informativos a las autoridades saudíes.
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