Inician en Suecia conversaciones sobre Yemen

Las partes en conflicto acordaron este jueves liberar a miles de personas, en el marco de conversaciones mediadas por la ONU que intentan detener la guerra.

La jornada inicial en la ciudad de Rimbo -un pintoresco pueblo a unos 60 kilómetros al norte de Estocolmo- refleja lo que el mediador de la ONU describió como un comienzo esperanzador para las primeras conversaciones de paz en años que buscan poner fin a una guerra que ha llevado a millones de personas al borde de la inanición.

El mediador de la ONU, Martin Griffiths, dijo en conferencia de prensa en un castillo renovado en las afueras de la capital sueca, que el mero hecho de traer a ambos bandos a la mesa es un hito importante.

La conflagración en el país árabe más meridional de la península, ha matado a decenas de miles de personas y ha generado lo que las Naciones Unidas consideran la crisis humanitaria más grave del mundo, desde que una coalición árabe apoyada por EEUU y liderada por Arabia Saudita intervino en 2015 para restaurar un gobierno de Abedrabbo Mansour Hadi derrocado por el movimiento Ansarullah de las milicias Houthi, alineado con Irán.

No se han celebrado conversaciones desde 2016, y el último intento en Ginebra en septiembre fracasó cuando los houthis no asistieron por no contar con las garantías de que se les permitiese el retorno al país.

Griffiths dijo que el intercambio de prisioneros acordado al inicio de las conversaciones reuniría a miles de familias. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, al menos 5000 personas serían liberadas.

La guerra, ampliamente vista en toda la región como un conflicto indirecto entre Riad y Teherán, ha estado estancada durante años, amenazando las líneas de suministro para alimentar a casi 30 millones de habitantes.

El movimiento Ansarullah controla la capital Sanaa y las áreas más pobladas, mientras que el gobierno derrocado, con sede en la ciudad sureña de Adén, ha luchado para avanzar a pesar de la ayuda de Arabia Saudita y sus aliados árabes regionales y occidentales internacionales (Washington & co.).

El sufrimiento humanitario en uno de los países con mayor índice de pobreza en el mundo se ha sumado a la presión sobre las partes para que pongan fin al conflicto, sin olvidar que también Yemen sufre –aunque en zonas poco pobladas- el flagelo de la presencia extremista de Al Qaeda y DAESH (ISIS) .

Negociaciones y efecto Khashoggi

La indignación surgida tras la alta difusión mediática del asesinato el 2 de octubre del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, también parece haber socavado el apoyo occidental a las actividades regionales de Riad.

Se espera que los diplomáticos se muevan entre las partes en conflicto para discutir otros pasos de fomento de la confianza con miras a la formación de un órgano de gobierno de transición, dijo una fuente de la ONU.

Los anfitriones suecos pidieron conversaciones constructivas para poner fin a lo que la ministra de Relaciones Exteriores, Margot Wallstrom, llamó una "catástrofe". El mediador internacional Griffiths, flanqueado por las dos delegaciones, las instó a no abandonar los esfuerzos de la cumbre.

Griffiths quiere un acuerdo para reabrir el aeropuerto de Sanaa, apuntalar el banco central y asegurar una tregua en Hodeidah, el puerto principal del país, en manos de Ansarullah, actualmente en el foco de la guerra luego que la coalición saudita lanzara una cruenta campaña para capturarlo este año, generando el sufrimiento de más de 150 mil civiles atrapados en la ciudad.

Los primeros pasos serían establecer un alto el fuego para detener los ataques aéreos de la coalición que han matado a miles de civiles, y los consecuentes ataques de misiles de los hutíes sobre ciudades saudíes.

Una fuente de la ONU dijo que ambas partes aún están lejos de llegar a un acuerdo sobre los tres temas, especialmente sobre quién debería administrar el puerto de Hodeidah y si Ansarullah debería abandonar la ciudad por completo. "Hodeidah es muy complejo", dijo la fuente.

Asalto a gran escala

Las Naciones Unidas están tratando de evitar un asalto a gran escala contra Hodeidah, el punto de entrada para la mayoría de los bienes comerciales y la ayuda internacional para Yemen. Ambos bandos han reforzado sus posiciones en la costera ciudad del Mar Rojo en batallas esporádicas después de una desescalada el mes pasado.

La otra ruta principal dentro y fuera del territorio controlado por Ansarullah es el aeropuerto de Sanaa, pero el acceso está restringido por la coalición saudita que controla el espacio aéreo.

El jefe del Comité Revolucionario Supremo de Ansarullah, Mohammed Ali al-Houthi, dijo en un mensaje de Twitter que si no se llega a un acuerdo para reabrir el aeropuerto, el movimiento podría bloquear el mismo en tierra, cortando todo el tráfico, incluidos los vuelos de la ONU.

Perspectivas

Si bien muchos de los involucrados en las negociaciones siguen siendo escépticos sobre la definición de un acuerdo de paz duradero tras las conversaciones, Griffiths mantiene el optimismo sosteniendo que el contacto entre las dos partes les acerca a un acuerdo político.

Sin embargo la mayoría de los expertos indican que más allá de este primer avance, la evolución positiva del proceso negociador se ve comprometida ya que las fuentes en ambos campos se han mantenido firmes en sus demandas en Suecia, mientras las batallas continúan en el país, particularmente en el frente de Hodeida.