Informe Especial: Omán
La décima segunda entrega del informe especial: El Mundo Árabe según occidente, está dedicado a Omán. Poco se sabe de este país por su aparente poca relevancia para el sistema internacional. A pesar de esto, su ubicación es estratégica y se condice con una relevancia geopolítica, de la cual EEUU ha tomado nota y manifiesta en el tamaño de su ayuda militar al país peninsular.
Polity IV analiza las características de gobierno, y calificó a Omán en 2010 con una puntuación de -8 (autocracia). La calificación denota un tipo de gobierno donde la participación ciudadana es limitada o reprimida, el poder ejecutivo es elegido por la elite política a través de reglas preestablecidas (normalmente hereditario) y el balance de poder es inexistente. La calificación alcanzada por el país es similar a la obtenida por Irán, Kuwait, Libia y Siria. Para describir la gobernabilidad del país, el informe hace hincapié en 3 dimensiones: elección presidencial, límites al poder presidencial, y participación política.
Con respecto al primer punto, elección presidencial, el informe describe el proceso de selección presidencial como adjudicado. Específicamente, se resalta la existencia de un gobierno monárquico y hereditario dirigido por la familia Al Abu Said desde el Siglo XVIII. Qaboos bin Said Al Bu Said, el actual sultán, gobierna el país desde 1970 cuando derrocó a su padre, Said Ibn Taimur, por medio de un golpe de palacio.
Sobre al segundo punto, límites al poder presidencial, el documento destaca la ausencia de límites efectivos al poder ejecutivo. En principio, el sultán concentra las funciones de primer ministro, ministro de relaciones exteriores y defensa. En un segundo plano se destaca la ausencia de un poder legislativo, efectivizando la concentración del poder de decisión en el sultán. Por otro lado, y en comparación con la demás monarquías de la región, el único límite al poder ejecutivo proviene de los líderes tribales.
En referencia al tercer punto, participación política, es descrita como restringida. En ese sentido se destaca la prohibición de partidos políticos y las constantes violaciones de derechos humanos. Todo eso a pesar de la aprobación del Decreto Base de Omán que protege ciertos derechos, y la extensión del voto a todos los mayores de 21 años. También se destaca la presencia de una tercera denominación religiosa (ibadí), de la cual la familia reinante es parte, que disputa la representación política de la sociedad con las corrientes sunnita y shiíta.
Transparency International mide niveles de corrupción percibida, y calificó a Omán en 2014 con una nota de 45 puntos (poco corrupto), valiéndole el puesto 64 entre 175 países observados. En términos comparados, en el país se perciben niveles de corrupción similares a los de Turquía y Macedonia.
Sobre el control de corrupción, el organismo otorga a Omán una calificación de 0,36 puntos (escala +/-2,5). En otras palabras, hay una relación negativa entre los oficiales públicos y el beneficio privado. Quiero decir, el empleado público omaní no está dispuesto a ser corrompido. Esto evidencia la efectividad del control central del sultán, la gravedad con la cual la falta puede ser penada, o la presencia de una cultura de la no corrupción. Debido a la falta de datos adicionales, ninguna hipótesis puede ser confirmada.
Visión de la Humanidad estima niveles de conflictividad estatal, y asignó a Omán en 2013 una calificación de 1,889 puntos (poca conflictividad), ubicándolo en el puesto 59 entre 162 países. El organismo estima que ese nivel de conflictividad acarrea un con un costo u$s 13.055 millones.
Entre los indicadores que componen el índice, se destaca gasto militar por su baja calificación (4,6/5), seguido de cerca por oficiales de seguridad y acceso a las armas pequeñas y las armas ligeras (4,0/5). Estos tres índices ayudan a explicar el alto gasto asociado con una baja conflictividad. Quiero decir, la ayuda militar de EEUU a Omán destinado a la lucha contra la piratería, específicamente al monitoreo y control de sus fronteras, es responsable por gran parte de los u$s 13.055 millones.
La organización también mide la actividad terrorista en ambos países, ubica a Omán en el puesto 124 entre 162 países, y destaca la ausencia de actividad terrorista en el país.
Naciones Unidas elabora anualmente el Índice de Desarrollo Humano para asesorar las capacidades de crecimiento al alcance de los ciudadanos de cada país. Omán recibió en 2014 una calificación de 0,783 puntos (alto desarrollo humano), alcanzando el puesto 56 entre 187 países. En términos comparados, el país refleja un marcado progreso similar al de Jordania y Líbano a partir de 2010.
El documento resalta que en línea con las tendencias mundiales, la calificación de Omán entre 2005 y 2013 describió una tendencia positiva, acumulando durante el período un crecimiento del 6,8%. Además, se destaca que para el período 1980-2013 el indicador años de escolaridad esperada (400%), seguido por PBI per cápita tuvo el mayor crecimiento (100%) y expectativa de vida (50%).
Con respecto a la pérdida de desarrollo humano generado por la desigualdad de género, el informe ubicó a Omán en el puesto 64 entre 149 países con un puntaje de 0,348. Se destaca que 9,6% de los asientos parlamentarios son ocupados por mujeres, mientras que el 47,2% alcanzó una educación secundaria y el 28,6% participa del mercado laboral (en comparación con el 57,1% y 81,8% de los hombres, respectivamente).
Progreso Social Indispensable evalúa multidimensionalmente las condiciones generales de vida, y debido a la falta de datos para las dimensiones necesidades humanas y oportunidades, Omán no recibió una calificación general para el año 2014.
Por otro lado, el organismo sí pudo recopilar los datos necesarios para la dimensión fundamentos del bienestar, la cual recibió la calificación de 70,47 puntos. A pesar de que la categoría acceso a conocimientos básicos recibió una calificación de 94,62 puntos, no pudo contrarrestar la baja calificación asignada a las demás categorías: acceso a la información y las comunicaciones, salud y bienestar, y sustentabilidad del ecosistema.
Por último, las calificaciones asignadas a las categorías para las cuales se pudieron obtener los datos necesarios para construir la medición de las mismas, se encuentran todas por debajo de las obtenidas por países con similares PIB (Producto Bruto Interno).
El último índice es elaborado por Happy Planet , evalúa la capacidad del estado para garantizar vidas largas, felices y sustentables. Omán es parte del grupo de países que no recibió calificación durante 2014, junto con Guinea-Bissau, Gabón, Congo, Somalia, Eritrea, Corea del Norte, Corea del Sur, y Papúa Nueva Guinea.
En conclusión, y de acuerdo con los datos ofrecidos por los índices analizados, Omán es un país autocrático, poco corrupto, poco conflictivos y alto desarrollo humano.
Nota: Haga click aquí para visitar la introducción de este informe especial y encontrar una descripción de los objetivos e índices
Noticias relacionadas
-
Líderes libios discuten sobre unificación de la institución militar
-
Libia reanuda producción petrolera
-
Argelia celebró el 60º aniversario de la independencia
-
Miles de mujeres del Mundo Árabe organizan una huelga generalizada contra los recientes crímenes ‘patriarcales’
-
Emiratos Árabes Unidos: Falleció el jeque Jalifa bin Zayed