Informe Especial: Iraq

Polity IV  analiza las características de gobierno, y calificó a Iraq  en 2010 con una puntuación de 3 (anocracia). La anocracia es una categoría intermedia entre democracia y autocracia, donde colisionan incoherentemente características de ambos tipos de gobierno. En términos comparados con el resto de los estados de la región, Iraq recibió una calificación apenas mejor que Argelia (2).

Iraq adoptó en 2005 una nueva constitución y adoptó el proceso electoral como medio para la elección del ejecutivo. La ley electoral fue reformada en 2009 e implementada en 2010, y es descrita por Polity IV como transicional o participación restringida. Si bien las elecciones han sido llevadas a cabo de manera ordenada, la violencia sectaria ha dificultado su completa implementación.

Los límites al poder ejecutivo son moderados, a pesar de que la oficina del Primer Ministro concentre un alto grado de autoridad, porque el ejecutivo para mantener su posición debe encontrar un delicado balance entre las comunidades sunní y shiíta. Por otro lado, el poder legislativo, y especialmente el poder judicial, son instituciones débiles, inoperantes y clientelistas.

La participación política es sectaria/restringida, porque Iraq es un estado en los papeles pero no en la práctica. Quiero decir, el poder político se construye a partir de afiliaciones religiosas, donde la mayoría shiíta, históricamente reprimida, solo acepta una participación mínima de miembros de las comunidades sunní y kurda. La región autónoma kurda en el norte del país deja al desnudo la profundidad del quiebre político en Iraq.

Transparency International  mide niveles de corrupción percibida, y calificó con 16 puntos (alta corrupción) a Iraq  en 2014. Esa calificación le valió el puesto 170 entre 175 países observados, ubicándose en el último pelotón por detrás de Libia y por delante de Sudán.

Sobre el control de corrupción, Iraq obtuvo una calificación de -1,32 puntos (escala +/-2,5). En otras palabras, hay una fuerte correlación entre el ejercicio de una oficina pública y el beneficio privado. En el país, el acceso al presupuesto es pequeño o ninguno, y recibió cero puntos en esta categoría.

Visión de la Humanidad  estima niveles de conflictividad estatal, y asignó a Iraq  en 2014 una calificación de 3,444 puntos (muy conflictivo). Esa nota le valió el puesto 161 entre 162 países, con un costo estimado de la violencia de u$s 149.630 millones.

Por su mala calificación se destacan los indicadores criminalidad percibida en la sociedad, oficiales de seguridad y policía, acceso a las armas pequeñas y ligeras, intensidad de conflicto (interno), crímenes violentos, terror político, impacto terrorístico, y muertes por conflictos organizados (internos) (5/5). Por su buena calificación se destacan importaciones de armas, personal de las fuerzas armadas, exportaciones de armas convencionales, conflictos luchados y conflictos luchado (1/5).

Sobre la actividad terrorista, Iraq  obtuvo una calificación de 1 puntos (muy alto impacto), alcanzando el puesto 1 entre 162 países. Durante 2013 se denunciaron 2492 incidentes, 6362 víctimas fatales, 14947 lesiones y 812 propiedades dañadas producto de ataques terroristas.

El Índice de Desarrollo Humano  evalúa el crecimiento social, y en 2014 calificó a Iraq  con 0,642 puntos (medio desarrollo humano), alcanzando el puesto 120 entre 187 países. La calificación ubica al país por encima del promedio para los países de medio desarrollo (0,614), y por debajo del promedio para los países árabes (0,682).

En términos comparados, durante el período 1980-2010 el país refleja un progreso social similar al de Argelia y Túnez, registrando una mejora acumulada del 28,4%. El indicador años de escolaridad promedio mostró la mayor mejora, seguido por PBI per cápita; mientras que años de escolaridad esperados y expectativa de vida se mantuvieron estables.

Al corregir el índice por desigualdad, la calificación de Iraq cae un 21,4% a 0,505 puntos, una caída menor al promedio de países con similar desarrollo y al promedio para países árabes. Con respecto al índice de desigualdad de género el país obtuvo una calificación de 0,542 puntos (alta desigualdad), ubicándose el puesto 120 entre 149 países. Se destaca que las mujeres ocupan el 25,2% de los asientos parlamentarios, el 22% alcanzó el nivel de educación secundaria (50% menos que los hombres), y el 14,7% participa del mercado laboral (75% menos que los hombres).

Progreso Social Indispensable  evalúa las condiciones generales de vida e Iraq   recibió en 2014 una calificación de 48,35 puntos (bajo progreso). En comparación con países de similar producto bruto interno (Argelia, Brasil, Líbano e Irán), el país se encuentra por debajo del promedio.

La dimensión mejor calificada es necesidades humanas básicas con 63,11 puntos, seguida por fundamentos del bienestar con 55,29 puntos y más rezagada le sigue la dimensión oportunidades con 26,67 puntos. Llama particularmente la atención que ninguna dimensión, categoría o indicador obtenga una calificación mejor que la de sus pares.

Happy Planet  evalúa la capacidad del estado para garantizar vidas largas, felices y sustentables, y calificó a Iraq con 49,2 puntos (feliz), ubicándolo en el puesto 36 entre 151 países. La calificación promedio es producto de un bajo impacto ambiental (1,4 puntos), experiencia de bienestar buena (5 puntos) y expectativa de vida promedio (69 años). Tras ajustar por desigualdad, y reducir en 14 años la expectativa de vida, la clasificación general del país pierde 2 puestos (38).

En conclusión, y de acuerdo con los datos ofrecidos por los índices aquí presentados, Qatar es presentado como un país anocrático, muy corrupto y muy conflictivo, con un desarrollo humano medio y bajo progreso social, y una sociedad feliz.

Nota: Haga click aquí   para visitar la introducción de este informe especial y encontrar una descripción de los objetivos e índices.