Informe Especial: Cuarta Parte: Israel
La cuarta entrega del informe especial: El Mundo Árabe según occidente, está dedicada a Israel. Existe la tendencia a reconocer al país como la única democracia en la región, el ejemplo a seguir por sus vecinos. Todo ello a pesar de su discriminación contra palestinos, la ocupación de los Altos del Golán, y las continuas violaciones de la soberanía de los países limítrofes. Se puede objetar que la política externa debe ser separada de la doméstica, pero ello sería negar que la primera es un reflejo de la primera.
Polity IV evalúa la calidad de gobierno y otorgó en 2010 a Israel 10 puntos (democrático). La calificación es la más alta de la región y similar a la de Chipre, obteniendo un 10 en la categoría democracia y 0 en autocracia. En esta oportunidad queda en evidencia una de las críticas más fuertes al índice: omisión de la categoría participación. En otras palabras, al tomar como referencia a la constitución israelí solamente, las prácticas perjorativas contra la participación política de árabes y palestinos pasan inadvertidas en la evaluación del gobierno.
Con respecto a la elección del poder ejecutivo, el informe destaca a la libre y justa competitividad electoral como una de las características del gobierno israelí. En ese sentido, el informe resalta la instauración de la elección popular del Primer Ministro a partir de 1996, y las sucesivas victorias de la oposición en las elecciones de 1996, 1999 y 2001.
Con respecto a los límites al poder ejecutivo, el documento afirma que existe paridad entre los poderes o subordinación. Específicamente, el informe resalta que tanto el Primer Ministro como el Gabinete de Ministros son responsables por su gestión ante el Parlamento. El informe apunta hacia el normal funcionamiento de un sistema parlamentario, donde el voto de confianza ha sido efectivamente utilizado.
El gobierno israelí es de los más democráticos en la región. Sin embargo, todavía no ha resuelto su relación con la población palestina y árabe, cristiana y musulmana, a la cual en práctica no otorga los mismos derechos que al resto de sus ciudadanos. Por otro lado, la continua aparición de nuevos partidos políticos refleja una crisis de representación política.
Transparencia Internacional mide niveles de corrupción y calificó en 2014 a Israel con 60 puntos (corrupto). La calificación lo ubicó en el puesto 37 entre 175 países. En comparación con Líbano y Siria, el nivel de corrupción percibida es considerablemente menor, y similar a la de Chipre. En cuanto al control de la corrupción, Israel se ubica por encima del promedio, con una nota de 0.63 (escala -2.5 a 2.5).
En 2011, el organismo midió el secreto financiero, y otorgó a Israel 58/100 puntos. La calificación ubicó al país en el puesto 37 entre 71 países, y destacó la no aplicación de la Convención para Combatir el Soborno de Empleados Públicos Extranjeros en Intercambios Comerciales Internacionales, de la Organización para la Cooperación de Desarrollo Económico.
La percepción de la corrupción en Israel está por debajo del promedio mundial. La corrupción de empleados públicos no está bien vista por el electorado israelí, evidenciado por la resignación de Ehmud Olmert. Por otro lado, la no aplicación de los convenios firmados es una materia pendiente.
El tercer índice, Paz Global, estima el nivel de conflictividad estatal y otorgó en 2014 a Israel 2,689 puntos (conflictivo). Ese puntaje lo ubica en el puesto 149 entre 162 países, quinto entre los países incluidos en este informe, con un costo estimado de la violencia de u$s 22.105 millones.
Al observar con detalle los indicadores, armas nucleares y pesadas y exportaciones de armas son los que reciben la peor puntuación (5/5 puntos). De cerca le siguen, terror político, personal de las fuerzas armadas y personas desplazadas con 4/5 puntos. De acuerdo con el índice, otro factor relevante es voluntad de luchar con una puntuación perfecta (5/5 puntos).
El índice se complementa con mediciones sobre actividad terrorista en el país. Israel recibió una calificación de 4,66 puntos, ubicándose en el puesto 32 entre 162 países (actividad terrorista superior al promedio). El índice informó que durante el año 2013, ocurrieron 28 incidentes terroristas en Israel, con daño a la propiedad, lesionados y fatalidades.
En ambas mediciones Israel no se ubica en una posición privilegiada. La alta presencia de armas y mala relación con vecinos, el terrorismo político y gran número de personal militar, evidencian la voluntad combativa del país. Esa intención se reflejó en las continuas operaciones militares completadas durante 2014 en Palestina, Siria y Líbano.
El cuarto índice, Desarrollo Humano computa un promedio de bienestar y calificó a Israel en 2013 con 0,888 puntos (alto desarrollo humano), ubicándolo en el puesto 19 entre 187 países. El informe también resalta un crecimiento acumulado del 18.5 % entre 1980-2013, siendo años de escolaridad (27%) el indicador con la mayor evolución.
Por otro lado, expectativa de vida y producto bruto nacional muestran entre 1980 y 2013 una tendencia positiva similar. En comparación, el nivel de desarrollo humano de Israel aumentó a la par de Finlandia y sostiene hoy un nivel similar, apenas por encima del desarrollo humano registrado en Qatar.
Al corregir el índice de desarrollo humano por desigualdad, para observar la distribución del desarrollo humano, la calificación de Israel cae un 10.7% (0.793). En comparación, la perdida se encuentra 10 puntos por debajo de la media regional, y 2 puntos por debajo de la media para países con alto desarrollo humano.
Con respecto a la desigualdad de género, Israel recibe un puntaje de 0,101 en 2013, ubicándolo 17 entre 149 países. Este resultado se debe principalmente a la alta escolarización de mujeres (84.4%), y la elección de mujeres para 22.5% de los asientos parlamentarios. Además, el índice de desarrollo humano entre géneros es similar (0,879 para hombres y 0,893 para hombres).
Israel posee un nivel de desarrollo humano alto, comparable con las monarquías del golfo. A diferencia de las monarquías, la desigualdad de género es mínima y similar a la de países liberales. Por otro lado, el índice no contabiliza la sistemática discriminación contra palestinos y árabes.
El índice Progreso Social mide múltiples dimensiones de mejoramiento social . Para el año 2014 Israel recibe una puntuación de 71,40 puntos, ubicándolo en el puesto 39 entre 123 países. En comparación con países de similar producto bruto interno, Israel se encuentra por debajo. Ninguna de las 3 dimensiones que componen el índice se encuentra en igualdad de condiciones con otros países de similar desarrollo económico.
Las categorías sustentabilidad ambiental y tolerancia e inclusión reciben la peor calificación—35,28 y 33,72 puntos respectivamente. Todo eso evidencia lo que los índices anteriores ignoraban, la discriminación política y socioeconómica de palestinos y árabes, como también el rechazo de judíos disidentes. La categoría mejor calificada es agua y sanidad, que recibe una calificación perfecta 100/100 puntos.
Por último, a pesar de que la calificación de Israel se encuentra por debajo de la media con respecto a países de similar PBI, el Estado satisface las necesidades humanas básicas y fundamentos del bienestar. La provisión de oportunidades sin embargo, es menos satisfactoria, debido a la baja tolerancia e inclusión, como así también al pobre respecto de las libertades personales.
El sexto y último índice, Planeta Feliz, calcula la capacidad estatal para suministrar largas, felices y sustentables vidas. Israel recibió una calificación de 55,2 puntos (felicidad alta). Entre los 151 países, el país se ubica en el puesto 15, siendo expectativa de vida (81,6 años) la dimensión mejor calificada e impacto ambiental (4/10) la peor.
La corrección por desigualdad tuvo un impacto positivo sobre la calificación de Israel, subiendo 4 puestos la ubicación del país en la escala general. Este cambio refleja lo observado anteriormente por el índice de desarrollo humano, en su versión corregida por desigualdad y género.
A modo de resumen, y según los indicadores, Israel es un país con un gobierno democrático, conflictivo pero con baja corrupción. Además, posee un alto nivel de desarrollo humano y felicidad pero con un bajo progreso social.
En general, la imagen de Israel propuesta por los índices esconde varios detalles. Destaco la violación de la soberanía de sus vecinos (Siria, Líbano y Palestina), la participación en intervenciones militares, y la precaria situación política, económica y social de palestinos y árabes. Los índices tampoco reflejan el desplazamiento sistemático de palestinos, o la violación de acuerdos y convenios internacionales firmados.
Nota: Haga click aquí para visitar la introducción de este informe especial y encontrar una descripción de los objetivos e índices.
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