Cumbre Arabe en Kuwait

Kuwait aseguró hoy que toma todas las medidas necesarias, incluido un amplio plan de seguridad, para garantizar el éxito de la XXV cumbre ordinaria de la Liga Árabe (LA), que sesionará aquí la próxima semana. El director del Departamento de Relaciones Públicas y Guía Moral del Ministerio del Interior, Adel al-Hashash, señaló que las autoridades kuwaitíes conceden especial importancia a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno, sobre todo ante los acontecimientos que tienen lugar en la región.
 La Liga árabe está integrada por 22 Estados, aunque Siria fue suspendida en 2011 debido a presiones de países influyentes de la organización que favorecen la caída del gobierno de Bashar al-Assad.
 Al-Hashash, también director interino del Departamento de Seguridad de Prensa, destacó que el propio ministro kuwaití del Interior, jeque Mohammad al-Khalid al-Sabah, adoptó un ambicioso plan de seguridad para la conferencia que sesionará los días 25 y 26 del corriente mes en esta capital.
 Según explicó a medios locales el secretario general de la Liga Árabe, el egipcio Nabil el-Arabi, la cita tiene previsto presentar un vasto expediente con propuestas de enmiendas a la Carta fundacional del ente panárabe, que aporte una nueva visión para realzarlo y actualizarlo.
 La actual Carta no satisface, pues enarbola principios desfasados respecto a organizaciones regionales e internacionales que le impiden contener crisis y desafíos que han ido surgiendo en la región de Medio Oriente desde 2010, argumentó el-Arabi citado por la agencia oficial KUNA.
 Desde la cumbre árabe de 2004 realizada en Túnez, la LA adoptó dos importantes declaraciones relativas a modernizar sus instituciones y a fortalecer la solidaridad y cohesión entre las naciones miembros, de ahí la importancia de reformar o replantear la función de varios de sus órganos.
 Aspectos como derechos humanos, igualdad, promoción de las mujeres en las sociedades para que contribuyan a construir una economía sostenible, o la solución de conflictos, reciben un trato insuficiente, según varios países.
 También la Declaración de Doha, sede de la cumbre de 2009, apeló a crear una visión estratégica para unificar esfuerzos y encarar retos políticos, económicos y de seguridad.
 Reuniones efectuadas a instancia de cancilleres en 2011, cuando estallaron las revueltas en varios países árabes, y en 2012 llamaron a reformular las funciones de muchos organismos dentro de la Liga, en el afán de alcanzar las metas de desarrollo en esa comunidad para 2025.
 En ese sentido, en 2012 se creó un departamento de manejo de crisis en colaboración con la Unión Europea para dirimir disputas y darle seguimiento a contenciosos regionales y mundiales, y se aceptó una propuesta de Bahrein de constituir una Corte Árabe para los derechos humanos, aprobada en 2013.
 Actualmente, el ente panárabe procura establecer una red de intercambio de información y experiencias entre sus miembros para generar conciencia de la importancia de cumbres culturales.