Arabia Saudita: ataque contra shiíes refuerza temores de “boomerang” sectario

Los temores de "efecto boomerang" extremista y fanático proveniente de los conflictos en Siria e Irak, potencial sobre Arabia Saudita, han sido avivados por un ataque sectario mortal que mató a cinco personas en la festividad religiosa shiíta de Ashura.

Las autoridades saudíes anunciaron el 3 de noviembre la detención de 15 personas sospechosas de participar en lo que se designó como un tiroteo terrorista en una mezquita shiíta en Al Ahsa, provincia oriental del país, mientras que los principales líderes religiosos sunnitas condenaron el incidente, que los analistas han descrito como de mal agüero.

La cadena Al Arabiya TV describió el fuerte grupo de diez atacantes como ciudadanos saudíes, dirigidos por un hombre que había luchado en Irak y Siria.

Informes de Riyadh dijeron que tres asaltantes enmascarados dispararon ametralladoras y pistolas al azar sobre una multitud que abandonaba un Husseiniya (lugar de culto) en el pueblo de Al Dalwa en la víspera de la festividad el lunes. Cinco personas murieron y nueve resultaron heridas.

Funcionarios dijeron después que dos miembros de las fuerzas de seguridad saudíes y dos presuntos sicarios murieron en un tiroteo en Buraidah en la región de Qassim, en una operación de seguridad relacionada con el tiroteo en Al Ahsa.

El temor es que las tensiones sectarias desatadas por los conflictos regionales y el ascenso de los extremistas takfiríes de E.I. ahora representan una amenaza a la seguridad real dentro del muy conservador reino – justo cuando los combatientes que regresan de la guerra anti-soviética en Afganistán, respaldados por Arabia Saudí, y que luego conformaran Al Qaeda, fueran vistos como "efecto boomerang" en contra de la dinastía gobernante de los Saud.

Arabia Saudita ha sido culpada por el ascenso de E.I. financiando grupos sectarios armados que luchan para derrocar al presidente Al Asad, mientras miles de sus nacionales han luchado en Siria e Irak, muchos de ellos alentados por clérigos extremistas. En los últimos meses, sin embargo se ha impuesto controles más estrictos y se ha criminalizado la lucha en el extranjero, al tiempo que se anunciaban decenas de detenciones.

"Nunca antes ha habido un "exitoso" ataque terrorista contra los shiítas en el este Saudita, aunque había conspiraciones", dijo Toby Matthiesen de la Universidad de Cambridge, experto en el Golfo."Esto significa que el conflicto sectario en la región se ha extendido ya definitivamente a Arabia Saudita."

Ashura conmemora el asesinato y martirio del Imán Husein, nieto del profeta Mohammad, en la batalla de Karbala (actual Irak) en el siglo VII. El cisma posterior en el Islam, presente a la fecha, ha sido un desagradable componente de la llamada “primavera árabe”, especialmente en Irak, Siria y Bahrein, con la sunnita Arabia Saudita en firme competencia con el Irán shiíta y los intereses estratégicos de ambos amplificando animosidades sectarias.

Las protestas y ataques esporádicos contra las fuerzas de seguridad han atormentado áreas shiítas de la provincia oriental, rica en petróleo, donde la comunidad minoritaria se queja de la marginación y discriminación. Los musulmanes shiítas representan menos del 15% de los 20 millones de la población saudita.

Las tensiones se incrementaron en octubre pasado después de que un tribunal dictó una sentencia de muerte contra el principal clérigo shiíta del país, Nimr Baqir Al Nimr, encarcelado desde 2012 bajo cargos de perturbar la paz del reino en su papel de fuerza impulsora detrás de las manifestaciones antigubernamentales iniciadas en 2011.

Irán ha instado a los saudíes a no llevar a cabo la sentencia mientras que tanto en Arabia Saudita (ciudad de Qatif) como en Bahréin ha habido manifestaciones constantes condenando la decisión de la corte y en solidaridad con el clérigo encarcelado.

Si bien los medios iraníes en lengua árabe describieron el incidente de Al Ahsa como un ataque perpetrado por las autoridades saudíes,  los comentarios en los medios sociales sauditas instaron a rechazar el sectarismo, mientras que los disparos fueron condenados rápidamente como un "crimen atroz" por el consejo de eruditos religiosos de alto nivel, así como funcionarios del gobierno.

"Con la inminente ejecución de Nimr Baqir Al Nimr y el este último hecho en la víspera de Ashura, se configuró un signo muy malo y preocupante", añadió Matthiesen. "Pero también hay signos alentadores de muchos sunnitas denunciando los ataques."