Alto el fuego en Hodeidah

Las partes en conflicto de Yemen acordaron este jueves un alto el fuego para la ciudad de Hodeidah y su gobernación circundante, un gran avance que podría terminar con lo que la ONU llama "la peor crisis humanitaria del mundo".

Según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, las fuerzas de Ansarullah acordaron retirarse de la estratégica ciudad del oeste y ceder el control de tres de sus puertos, Hodeidah, Saleef y Ras Isa, que sirven de salvavidas para más de 18 millones de yemeníes que viven en territorio bajo control de la agrupación.

Como parte del acuerdo, los puertos quedarían bajo el control de las "fuerzas locales", que luego enviarían los ingresos de los puertos al Banco Central del país.

De esta forma, el Banco Central comenzaría luego a pagar los salarios de los empleados estatales en las áreas controladas por Ansarullah. Hasta 1,2 millones de funcionarios públicos no han recibido sus salarios en casi dos años, lo que dejó a los servicios de salud, educación y saneamiento sin personal ni recursos necesarios para mantenerlos en funcionamiento.

"Los acuerdos de hoy significan mucho. Este puede ser un punto de partida para la paz y para poner fin a la crisis humanitaria en Yemen", dijo Guterres a la prensa. "La guerra en Yemen ha durado cuatro años. Cuatro años devastadores de sufrimiento para el pueblo yemení”, agregó.

El acuerdo alcanzado se refiere al puerto y la ciudad de Hodeidah. Según sus terminos, permitirá una redistribución mutua de las fuerzas del puerto y la ciudad y el establecimiento de un alto el fuego en toda la gobernación.

Hicimos grandes concesiones por el bien del pueblo yemení porque Hodeidah es el último corredor que queda para salvar al país de esta inminente hambruna, dijo Mohammad Abdul Salam, vocero de Ansarullah.

Retirada en unos días

El enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, dijo que se esperaba que los rebeldes se retiraran del puerto "en unos días, y luego de la ciudad", y que ambas partes debían "retirarse" de sus líneas en este frente.

Dijo que el alto el fuego "abriría la carretera este-oeste [que conecta Hodeidah y Sanaa] para que una arteria humanitaria, crucial para el pueblo de Yemen, pueda comenzar a prestar ayuda".

Después de meses de batallas mortales en la ciudad, una alianza saudita-emiratí, que respalda al gobierno yemení, y los hutíes del movimiento Ansarullah, han acordado que solo puede haber una solución política al conflicto.

El acuerdo llega tras una semana de conversaciones a puertas cerradas en Rimbo (Suecia) entre las partes yemeníes y el mediador Griffiths,  buscando poner fin al conflicto que ha matado a unas 60 mil personas.

"Es obvio que la ONU desempeñará un papel importante en el puerto, probablemente un rol de monitoreo y administración del mismo", dijo Guterres y añadió que el acuerdo contemplaría el despliegue de fuerzas neutrales supervisadas por la ONU y el establecimiento de corredores humanitarios que mejorarían "las condiciones de vida de millones de yemeníes".

Aplausos

En un gesto altamente simbólico, el ministro de Relaciones Exteriores de Yemen, Khaled al-Yamani y el jefe de la delegación de Ansarullah, Mohammad Abdul Salam, sellaron el logro con un apretón de manos al final de la conferencia, en medio de un estrepitoso aplauso general.

"Dependemos de la comunidad internacional, la Cruz Roja y la oficina del enviado especial para garantizar la implementación de este acuerdo", dijo más tarde un sonriente al-Yamani.

Según Abdul Salam los hutíes han firmado el acuerdo de buena fe ya que esperan evitar la "hambruna galopante" que sufre el país.

Por otra parte, Guterres declaró a la prensa que las partes también habían alcanzado un "entendimiento mutuo" para aliviar la situación en la ciudad de Taiz, pero el jefe de la ONU no profundizó en detalles. "Esto llevará a la apertura de corredores humanitarios y la facilitación de bienes", dijo.

Otros avances: tema “prisioneros”

A principios de esta semana, las partes acordaron los términos de un intercambio de prisioneros a gran escala, según lo cual se espera que más de 16 mil prisioneros sean liberados en los próximos 30 días.

Sin embargo, no se alcanzó acuerdo sobre la reapertura del aeropuerto de Sanaa o sobre medidas económicas que son vitales para ayudar a la población del empobrecido país del sur de la península arábiga.

Según trascendidos, la próxima ronda de conversaciones que está programada para fines de enero, se centrará en un marco para negociar un proceso político.

¿Efecto Khashoggi?

La presión internacional para poner fin a la guerra ha aumentado desde el asesinato de Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post y opositor saudí.

El fuertemente difundido crimen del periodista generó indignación en las potencias occidentales, y en paralelo a aparentes intenciones de redistribución de los recursos de guerra en todo el globo, esta semana el Senado estadounidense se enfocó en cuestionar la asociación estratégica de Washington con Riad.

Al parecer gran parte del arco político estadounidense, habría decidido cortar los víveres de guerra al régimen responsable del asesinato de Khashoggi, a sabiendas (desde hace rato) que bajo la dirección del príncipe heredero Mohammed bin Salman, la coalición liderada por los saudíes ha llevado a cabo más de 18 mil bombardeos aéreos en bodas, funerales, escuelas y hospitales.

En ese marco, el Senado de EEUU votó hoy a favor de una resolución que ponga fin al respaldo de Estados Unidos a sus socios saudíes y su proyecto en Yemen. Sin embargo, para entrar en vigor dicha resolución aún deberá que contar con la aprobación de la Cámara de Representantes inferior, donde los siempre más belicistas republicanos tienen la mayoría.

Momento crucial

Las conversaciones en Suecia han llegado en un momento crítico para Yemen. La ONU considera que hasta 20 millones de personas viven en condiciones previas a la hambruna, con tan poca comida o dinero para comprar que están a un solo golpe económico de la inanición, mientras que hasta 250 mil ya están languideciendo.

La moneda nacional, el rial, se ha depreciado en casi un 180 por ciento en los últimos meses, mientras que los precios de los alimentos han aumentado en un promedio del 68 por ciento y el precio de los combustibles como la gasolina, el diesel y el gas de cocina ha aumentado sustancialmente; en un marco de debacle económica que ha empujado aún más al país hacia la inanición.

Según analistas especializados, los positivos pasos dados esta semana sin duda marcan un prometedor impulso, pero aún queda por delante la parte difícil que consiste en dedicar un duro trabajo a la tarea de convertir este primer acuerdo en un autentico, completo y duradero proceso de paz.