Aliado de EEUU en caída libre

El gobierno de Yemén, a cargo del Presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi y Primer Ministro Khalid Bahah, logró negociar un cese del fuego con milicias shiíes Houthis, luego de perder el control de una base militar, los accesos a la capital del país, y los medios de comunicación estatales. Ambos, Hadi y Bahah, continúan recluidos en sus residencias gubernamentales, desde donde negocian un fin a la violencia en el país.

Durante los enfrentamientos en el día de ayer (lunes), se registró un total de 9 muertos y 67 heridos. Esta es la segunda vez que las milicias toman  control de la capital desde septiembre del año pasado, aumentando la preocupación de Washington ante la debilidad de un aliado crucial en su lucha contra Al Qaeda.

Según informó Omar Al Saleh, corresponsal de Al Jazeera en Yemen, “Se espera que el Presidente, Primer Ministro y representantes de las milicias Houthis se reúnan en las próximas horas.”

El enfrentamiento es un nuevo capítulo que siguió al desorden político desatado por los Levantamientos Árabes de 2011. En esta oportunidad, el gobierno impulso una reforma constitucional para dividir el país en 6 unidades federales. El proyecto intenta apaciguar los intentos separatistas, y retomar el control de facto sobre la totalidad del territorio nacional.

La oposición a la reforma se hizo manifiesta con el secuestro del Jefe de Gabinete Ahmed Bin Mubarak el pasado sábado. Acto seguido, Mohammed Abdel-Salam explicó las demandas del grupo a través de un comunicado. “Hay que dejar a los sabios de esta población acordar el número y forma de las regiones,” afirmó el representante Houthi, mostrando una fuerte oposición al plan de 6 regiones federales propuesta desde el gobierno.

El continuo enfrentamiento entre el gobierno y las milicias continúa erosionando la influencia de EEUU sobre el país. Yemen es uno de los frentes más importantes para el gobierno estadounidense debido a la gran presencia de militantes del grupo Al Qaeda. Más importante aún, el duelo entre el gobierno y las milicias shií delata la falta de profundas reformas institucionales, a pesar de los cambios de nombre desde la salida de Saleh.

Por el momento, tanto el Presidente como el Primer Ministro continúan atrincherados en sus residencias gubernamentales. Al mismo tiempo, Al Qaeda emitió comunicados acusando a las milicias de facilitar los objetivos de EEUU en el país, amenazando con ejecutar nuevos actos de violencia.

Contexto

Saleh practicó el nepotismo para poner a miembros de la comunidad shiíta en los puestos de poder, y garantizar cierta estabilidad. Su gobierno culminó con los Levantamientos Árabes en 2012, y un gobierno de transición fue auspiciado por el Consejo de Cooperación del Golfo.

El candidato de unidad fue Hadi, miembro de la comunidad sunnita y Vicepresidente entre los años 1994-2012. Desde que fue elegido presidente en 2012, a través de elecciones sin listas opositoras, enfrento grandes desafíos de seguridad.

Solo tres meses después de asumir el cargo, Al Qaeda ejecutó el primer ataque contra el gobierno durante la ceremonia de conmemoración de la unificación de Yemen.