Túnez: cinco días de disturbios y tensión social
Un ciclo de violentas protestas en la capital y varias ciudades expone el complejo cuadro político y económico en medio de la crisis sanitaria que también golpea con intensidad al país árabe del norte de África.
La capital de Túnez se convirtió en el escenario de fuertes disturbios la noche del sábado. Al menos 16 personas fueron detenidas durante los enfrentamientos con la Policía.
Los ánimos comenzaron a caldearse desde la noche del jueves pasado cuando el gobierno prolongó el toque de queda desde las 16 hasta las 6 a.m., en una medida que busca frenar el aumento de los casos de COVID-19.
Pero el nuevo toque de queda coincidió con el décimo aniversario de la caída en 2011 del presidente Zine El Abidine Ben Ali, fecha en la que los tunecinos aprovechan para protestar contra las faltas de su clase política.
Decenas de personas violaron el alto el fuego y se manifestaron en zonas de la periferia de la capital. Protestas similares se repitieron el sábado por la noche en otras ciudades de la costa y del interior como Siliana, Kairaouan o Soussa.
Ese mismo día el primer ministro Hichem Mechichi reconfiguró su gabinete para hacer frente a la crisis económica y política del país agravada por la pandemia de COVID.
Semanas atrás, grupos de manifestantes se enfrentaron a la Policía, asaltaron supermercados y quemaron otros edificios en la ciudad meridional de Touzer, situada en la frontera con Argelia a unos 550 kilómetros al sur de la capital.
Cuatro días seguidos de tensiones
Llegando el martes 19 al cuarto día consecutivo de tensiones, continuaron los reportes de detenidos y situaciones de bloqueo de calles, incendio de barricadas y enfrentamientos con las fuerzas policiales que utilizaron gas lacrimógeno.
Además de consignas contra el Gobierno por la crisis económica que padece el país, los manifestantes reclaman que se cumplan las promesas de libertad, justicia social y derechos que se hicieron durante los movimientos de 2011 que acabaron con el gobierno de Ben Ali.
En este ambiente de tensión, el portavoz del sindicato nacional de Fuerzas de Seguridad, Jamel Jarboui, ha asegurado que más de la mitad de las cerca de 650 personas detenidas -la mayoría menores- en los últimos días en disturbios y enfrentamientos con la Policía “estaban siendo buscadas por las fuerzas del orden”.
El presidente Kaïs Said durante su visita a Ariana, una ciudad cercana a la capital donde también ha habido protestas, ha pedido a la gente que no dejen que otros se aprovechen de su ira y su pobreza. Asimismo, el Ministerio de Defensa desplegó al Ejército en algunas regiones para proteger los bienes privados y públicos.
Mientras tanto, la pandemia de COVID crece de forma exponencial en todo el país desde que éste reabriera sus fronteras el pasado 27 de junio. El jueves Túnez registró un nuevo récord diario con 4.170 nuevos positivos, cifra que eleva a más de 175.000 los contagiados desde marzo de 2020.
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