Nuevos atentados en Egipto

El Cairo, feb. 3.- Al menos una persona murió y otras dos resultaron heridas por el estallido de un artefacto explosivo cerca de un hospital en el oeste de la ciudad septentrional de Alejandría, informó una fuente de seguridad.

La explosión, producida en el centro sanitario Al Mabra, no iba dirigida contra las víctimas, sino que su objetivo era otro, añadió la fuente, que no dio más detalles. 

Uno de los heridos es el padre del joven fallecido, que supuestamente tiene una fractura en una pierna, y el otro fue lastimado en un ojo. 

El estallido, según dijo otra fuente de seguridad a la agencia oficial egipcia de noticias Mena, tuvo lugar a primera hora de la mañana y causó en principio tres heridos, uno de los cuales murió posteriormente en el hospital. 

En esa misma ciudad, un grupo de personas quemó hoy con cócteles molotov un tranvía a su paso por el barrio de Al Wardiyan, ubicado en el oeste de la población, según informó hoy un comunicado del Ministerio egipcio de Interior. 

El departamento gubernamental agregó que el ataque no causó víctimas y que los servicios de seguridad detuvieron a uno de los supuestos autores. 

Por otra parte, en las últimas horas, las fuerzas de seguridad egipcias desactivaron dos bombas colocadas en el Aeropuerto Internacional de El Cairo. 

Las bombas del aeropuerto fueron detectadas con aparatos electrónicos en el vestíbulo de llegadas de la terminal de Egypt Air y cerca de un puesto de policía. Ambas estaban preparadas para ser activadas a través de un teléfono móvil. Las autoridades elevaron el nivel de alerta mientras la policía revisaba las grabaciones de las cámaras de seguridad. 

Además, una explosión de un artefacto colocado en un generador de electricidad, en el centro de la capital egipcia, causó hoy diversos daños materiales, tales como la destrucción de las fachadas de varios locales comerciales y de viviendas cercanas, sin que se registren víctimas. 

Las autoridades egipcias no han establecido todavía una relación entre ambos sucesos y la colocación de los explosivos no ha sido asumido por ningún grupo terrorista. Grupos extremistas fanáticos han perpetrado numerosos ataques con bombas contra la policía y el ejército desde el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi en julio del 2013. 

El pasado jueves, una treintena de uniformados fallecieron en el norte de la península del Sinaí en una serie de ataques terroristas contra la Policía y el Ejército, reivindicados por el grupo salafita sectario Wilayat Sinai, que se declaró leal a “Estado Islámico” (E.I.)