Jordania creciente punta de lanza imperial en el Mashreq

Desde que la llamada coalición internacional liderada por EEUU contra E.I., fuera anunciada por primera vez en una conferencia en Jeddah en septiembre pasado, su dinámica y objetivos operativos se han vuelto cada vez más claros. Una de las primeras cosas que sobresalieron fue la diferencia de estrategias empleadas en Siria e Irak.

Hace unos días, el coordinador de la coalición, el general retirado estadounidense John Allen, anunció que una campaña terrestre comenzará contra E.I. en Irak "en cuestión de semanas" bajo el liderazgo iraquí, mientras que "la coalición proporcionará mayor potencia de fuego." Señaló que "las fuerzas de la coalición están preparando 12 brigadas iraquíes, que han estado recibiendo entrenamiento y armas para allanar el camino para la operación terrestre".

Lo nuevo en las declaraciones de Allen, que fueron hechas durante una entrevista con la agencia de noticias oficial jordana Petra, es que hacen público el calendario de la ofensiva. Sobre temas como el entrenamiento y la preparación para una ofensiva terrestre, se ha escuchado hablar desde los comienzos de la campaña para "liberar" a las zonas bajo control de E.I., a finales del verano pasado. Periódicos estadounidenses escribieron extensamente sobre estos planes y sobre la cooperación con las tribus iraquíes. Además, Washington ha instado al gobierno iraquí para aprobar los proyectos de leyes (como la Guardia Nacional ) y modelos de gobernanza adecuados para ampliar el espectro de fuerzas que participan en las operaciones de "liberación", concretamente en la provincia de Anbar.

Merced a la expansión de E.I. en el norte de Irak, la liberación de la ciudad de Mosul se convirtió en un aprieto para el gobierno iraquí en términos de determinar las fuerzas que participarán y los recursos humanos y militares necesarios para la operación. Fuentes políticas iraquíes afirman que “el gobierno iraquí está de acuerdo, en términos generales, con la idea de que la liberación de las zonas del centro y sur de los alrededores de Bagdad, debe llevarse a cabo por parte del gobierno junto con las fuerzas voluntarias, mientras que para la liberación de las áreas occidentales debe ser responsabilidad de las fuerzas locales con apoyo de EEUU".

Las mismas fuentes argumentan que "la ofensiva terrestre de la que se está hablando, no puede disociarse de la realidad del Ejército estadounidense regresando a Irak después de su salida en 2011." Y agregan: "Lo que se dice acerca de la presencia de unos 3.500 consultores estadounidenses en el campo para ayudar a las fuerzas iraquíes es inexacto. La cifra real, en escasas semanas, podría ser tan alta como 10 mil, la mayoría de ellos combatientes".

La declaración de las fuentes iraquíes encaja con el hecho de que las fuerzas estadounidenses habían estado buscando formas de volver militarmente a la región desde 2011. Filtraciones oficiales sugieren que Washington pretende "establecer cinco bases militares en Irak, una de ellas en Bagdad (que ya existe), otra en Erbil y otra en Anbar". Las fuentes desconocen aún la ubicación de las otras dos bases.

Coincidentemente Allen dijo durante su entrevista: "Hemos creado cuatro campamentos en Anbar, Taji, Bismaya y Erbil, donde las fuerzas de la coalición ofrecen formación al Ejército Iraquí, que formará parte de las fuerzas dedicadas a la contraofensiva."

Esta noticia cuadra perfectamente con anuncios de funcionarios en Washington acerca que, en breve la Casa Blanca va a pedir al Congreso una nueva autorización para usar la fuerza contra E.I. . Esto allana el camino para que, recién después de seis meses de campaña, los legisladores voten por primera vez sobre el tema; simbolizando también, el proyecto de resolución, la primera vez que el presidente busca una autorización formal para usar la fuerza militar contra E.I.

Amén de toda esta información, una pregunta debe hacerse sobre el momento del anuncio de Allen de una inminente ofensiva terrestre en Irak. Puede haber otra razón detrás del tiempo, tales como la buena preparación cercana al nivel óptimo, de las fuerzas que son entrenadas por EEUU. Sin embargo, el anuncio no se puede disociar del reciente contexto de Irak y Siria. El más importante es que Jordania se está convirtiendo en lo que parece ser una base militar avanzada para las fuerzas de la coalición internacional (léase EEUU).

El asesinato del piloto jordano Moaz Al Kasasbeh estimuló a Jordania a asumir un papel militar y mediático mayor dentro de la llamada “guerra contra E.I.” En los últimos días, Amman aumentó dramáticamente sus incursiones aéreas contra el grupo, mientras que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) dieron marcha atrás en la decisión de suspender su participación en los ataques de la coalición, enviando un nuevo escuadrón de F-16 a Jordania, el cual ya realizó ataques aéreos ayer por la mañana contra posiciones de E.I.

El papel de Jordania, sin embargo, no se limita a ser una base militar avanzada. El papel de la “Sala de Operaciones Conjuntas” en Ammán, como gestora específicamente las operaciones de los grupos armados en el sur de Siria, también es bien conocido. Amman también se ha convertido en un centro para la oposición iraquí y siria, especialmente su componente tribal, en claro desafío a los gobiernos de Bagdad y Damasco.

Jordania cuenta con una ubicación geográfica importante, debido a su proximidad a los territorios sirios e iraquíes, limitando con la provincia iraquí de Anbar así como con el sur de Siria, principalmente las provincias de Deraa y Al Quneitra. En una entrevista hace unos días, el ministro de Información jordano Mohammed Al Momani, acerca de la naturaleza de la participación de Jordania, afirmó: "Estamos hablando de un esfuerzo militar y de seguridad, así como un esfuerzo de inteligencia extendido".

A la luz de esta información, se puede entender el significado de las declaraciones sirias realizadas recientemente por el presidente Bashar Al Asad, y el ministro de Asuntos Exteriores, Walid Al Moallem , quien dijo en conferencia de prensa: "E.I. no puede ser destruido con ataques aéreos, sino más bien con una guerra terrestre con el apoyo de una campaña aérea. Eso es lo que los ejércitos de Irak y Siria están haciendo en la actualidad, con una diferencia sencilla y que es el Ejército Iraquí está luchando sólo contra E.I. mientras que el Ejército Sirio está luchando contra más de 70 grupos terroristas armados, además de E.I. y Al Nusra".

Y añadió: "No necesitamos a nadie que traiga a sus fuerzas de tierra para combatir a E.I., por dos razones: la primera es que tenemos un Ejército Árabe Sirio y fuerzas de defensa popular, que llevan a cabo esta tarea y la segunda razón es que tenemos una firme población árabe siria. Lo que pedimos a la comunidad internacional es que drenen las fuentes y recursos del terrorismo y obliguen a Jordania y Turquía a controlar sus fronteras, entonces el Ejército Árabe Sirio será capaz de derrotar a E.I. y Al Nusra rápidamente".