Informe Especial: Túnez
La octava entrega del informe especial: El Mundo Árabe según occidente, está dedicada a Túnez. El país dio origen a los Levantamientos Árabes ocurridos a partir de 2011 en toda la región, que desembocó en el cambio de autoridades de varios países, incluido Túnez. Por la misma razón, un análisis del país desde la perspectiva occidental es relevante y útil.
Polity IV evalúa la calidad de gobierno y otorgó a Túnez en 2010 una puntuación de -4 puntos (anocracia). La calificación es similar a la recibida por Jordania y Egipto, y describe un gobierno especialmente vulnerable a la inestabilidad política e ineficiencia administrativa, con una mezcla de rasgos y características democráticas y autocráticas. Las anocracias son solo una categoría intermedia entre democracias y autocracias; no son un tipo de gobierno.
Sobre la elección del poder ejecutivo, el documento otorga a Túnez una calificación de 3 puntos. El puntaje es consecuencia de la pobre aplicación de la constitución, y una proscripción de facto de partidos de oposición. Por la misma razón, el país fue gobernado por solo dos presidentes entre 1930 y 2012. Todo ello a pesar de la celebración de elecciones y la creación de nuevas instancias legislativas de gobierno.
Con respecto a los límites al poder ejecutivo, el documento afirma que en Túnez dicho poder enfrenta pequeños obstáculos. Ello se debe principalmente a que el presidente cumple las funciones de jefe de estado y de gobierno, y es también Comandante Supremo de las fuerzas armadas. Al mismo tiempo, la designación del Primer Ministro y 23 gobernadores provinciales está a cargo del poder ejecutivo. Además, la misma oficina posee prioridad para la presentación de leyes ante el Poder Legislativo, institución en la cual predomina el partido del presidente.
Por último, el informe se refiere a la participación política en Túnez, otorgándole 6 puntos. Específicamente, el faccionalismo y la restricción son las dos salientes características de la competencia política en el país. En otras palabras, el gobierno efectivamente reprimió a los partidos de oposición desde 1981, cuando se levantó la proscripción sobre los mismos. Ello queda evidenciado en el continuo gobierno del partido Constitucional Democrático desde 1957 hasta 2012.
En conclusión, el informe describe la existencia de una democracia de papel en Túnez. Quiero decir, el país posee una constitución que no se aplica en la práctica, y el poder ejecutivo concentra gran parte del poder institucional. Por eso mismo, el proceso iniciado en 2012 por los Levantamientos Árabes, y las recientes elecciones presidencial y legislativa, representan un importante avance para el país hacia una democracia verdadera, que pronto se verá reflejado en una mejora de la calificación general recibida por el país.
Transparencia Internacional mide niveles percibidos de corrupción y calificó a Túnez en 2014 con 40 puntos (corrupto), ubicando al país en el puesto 79 entre 175 países medidos. En comparación con Egipto, la corrupción percibida es apenas menor. Esto quiere decir que las empresas privadas pagan al estado tunecino y egipcio coimas similares para poder operar dentro de sus mercados.
Sobre el control de la corrupción, el informe coloca a Túnez en 2010 al borde del promedio (-0.13 puntos). En otras palabras, el funcionario tunecino muestra una pequeña tendencia a la utilización del poder público en beneficio propio. En comparación, Egipto y Túnez presentan niveles similares de corrupción, pero el empleado tunecino tiene una menor tendencia a utilizar la oficina pública para enriquecimiento personal. El organismo no calificó el acceso al presupuesto público.
En conclusión, el nivel de corrupción en Túnez es promedio, y con una pequeña tendencia a la utilización del poder público en beneficio propio. Esto es un tanto llamativo dado el enquistamiento de individuos en puestos públicos. Por otro lado, es una buena señal ya que no evidencia la instalación de una cultura de la corrupción.
Paz Global estima el nivel de conflictividad estatal y en 2014 a calificó a Túnez con 2,001 puntos (poco conflictivo). La calificación le mereció el puesto 79 entre 162 países, con un costo estimado de la violencia de u$s 3.000 millones. En comparación con la región, Túnez se encuentra se encuentra por encima del promedio.
Al observar con detalle los indicadores, conflicto organizado (interno) y manifestaciones violentas reciben la peor calificación (4/5 puntos). De cerca le siguen criminalidad percibida en la sociedad, acceso a las armas pequeñas y las armas ligeras, crímenes violentos e inestabilidad política con 3 puntos cada indicador.
Sobre la actividad terrorista en el país, el índice otorga a Túnez en 2014 una puntuación de 3,29 puntos (alguna actividad terrorista), ubicándolo en el puesto 46 de 162 países. La calificación se desprende de un total de 14 incidentes, con 6 fatalidades, 1 lesionado, y 7 propiedades destruidas denunciadas durante 2013.
En conclusión, Túnez es un país poco conflictivo y con alguna actividad terrorista. Ambos niveles de violencia son característica del proceso político iniciado en 2012. Es más, la situación en el país es prometedora en comparación con otros países que han sufrido cambio de régimen, como Libia, Egipto y Yemen.
Desarrollo Humano computa un promedio de bienestar, y en 2014 calificó a Túnez con 0,721 puntos (desarrollo humano alto), alcanzando el puesto 90 entre 187 países. En términos comparados, Túnez se encuentra por encima de la media regional, con un nivel de desarrollo humano similar al de Libia y Argelia.
El informe resalta un crecimiento acumulado del desarrollo humano en Túnez de 49% entre 1980-2013, siendo años de escolaridad promedio el indicador con mayor evolución (300%). Los demás indicadores, expectativa de vida y producto bruto nacional, acompañaron la tendencia positiva durante el mismo período.
No hay corrección por desigualdad del índice de desarrollo humano para Túnez. A pesar de ello, el índice de desigualdad de género recibió una calificación de 0,265 puntos, ubicándose en el puesto 48 entre 149 países, gracias al similar nivel de educación entre los géneros y la ocupación por mujeres de un cuarto de los asientos parlamentarios. En otras palabras, la igualdad de género en el país está presente a niveles similares a los de EEUU (47), aunque muy detrás de Alemania (3). Además, la distribución del desarrollo entre los géneros es bastante equitativo (0,699 puntos).
En conclusión, Túnez detenta un nivel de desarrollo humano alto con un leve favorecimiento al género masculino. Tanto el nivel de educación, años de escolaridad, expectativa de vida y distribución de la pobreza es relativamente equitativa. Por último, el acceso a cargos públicos continua siendo un área pendiente, donde por cada mujer hay tres hombres.
Progreso Social mide múltiples dimensiones de mejoramiento social, y Túnez recibió en 2014 una puntuación de 64,92 puntos (progreso medio-alto), alcanzando el puesto 67 entre 132 países. En comparación con países de similar producto bruto interno, Túnez obtuvo una mejor calificación en la dimensión necesidades básicas humanas (81,13). La dimensión fundamentos del bienestar (68,43) se mantuvo dentro del promedio, al igual que oportunidades (45,20).
Dentro de la dimensión necesidades básicas humanas, se destaca la categoría nutrición y asistencia médica básica (97,03). Por otro lado, la baja calificación de la dimensión oportunidades se debe a los bajos resultados de las categorías tolerancia e inclusión, y especialmente, acceso a la educación avanzada.
En conclusión, el progreso social de Túnez se encuentra por encima del promedio gracias a la satisfacción de necesidades básicas. Por otro lado, los límites impuestos a las libertades individuales continúan siendo altos. Esto indica que tras el cambio de régimen y celebración de actos electorales, los ciudadanos tunecinos todavía no gozan completamente de sus derechos civiles.
El sexto y último índice, Planeta Feliz, calcula la capacidad estatal para suministrar vidas largas, felices y sustentables. Túnez recibió en 2014 una calificación de 48,3 puntos (felicidad intermedia), ubicando al país en el puesto 39 entre 151 países. Y, la dimensión mejor calificada es expectativa de vida (74,5/100 puntos), y bienestar disfrutado (4,7/10 puntos) la peor.
La corrección por desigualdad tuvo un impacto negativo sobre la calificación de Túnez, retrasándolo 5 puestos en la clasificación general. La corrección confirma la existencia de desigualdad en el país, evidenciada en parte por otros indicadores de este artículo.
En conclusión, los ciudadanos tunecinos gozan de una felicidad promedio, gracias a una larga vida e impacto ambiental promedio cuando lo comparamos con el resto de los países incluidos por el índice. Es difícil ignorar el impacto del proceso político iniciado en 2011, aunque todavía no se haya reflejado en una considerable mejora en los niveles de felicidad.
A modo de resumen, los índices presentan a Túnez como un país con gobierno poco democrático e inestable, con nivel de corrupción promedio e internamente conflictivo. Además, posee un nivel de desarrollo humano alto y progreso social promedio, y una sociedad feliz.
Nota: Haga click aquí para visitar la introducción de este informe especial y encontrar una descripción de los objetivos e índices.
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