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Región Árabe
jueves, 12 de marzo de 2015

Informe Especial: Libia

Por Jodor Jalit

La séptima entrega del informe especial: El Mundo Árabe según occidente, está dedicada a Libia. Los Levantamientos Árabes a partir de 2011 y la intervención militar de OTAN impactaron con fuerza sobre la fibra social del país. El derrocamiento de Gadafi y desintegración de las instituciones estatales, desató un proceso político violento y puso en jaque la integridad de la nación.

Polity-IV_medium

Polity IV evalúa la calidad de gobierno  y calificó a Libia en 2010 con una puntuación de -7 puntos (autocracia). La calificación describe límites a la participación política, establecimiento de proceso de sucesión dentro de una elite, y falta de balance entre poderes. La nota recibida es similar a la de Kuwait y tres puntos por encima de Arabia Saudita, dejando al descubierto el doble estándar de la política exterior de occidente, y EEUU particularmente.

Sobre la elección del poder ejecutivo, el documento afirma que en Libia el ejecutivo se elige a sí mismo, y hasta 2011 el país fue dominado por el líder personalista Coronel Muammar Gadafi. Desde el 1 de septiembre de 1969 cuando el Movimiento de Oficiales Libres desplazó al Rey Idris I y se formó el Consejo de Comando para la Revolución, Gadafi se convirtió en centro y líder del destino del país. La estrategia de construcción de poder propuesta por Gadafi giró en torno a la idea de “revolución permanente” para evitar el ascenso de líderes de oposición. Así, Gadafi pudo imponer su propia visión de “socialismo árabe,” y separarse del socialismo de Abdel Gamal Nasser.

Con respecto a los límites al poder ejecutivo, el documento afirma que en Libia no existen. Si bien la Constitución de 1969 establece que el destino del país está en manos de los ciudadanos, a través de una serie de congresos populares que promueven un sistema igualitario basado en la tradición Islámica, en realidad Gadafi y un grupo elitista controlan la totalidad del poder político. Al final del día, los congresos fueron utilizados por el régimen para controlar los más variados aspectos de la vida social. Además, el poder ejecutivo no pudo demostrar independencia del poder ejecutivo.

Por último, el informe versa sobre la participación política en Libia y afirma que la misma es reprimida. En pocas palabras, la única organización política permitida en el país, a pesar de las provisiones hechas por la constitución, es la Unión Árabe Socialista. Más, se resalta la pena capital como castigo para todos aquellos que intentan formar o constituir una agrupación, organización o asociación política independiente. Sorpresivamente, el liderazgo de Gadafi se encuentra dividido entre conservadores y reformistas, ambos campos liderados por hijos del líder.

En conclusión, en Libia existe una realidad y una ley; ambas en oposición. De acuerdo con Polity IV, en Libia el poder ejecutivo no es electo a través del sufragio, sus poderes son totalitarios y reprime a la oposición política. Esta imagen sin embargo ya no se ajusta a la realidad del país, que enfrenta una crisis institucional, donde dos gobiernos compiten por el poder político.

Trasnsparency

Transparencia Internacional mide niveles percibidos de corrupción  y en 2014 ubicó a Libia en el puesto 166 entre 175 países medidos, con 18 puntos (muy corrupto). Según el índice, Libia se encuentra entre los países más corruptos del mundo, con una calificación menor a la de Siria y Yemen. Esto quiere decir dos cosas, primero, que las empresas domésticas y extranjeras muestran una gran voluntad en el pago de coimas para asegurar su participación en la economía libia, y segundo, que los funcionarios públicos están dispuestos a recibir esos pagos.

Sobre el control de la corrupción para el año 2010, el índice coloca a Libia fuera del promedio (-1.25 puntos). En otras palabras, el funcionario libio muestra una fuerte y marcada tendencia a la utilización del poder de la oficina pública para beneficio privado. Al mismo tiempo, y gracias al control totalitario del sistema político y económico, el alto nivel de corrupción evidencia la instauración de una cultura de la corrupción.

El organismo no presenta información sobre el acceso al presupuesto público o secreto bancario en Libia. La falta de información se debe a los límites que el organismo encuentra para trabajar en países con el tipo de gobierno descrito más arriba. Por el mismo motivo, la información presentada puede no ser fiable, y exagerar el nivel de corrupción en el país.

En conclusión, la falta de información deja una imagen altamente negativa de Libia. La corrupción, según el índice, penetró profundamente al gobierno y se transformó en parte de la cultura. De ser esta la imagen correcta, llevará un largo tiempo revertirla, especialmente porque las instituciones estatales desaparecieron con Gadafi.

Paz

Paz Global estima el nivel de conflictividad estatal  y ubicó a Libia en 2014 en el puesto 133 entre 162 países, con una calificación de 2,453 puntos (medianamente conflictivo) y estima el costo de la violencia en u$s 7.870 millones. En comparación con la región, Libia se encuentra entre los países menos conflictivos, dos puestos por debajo de Irán.

Al observar con detalle los indicadores, criminalidad percibida en la sociedad, acceso a las armas pequeñas y las armas ligeras, conflicto organizado (interno) y terror político son los indicadores con la peor calificación (4/5 puntos).  Le siguen los indicadores gasto militar con 3,7 puntos, manifestaciones violentas y actividad terrorista con 3,5 puntos, e inestabilidad política con 3,3 puntos.

Sobre la actividad terrorista en el país para el año 2014, el índice coloca a Libia en el puesto 15 entre 162 países, con una puntuación de 6,25 puntos (alta actividad terrorista). Durante 2013 se reportaron un total de 226 incidentes, registrando 121 fatalidades, 151 lesionados, y 109 propiedades dañadas.

Ambas mediciones describen a Libia como un país internamente conflictivo. Esa caracterización merece ser contextualizada debido a las mejores calificaciones recibidas en años anteriores. Los Levantamientos Árabes de 2011 y la intervención militar de OTAN, irrumpieron el orden social previo desatando un enfrentamiento militar entre varias facciones domésticas. Ello explica el impacto negativo sobre la calificación del país a partir de 2012.

Desarrollo

Desarrollo Humano construye un promedio de bienestar , y en 2013 ubicó a Libia en el puesto 55 entre 187 países, con una calificación de 0,784 puntos (desarrollo humanitario alto). En términos comparativos, el desarrollo humano en Libia se encuentra por encima del promedio para países con desarrollo humano alto (0,735 puntos) y del promedio para países árabes (0,682 puntos). La calificación de Libia se ubica incluso por encima de la recibida por países con similar número de población (Jordania y Túnez).

El informe también resalta el crecimiento acumulado del desarrollo humano en Libia de 22,4% para el período 1980-2013, siendo años de escolaridad promedio el indicador con mayor evolución (más del 300%). El indicador expectativa de vida confirma la tendencia positiva, mientras que producto bruto nacional parece estabilizado luego de una estrepitosa caída en la primera parte de la década de 1980. Cabe remarcar la importancia del petróleo y su cotización para los ingresos del país.

Desafortunadamente, el informe no corrige el índice de desarrollo humano por desigualdad. A pesar de ello, nos brinda información sobre cuestiones de género en particular. Con respecto a la igualdad de género, Libia obtuvo el puesto 40 entre 149 países gracias a que 16,5% de los asientos parlamentarios son ocupados por mujeres, y 55,6% de mujeres alcanzó un nivel de educación secundaria (11% más que los hombres).

En resumen, Libia alcanzó un alto nivel de desarrollo humano con una igualdad de género sorprendente para un país Islámico del Norte de África. Por otro lado, se observa que este desarrollo se vio coartado por una abrupta caída del producto bruto interno. Por último, la precaria situación de seguridad que atraviesa el país y la aparición de Estado Islámico ponen en riesgo los logros alcanzados.

Progrreso Social

Progreso Social mide múltiples dimensiones de mejoramiento social , y por razones de seguridad que escapan a la institución, ningún dato sobre Libia fue relevado. Se puede inferir, en base a la información provista por los índices previamente presentados, que la categoría necesidades humanas básicas sea la mejor calificada, mientras que oportunidades reciba la peor nota, y fundamentos del bienestar se ubique en algún lugar entre medio.

La inferencia se apoya en el desarrollo humano alto registrado por ONU y baja calidad de gobierno descrita por Polity IV, y la relación de esos índices con los indicadores que componen las categorías del índice de progreso social. Por último, el bajo nivel de producto interno bruto permite especular que este índice califique el progreso social de Libia por encima del promedio.

Planeta feliz

El sexto y último índice, Planeta Feliz, calcula la capacidad estatal  para suministrar vidas largas, felices y sustentables. Libia recibió en 2014 una calificación de 40,8 puntos (felicidad intermedia), ubicando al país en el puesto 78 entre 151 países. En comparación con el resto de los países, el indicador mejor calificado es impacto ambiental (3,2/10), seguido por expectativa de vida (73,2/100 puntos), y por último bienestar disfrutado (4,9/10 puntos).

La corrección por desigualdad tuvo un impacto negativo sobre la calificación de Libia, retrasándolo 10 puestos en la clasificación general. La corrección confirma la existencia de una desigualdad en el goce del bienestar y expectativa de vida.

En conclusión, de acuerdo al índice el estado libio provee una felicidad media. Al mismo tiempo, el goce de esa felicidad no es homogénea. Por último, la virulencia del corriente conflicto interno tiene un impacto negativo sobre la expectativa de vida, y de continuar impactará negativamente sobre la calificación general de Libia.

A modo de resumen, los índices presentan a Libia como un país con gobierno autoritario, con alto nivel de corrupción e internamente conflictivo. Además, posee un nivel de desarrollo humano alto y se infirió un progreso social por encima del promedio, y una sociedad medianamente feliz.

En general, los índices proponen una imagen de Libia que genera controversias. Tras comparar al país, se puede observar que muchos países en la región reciben calificaciones menores a las alcanzadas por Libia. Esto es especialmente evidente en la calidad de gobierno e igualdad de géneros. Al mismo tiempo, se observa que la intervención de OTAN en Libia puso en riesgo la pasividad estatal y el desarrollo humano. Por lo mismo, la conciliación de las partes enfrentadas es importante para evitar un mayor deterioro de los logros libios.

Nota: Haga click aquí  para visitar la introducción de este informe especial y encontrar una descripción de los objetivos e índices.

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