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Región Árabe
viernes, 23 de enero de 2015

Cuenta regresiva hacia el abismo

Por Jodor Jalit

La dimisión en el día de ayer del Presidente Hadi en Yemen abre la puerta al vacío institucional y la intervención militar en el país de la península. EEUU ya ubicó un portaviones en el Mar Rojo.

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Luego de mediar un acuerdo con la milicia shíi Ansarullah, comprometiendo el futuro institucional y la integridad territorial del país, Hadi presentó la renuncia irrevocable ante el Parlamento. Según Nadia Al Sakkaf, Ministro de Información, el cuerpo legislativo rechazó la decisión. Por lo tanto, y de acuerdo con el Art. 115 de la Constitución, Hadi deberá esperar 3 meses para presentar una nueva y definitiva renuncia. Por la misma razón, la presidencia permanecerá a su cargo hasta el 22 de abril.

Según informó la agencia de noticias Yemen Times, Al Nakkaf anunció una reunión extraordinaria del Parlamento para el día de hoy. El órgano estatal de noticias Saba, y Sultan Al Atwani, asesor de Hadi, detallaron que debido al actual receso ninguna reunión puede concretarse antes del domingo. De todos modos, el objetivo será que Hadi revea su posición, evitar la repetición del episodio y consecuente vacío institucional.

Las repercusiones de la decisión no se hicieron esperar. Minutos luego de que se hiciera pública la renuncia, dos artefactos explosivos de gran porte fueron detonados en el norte de la ciudad, en el distrito de Al Garaf. A pesar del daño inmobiliario, no se lamentaron muertes. De acuerdo con vecinos y la cadena Anadolu, el atentado apuntó contra los domicilios de dos líderes de Ansarullah. Ninguno grupo se atribuyó la responsabilidad.

Buscando el titular

En el día de ayer los servicios de noticias informaron sobre un vacío institucional en Yemen, en un esfuerzo por retener la atención del público. A costa de la inocencia del lector, lograron su objetivo. Afortunadamente, ninguna institución se encuentra vacante en el país.

En palabras de Hadi, lo que existe en el país es un punto muerto. En otras palabras, las instituciones estatales se encuentran en un momento de inacción, estancamiento. Con la dimisión, Hadi busca poner en movimiento los engranajes del sistema político. En este sentido, es especialmente importante la reunión de los congresistas el próximo domingo.

Saleh, el Parlamento y Consejo de Cooperación

El reemplazo de Saleh por Hadi en febrero de 2012 fue mediado por el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (GCC, por sus siglas en inglés), y dio fin a los levantamientos sociales. Al mismo tiempo, y por segunda vez, se pospuso la elección de congresistas. Por último, ninguna reforma significativa fue impulsada por el poder ejecutivo y aprobada por el legislativo.

De esa manera se sepultaron las demandas enarboladas durante los levantamientos de 2011. Simultáneamente, el GCC frenó un frente de reforma política en la península y EEUU consiguió mantener su presencia en el país. Por último, el parlamento continuó marcando el ritmo político, y decidiendo la suerte del ejecutivo.

Seguridad y secesión

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El deterioro de la seguridad en Yemen es alarmante, a tal punto que se encuentra bajo la responsabilidad de una milicia. El aparato estatal de seguridad, tanto policía como fuerzas armadas, se encuentra desintegrado. Más, ciudadanos de Sanaa han cuestionado públicamente las garantías ofrecidas para su retorno a las actividades normales.

Por otro lado, la seguridad y comité militar de 4 provincias del sur de Yemen, manifestaron su negativa a cumplir con las órdenes emitidas desde Sanaa. Las provincias de Aden, Abyan, Lahej y Daleh tomaron la decisión en señal de apoyo a Hadi, luego de que éste presentara la renuncia. Además, las representaciones provinciales repudiaron las demandas realizadas por los líderes Houthi, alimentando las especulaciones sobre una posible partición del país.

Por último, el Departamento de Estado de EEUU mantiene la advertencia de visita a Yemen emitida en septiembre de 2014. Inglaterra y Australia, por su lado, emitieron un aviso de la misma naturaleza en los últimos días, mientras que Canadá lo realizó en el día de hoy.

¿Apoyo o intervención?

Según voceros del gobierno estadounidense, dos buques de guerra se ubicaron en las costas de Yemen. Su presencia se argumentó es necesaria y parte de los esfuerzos para evacuar ciudadanos norteamericanos. Aunque el argumento es válido, la medida no deja de ser excesiva.

La presencia militar de EEUU en la región no es una novedad, y por el tamaño de la fuerza, todavía no parece contemplar una intervención militar en Yemen. Sí, es una muestra de poder e interés por futuro político del país peninsular. Es de conocimiento público la consideración que Washington tiene por Hadi, y no permitirá que su salida genere un vacío institucional. Y siguiendo el ejemplo de Egipto, tampoco permitirá la ocupación de ese espacio por un grupo político que no sirva sus intereses.

Por todo ello, la presencia de buques de guerra estadounidenses en la costa de Yemen, es una herramienta para manifestar interés por el país. Más, es una manera de advertir a quienes intenten interferir con los intereses de EEUU en Yemen.

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