Fin de la mentira: no existe evidencia de vínculos entre UNRWA y Hamas

Un reciente informe  de Channel 4 News revela que no hay evidencia que respalde la afirmación del régimen israelí de que empleados de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) colaboraron con Hamas en los ataques del 7 de octubre. La acusación, ahora sin fundamentos, llevó a la suspensión de fondos por parte de países como el Reino Unido, Estados Unidos y varios de sus aliados globales.

El informe revisó el documento de inteligencia israelí de seis páginas enviado a los donantes, el cual pretendía identificar a aproximadamente 190 operativos de Hamas y la Yihad Islámica Palestina como empleados de la UNRWA. Sin embargo, el documento no proporciona evidencia concreta para respaldar esas acusaciones, generando dudas sobre su veracidad.

Esta situación crítica se produce en medio de una decisión provisional de la Corte Internacional de Justicia sobre cargos de genocidio contra Israel. La suspensión de fondos pone en riesgo a más de 1.2 millones de personas que ya dependen de la asistencia alimentaria de la UNRWA, aumentando la amenaza de hambruna masiva en la región.

La UNRWA, fundada hace 75 años para apoyar a los refugiados palestinos, enfrenta un desafío sin precedentes. La agencia ha tomado medidas al despedir a empleados mencionados en el documento israelí. El Secretario General de la ONU ha solicitado una investigación liderada por un exministro de Relaciones Exteriores francés para evaluar la veracidad de las acusaciones y garantizar la rendición de cuentas.

La UNRWA, por su parte, presenta evidencia de su papel crítico en los esfuerzos humanitarios, incluyendo fotografías de un camión de ayuda alimentaria alcanzado por disparos navales israelíes, una afirmación a la que aún no han respondido las autoridades de la ocupación.

El ataque de Israel hacia la UNRWA no es una novedad. A lo largo de los años, el régimen sionista ha buscado retirar fondos a la UNRWA, con el respaldo especialmente de los EEUU. Propuestas como la fusión con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en 2017 han buscado despojar a los palestinos de sus derechos históricos. A pesar que la Administración Biden dio marcha atrás con la decisión de Trump en 2020 de cesar la financiación a la UNRWA, la persistente oposición de Israel presenta desafíos para la agencia y su capacidad para cumplir su misión humanitaria.

En el contexto actual de crisis en Gaza, la UNRWA se enfrenta a una encrucijada, luchando por su supervivencia mientras continúa proporcionando servicios cruciales a los refugiados palestinos en general y muy especialmente hoy a los gazatíes, víctimas del brutal genocidio en curso.