Un mes de protestas en Líbano

Las protestas antigubernamentales alcanzaron la marca de un mes de continuas manifestaciones este domingo, en medio de un estancamiento social y económico cada vez más profundo. 

El 17 de octubre, los libaneses salieron a la calle para alzar la voz contra la corrupción, un sistema de poder compartido basado en el poder sectario, las dificultades económicas y la alta cúpula de la clase política.

En el centro de Beirut, uno de los epicentros de la movilización popular, los manifestantes celebraron el domingo una serie de pequeños logros desde que comenzó el movimiento, pero reafirmaron su determinación de satisfacer sus principales demandas.

"Queremos un gobierno tecnocrático y la oportunidad de vivir en un país donde la ley sea igual para todos", aseguró un manifestante de 51 años a un medio local. “El sectarismo gobierna acá. Si obrtienes un puesto público, debería ser porque eres inteligente, no porque perteneces a esta o aquella secta”, agregó.

Los masivos pedidos por un gobierno de tecnócratas compuesto enteramente por expertos independientes no han sido escuchados. Desde que Saad Hariri renunció como primer ministro el 29 de octubre, el país no ha podido nombrar un nuevo primer ministro y gabinete.

El pasado jueves, Líbano tuvo un nuevo signo de esperanza en la formación de un renovado Gabinete, luego de que tres partidos políticos acordaron la nominación del ex ministro de finanzas y empresario multimillonario Mohammad Safadi como potencial primer ministro.

Desde la dimisión de Hariri, Safadi fue el primer candidato que parecía ganar algún consenso entre los partidos sectarios del Líbano. 

Sin embargo, dos días después de la candidatura, el mismo Safadi retiró su designación, asegurando que “es demasiado difícil formar un gobierno ‘armonioso’ con un amplio apoyo”, hundiendo así aún más la difícil situación política, social y financiera del país.

Tope de retiro de dólares

Después de un cierre de dos semanas, los bancos reabrieron brevemente el 1 de noviembre, pero cerraron nuevamente la semana pasada después de una huelga del personal por  seguridad, ya que la gente exigía acceso a su dinero.

Los bancos han bloqueado la mayoría de los retiros y transferencias de dólares al extranjero para evitar la fuga de capitales.

Este domingo, mientras tanto, la asociación bancaria del Líbano estableció directivas temporales para bancos privados que incluyen un límite de USD 1000 (mil dólares estadounidenses) en retiros semanales.

Las empresas que compran en dólares estadounidenses y venden en libras libanesas han sido las más afectadas por la disminución de las reservas de divisas. A su vez, algunas estaciones de servicio solo aceptan pagos en dólares mientras que otras cierran debido a su incapacidad para pagar las importaciones de combustible en moneda estadounidense.