Promesa de reformas en Líbano

El presidente de la República Libanesa, Michel Aoun, recibió a una delegación del Banco Mundial (WB por sus siglas en inglés), encabezada por el vicepresidente de la entidad en Medio Oriente y África del Norte, Ferid Belhaj.

En presencia del diputado Ibrahim Kanaan, las discusiones se centraron en la situación económica general en la escena local y regional, así como también abordaron las soluciones propuestas para la economía actual en Líbano tras la conferencia de CEDAR . 

En la conferencia celebrada en París, en abril pasado, Líbano recibió un paquete de ayuda de U$D 11 mil millones, donde el país del cedro se comprometió a efectuar una serie de reformas.

"Las reformas políticas que se han implementado en Líbano serán seguidas por las económicas. Los proyectos que ayudan a activar el crecimiento económico y desarrollar infraestructura son una prioridad", dijo el mandatario a la delegación visitante.

Además, el presidente destacó que combatir la corrupción será una de las principales prioridades del próximo Gabinete libanés. Sin embargo, se estima que la demora en la formación de este, podría tener un impacto negativo en la economía.

Finalmente, Michel Aoún agradeció al WB por su asistencia continuada al Líbano y por el financiamiento de los proyectos de desarrollo necesarios en el país.

Por otro lado, Ferid Belhaj, dijo que la organización ha asignado una suma de U$D 2 mil millones para ayudar a Líbano, de acuerdo con las prioridades establecidas por el gobierno libanés. Además, en la conferencia de CEDAR prometió U$D 4 mil millones más.

El vicepresidente del Grupo dio la bienvenida a las reformas logradas por Líbano, tanto política como económicamente, que aumentarán "la confianza internacional en el país".

Reunión con Hariri

El primer ministro libanés, Saad Hariri, también recibió a la delegación del WB, que incluyó al Director Regional de la entidad, Saroj Kumar Jha, y al representante de la misma en Líbano, Mona Fawzi.

Luego de la reunión con el premier, la delegación dejó en claro que si bien no hay miedo sobre la economía nacional, “la situación en el Líbano es delicada”, por lo que es indispensable “emprender una nueva fase de reformas, especialmente para la energía, agua y nuevos sectores de tecnología para atraer inversiones”.