Líbano impone un nuevo toque de queda nocturno
El Ministerio del Interior ordenó este domingo un nuevo horario de toque de queda y cerró 115 ciudades y pueblos para disminuir los contagios de coronavirus.
El Líbano ha impuesto un toque de queda nacional y una cuarentena total en más de 100 localidades del país para hacer frente al aumento de los casos de COVID-19 informados en los últimos días. Según informó el gobierno libanés, el nuevo toque de queda entró en vigencia este lunes en todo el país y será desde las 21 hasta las 5 am.
Un total de 115 ciudades y pueblos en todo el país fueron colocados bajo una estricta cuarentena que se aplicará hasta el 9 de noviembre, a la luz de un reciente aumento en la cifra de contagios que podría saturar el sistema de salud libanés.
Los bares y discotecas permanecen cerrados, y las reuniones, tanto públicas como privadas, quedan prohibidas hasta nuevo aviso. Los restaurantes y cafés que no están ubicados en las ciudades bajo cuarentena total pueden operar a un máximo del 50 por ciento de su capacidad.
El Ministerio del Interior, que reiteró la importancia de usar máscaras en áreas concurridas, comunicó que las instituciones educativas también deben cerrar sus puertas. Los colectivos de transporte público deben trabajar a la mitad de su capacidad, mientras que los taxis podrán trasladar sólo a dos pasajeros.
Varios funcionarios del gobierno dijeron que estaban a favor de restricciones más estrictas a pesar del impacto adicional que podría representar para la economía. El alcalde de Saida, a 45 kilómetros al sur de Beirut, dijo al diario The Daily Star que estaba considerando “un cierre total de la ciudad”, que cuenta con más 200.000 habitantes.
Bachir Khodr, gobernador de la región oriental de Baalbek Hermel, dijo que la región se verá obligada “a cerrar completamente” si “el número de contagios y el incumplimiento de las medidas de seguridad continúan aumentando”.
El diputado nacional Assem Araji aseguró el viernes que el país necesita un cierre en todo el país durante al menos "dos semanas para preparar nuevas camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI)". “Entre el 90 y el 95 por ciento de las camas de la unidad de cuidados intensivos para pacientes con coronavirus están llenas”, dijo el funcionario a un medio local. “El virus se está propagando bastante rápido”, afirmó.
“Los hospitales libaneses necesitan al menos duplicar sus 300 camas de UCI y 700 camas de aislamiento existentes”, dijo Araji”. “Doce de los 27 hospitales gubernamentales han establecido centros de tratamiento del coronavirus, en comparación con sólo 25 de los 130 privados; aquellos que pueden pagarlo deberían establecer centros de COVID", finalizó.
Mientras tanto, Firass Abiad - director del Hospital público Rafik Hariri (el más grande del Líbano) - informó este domingo que las instalaciones médicas locales "están siendo desafiadas”.
El Líbano se enfrenta a un aumento de contagios, y los hospitales del país tienen una capacidad limitada para tratar a los pacientes debido a una grave crisis económica que ha restringido las importaciones en el último año. El ministro de Salud interino, Hassan Hamad, advirtió el viernes que el país se estaba "acercando a una segunda ola".
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