Líbano frustra incursión israelí y denuncia más de 1.300 violaciones al alto el fuego

El ejército libanés bloqueó el martes el avance de un convoy israelí compuesto por seis vehículos en la zona de Kfar Hamam, obligándolo a retirarse tras dos horas de tensión y disparos. La fuerza de ocupación había cruzado la línea fronteriza en las Granjas de Shebaa y avanzado hacia Kfarshouba, en el este del sur del Líbano, antes de intentar ingresar en Kfar Hamam, donde se encuentran desplegadas tropas libanesas.

Este incidente marca un cambio en la estrategia de las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF), que hasta ahora esperaban la retirada israelí antes de actuar. La persistencia de las violaciones israelíes al alto el fuego ha llevado a una respuesta más firme por parte de Beirut, que además presentó una denuncia formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU el 4 de febrero. En la queja, Líbano denunció "los ataques sistemáticos y violaciones" del régimen de Tel Aviv y exigió una posición clara del organismo internacional para frenar la agresión sionista.

Israel intensifica la destrucción y las violaciones al alto el fuego

A pesar del acuerdo de cese de hostilidades firmado en noviembre, Israel ha violado el alto el fuego en más de 1.300 ocasiones, sin que haya sido sancionado por la comunidad internacional.

En las últimas horas, las fuerzas israelíes demolieron viviendas e instalaciones civiles, incluida una planta de tratamiento de aguas residuales en la llanura de Marjayoun, cerca de Kfar Kila. Además, incendiaron casas y arrasaron tierras agrícolas en Houla, destruyendo olivares y árboles frutales esenciales para la economía local.

El Ministerio de Agricultura libanés denunció estas agresiones como un "ataque deliberado contra los recursos naturales del Líbano" y anunció que trabaja con organismos internacionales para documentar los crímenes y exigir compensaciones para los agricultores afectados.

Mientras tanto, aviones de combate israelíes realizaron incursiones simuladas sobre Nabatieh y el oeste de Bekaa, generando pánico entre la población. Drones israelíes lanzaron artefactos sónicos sobre Al-Jabin, en una clara maniobra de intimidación contra los residentes.

Ocupación extendida y pretextos para no retirarse

El acuerdo de alto el fuego estipulaba un plazo de 60 días para la retirada total de las tropas israelíes del sur del Líbano, plazo que venció el 27 de enero. Sin embargo, con el visto bueno de Estados Unidos, Israel ha extendido su ocupación hasta el 18 de febrero, argumentando que el ejército libanés no ha cumplido con los términos del pacto.

Las fuerzas israelíes continúan atrincheradas en localidades clave como Yaroun, Maroun al-Ras, Blida, Mays al-Jabal, Houla, Markaba, Odaisseh, Kfar Kila y Wazzani, impidiendo el retorno seguro de los desplazados. Mientras tanto, Tel Aviv justifica su permanencia con acusaciones infundadas de que los civiles que regresan a sus hogares son "activistas de Hezbollah", un pretexto para seguir ocupando territorio libanés.

Desde la firma del alto el fuego, el mecanismo tripartito liderado por Estados Unidos no ha responsabilizado a Israel por sus repetidas agresiones. A pesar de las pruebas irrefutables de sus crímenes, la ocupación insiste en que actúa "de acuerdo" con el pacto, burlándose de la comunidad internacional.

Líbano sigue exigiendo una respuesta firme de la ONU y el cumplimiento de la Resolución 1701, pero sin medidas concretas, la agresión israelí sigue en escalada.