Liga Árabe pide el fin del estancamiento libanés
Un enviado de la organización aseguró que la Liga está lista para ayudar al país a salir de su crisis política y económica.
La Liga Árabe abordó este jueves el conflicto social, político y económico que sufre el Líbano, con más de 40 días de protestas, la renuncia del premier Saad Hariri y una notable crisis económica. Hossam Zaki, subsecretario general adjunto de la Liga de los Estados Árabes, se reunió este jueves con el presidente Michel Aoun, el líder del Parlamento, Nabih Berri, y con el mismo Hariri, en condición de primer ministro interino.
Zaki describió a Líbano como "un importante país fundador del sistema árabe" y dijo que los acontecimientos en el país "son motivo de preocupación para los árabes, ya que siempre han tenido repercusiones, algunas de las cuales son regionales".
Asimismo, aseguró que “todos saben que el movimiento de la calle, con el reconocimiento de todos los políticos y líderes libaneses, tiene razón en sus demandas”, pero advirtió que “el movimiento social también tiene un costo económico que aumenta la gravedad de la situación”.
"El problema de formar un gobierno debe resolverse a pesar de su dificultad porque es esencial que Líbano evite cualquier impacto negativo en su situación económica y paz civil", expresó el subsecretario.
Por su parte, Aoun afirmó que la Liga Árabe “no había brindado suficiente ayuda a los sirios desplazados en el Líbano”, dejando que el país recogiera la factura. "Hasta ahora, Líbano ha sufrido pérdidas de más de 25 mil millones de dólares, además del desempleo que ha afectado a los trabajadores libaneses", dijo.
A medida que la crisis del gobierno se profundiza, no hay señales de que Aoun fije una fecha para las conversaciones parlamentarias para asignar un reemplazo para Hariri.
Este jueves, el movimiento Hezbollah respaldó un llamado de Nabih Berri para que se establezca un gobierno provisional. Dicho bloque parlamentario cree que "las obligaciones constitucionales requieren que el gobierno saliente asuma su responsabilidad legal hacia los ciudadanos, a la luz del aumento de los precios y el deterioro de la moneda".
Mientras tanto, los operadores de estaciones de servicio en el Líbano se declararon en huelga después de que los importadores de combustible se negaron a aceptar compras en moneda libanesa. Los bancos también se negaron a emitir dólares estadounidenses a los clientes.
El empeoramiento de la situación económica del país del cedro fue destacado por Ibrahim Kanaan, presidente del Comité de Finanzas y Presupuesto, quien declaró que los ingresos estatales después de que comenzaron las protestas "son casi inexistentes".
“El proyecto de presupuesto preparado antes de la crisis actual no incluía ningún impuesto ni añadía ninguna tarifa”, dijo. "El déficit se exacerba en los saldos comerciales y de pagos debido a la suspensión de las transferencias al exterior y la erosión de los depósitos", finalizó.
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