Las empresas aumentan su interés por invertir en Líbano

Mejorar el desarrollo económico de Líbano, promover su reputación y generar flujos de inversión son los objetivos que se han marcado para este país diferentes organismos internacionales, con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) a la cabeza. Las importantes ayudas económicas que se han aprobado son uno de los alicientes con los que cuentan las pymes para trabajar con este mercado de Oriente Próximo, cuya falta de madurez es atractiva por la poca presencia de competidores fuertes.

Precisamente, las pequeñas empresas están especialmente beneficiadas, pues el BEI ha prestado 121 millones de euros a la banca comercial libanesa para apoyar a estas entidades. Es una forma de dar más importancia al sector privado, y los empresarios a nivel mundial pueden aprovecharlo siempre que constituyan una sociedad en este territorio. Las firmas de servicios y turísticas tienen prioridad para acceder a estos fondos. No obstante, el país cuenta con diferentes programas financiados desde Europa para TIC, infraestructuras, sectores agrícola y alimentario o de tratamiento de residuos, entre otros.

Líbano no tiene restricciones a la entrada o salida de empresas extranjeras. Aun así, tanto las oficinas de representación como las filiales deben emitir una solicitud de licencia al Ministerio de Economía y Comercio, acompañada de la correspondiente documentación legalizada por su gobierno de origen compulsada por la Embajada libanesa. Este proceso dura unos dos meses.

Aunque no es miembro de la Organización Mundial del Comercio, el gobierno libanés ha firmado diferentes acuerdos con la Unión Europea, que rebajan, en algunos casos, los aranceles respecto a otros países no comunitarios.