La Unión Europea ofrece millonario apoyo financiero a Líbano

Ursula von der Leyen hizo este anuncio durante su visita a Beirut, destacando la importancia de fortalecer los servicios esenciales, como la salud y la educación, mientras se insta a las autoridades libanesas a implementar reformas económicas, financieras y bancarias cruciales para revitalizar la economía y garantizar la seguridad en el país.

La economía libanesa ha estado en declive desde 2019 debido a múltiples factores, entre ellos la fuerte dependencia de actores internacionales, así como años de malversación de fondos. A pesar de los esfuerzos por obtener ayuda financiera internacional, las duras reformas exigidas como contrapartida para acceder a un paquete de 3.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) han sido centro de conflicto y debate en el marco de un naturalmente complejo arco político libanés.

Esto ha llevado a una crisis de estancamiento en la que la mayoría de los ciudadanos libaneses han perdido sus ahorros, la moneda local se ha devaluado groseramente y las instituciones públicas han enfrentado dificultades para funcionar adecuadamente.

En paralelo a la crisis económica, la República del Líbano ha experimentado un aumento en la salida de barcos de migrantes hacia Europa, especialmente hacia Chipre e Italia, según investigadores. Esta migración incluye tanto a sirios como a libaneses, lo que destaca la complejidad de la situación regional y la necesidad de abordar las causas subyacentes de la migración.

Posiblemente, el nuevo impulso de generosidad europea encuentre su raíz en la temática central abordada por von der Leyen durante su visita a Beirut, en la que discutió la importancia de un acuerdo de trabajo entre Líbano y Frontex, la agencia fronteriza de la UE, para abordar la migración y fortalecer la seguridad en la región.

Además, se exploraron posibilidades del apoyo europeo para facilitar el retorno de los refugiados sirios a su país, un dossier en el que la férrea oposición de EEUU es el principal obstáculo, como parte de la amplia agenda desestabilizadora de Washington, que busca socavar todo esfuerzo de Damasco en pos de la reconstrucción nacional.