Líbano renovó su Parlamento

La República Libanesa espera con ansias los resultados definitivos de las elecciones parlamentarias celebradas ayer en todo el país, marcadas por una baja participación del padrón en las urnas.

Los primeros resultados no oficiales colocarían como gran triunfador al Movimiento Hezbollah, que habría obtenido al menos 50 bancas en el parlamento, mientras que el Movimiento Futuro del primer ministro Saad Hariri sufrió pérdidas, según los resultados preliminares y extraoficiales publicados en medios libaneses.

A las 15:30 –hora Beirut- Hariri brindará una conferencia de prensa tras la exitosa y pacífica elección en el país. Más tarde, se espera que los resultados oficiales sean anunciados por el ministro del Interior, Nouhad Machnouk.

En caso de que los datos extraoficiales se confirmen, el movimiento Hezbollah y Amal incrementarían su presencia parlamentaria y su poder de negociación en el gobierno de coalición nacional del Líbano.

Cabe destacar que la elección de los 128 diputados del Parlamento libanés, los cuales el sistema de poder por comunidades religiosas distribuye equitativamente en dos conjuntos de 64 bancas representando a las comunidades islámica y cristiana del país.

Bajo los términos de la nueva ley, los votantes emitieron dos votos, uno para una lista de candidatos y otro para un solo candidato preferido, entre 77 listas en los 15 distritos en que fue dividido el país.

Mientras tanto, distintos datos de color aparecen en los medios, donde los resultados preliminares también indicarían que dos candidatos de una lista independiente, ambos periodistas, ganaron escaños en el parlamento, algo inédito en el país del cedro.

El tramite eleccionario

La poca convocatoria en los primeros comicios del país luego de 9 años tomó por sorpresa al Gobierno libanés. Si bien la jornada se ha desarrollado sin graves incidentes, en estas elecciones parlamentarias, la escasa participación del pueblo libanés en las urnas fue lo que más sorpresa generó. Cerca de 3,5 millones de ciudadanos fueron llamados a acudir a las urnas para elegir a 128 diputados.

Por sorpresa, sólo el 49% del padrón se presentó a votar, un 2% menos que las últimas elecciones de 2009, en donde gran parte del pueblo libanés quiso demostrar el descontento social. En el primer distrito de Beirut, el 32% de los votantes registrados emitieron su voto, un 9% menos que en 2009, siendo el más bajo de los últimos distritos seccionados.

Los encuestadores se sorprendieron al comenzar a surgir el número de votos increíblemente bajos, dado que se había estimado un aumento en la participación bajo un sistema de representación proporcional, en comparación con el sistema previo en el que el ganador toma todo, vigente en 2009. 

Al observar la baja presencia durante el seguimiento de los comicios, los líderes políticos de todos los sectores pidieron a sus seguidores que se dirigieran a los centros de votación, como el ministro de Asuntos Exteriores Gebran Bassil y el diputado Sami Gemayel.

El mismísimo presidente libanés, Michel Aoun, alentó  a los ciudadanos a que acudiesen a los colegios electorales: “Tras haber seguido el desarrollo del escrutinio desde esta mañana, me he quedado sorprendido por la poca participación. Reitero mi llamada: si deseáis el cambio y la instauración de una nueva manera de ejercer el poder, debéis ejercer nuestro derecho”.

Además, según el ministro del Interior libanés, Nuhad Machnuk, en una rueda de prensa transmitida por TV, se reveló que hubo más de siete mil quejas durante el proceso electoral, el cual no presentó “incidentes mayores”.

Tras el anuncio del ministro, se lanzaron fuegos artificiales en la capital libanesa y varios ciudadanos se reunieron en algunas plazas beirutíes para festejarlo. Los colores de los diferentes partidos políticos inundaron las calles libanesas luego de 9 años de ausencia electoral; sin embargo, parece ser que también el escepticismo político y la incertidumbre de la ciudadanía, fueron protagonistas de peso en estas elecciones.