Israel pretende extender la ocupación en Líbano pese a la presión internacional

A pocos días de la fecha límite para la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano, el régimen de ocupación busca aferrarse a varios puntos estratégicos del territorio libanés, en un claro intento de prolongar su control militar y desafiar la soberanía libanesa. Pese a la firme oposición de Beirut y la creciente presión internacional, Israel insiste en quedarse, respaldado por su cómplice habitual: Estados Unidos.

Según el canal israelí Kan TV, el primer ministro Benjamin Netanyahu rogó al expresidente estadounidense Donald Trump una nueva prórroga de la ocupación, utilizando la habitual excusa de la "seguridad". En paralelo, el ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, confirmó que el ejército sionista mantendrá cinco posiciones en el sur de Líbano, incluso después de la fecha límite, bajo el pretexto de que Beirut no ha desarmado a Hezbollah.

El gobierno libanés rechazó categóricamente cualquier intento de Israel de aferrarse al territorio ocupado. El presidente Joseph Aoun advirtió que el Estado libanés no aceptará ninguna violación del acuerdo y tomará las medidas necesarias para garantizar la liberación total de su suelo. En este sentido, Líbano ha intensificado sus contactos con Francia y la Unión Europea para exigir que Washington presione a su aliado israelí y garantice la retirada inmediata.

Israel sigue destruyendo el sur de Líbano

Lejos de retirarse, las fuerzas de ocupación continúan su campaña de destrucción sistemática en el sur de Líbano. En lugar de desmontar sus posiciones militares como preludio a la retirada, el ejército israelí sigue bombardeando y demoliendo aldeas enteras, con el objetivo de sembrar el terror y obstaculizar el regreso de la población desplazada.

Mientras el tiempo se agota, en Beirut crece la tensión ante la posibilidad de que Israel ignore el plazo y opte por una ocupación indefinida. Fuentes de seguridad libanesas advirtieron que si las tropas israelíes siguen en suelo libanés después del 18 de febrero, habrá una respuesta firme. La Resistencia libanesa, por su parte, observa de cerca la situación y podría tomar medidas decisivas en caso de que el enemigo persista en su desafío.