Incertidumbre política profundiza la crisis económica libanesa
La moneda libanesa volvió a caer frente al dólar cotizando a casi 9 mil liras en el mercado paralelo luego de la renuncia de Adib y el estancamiento en la formación del gabinete.
Líbano ha estado sin un gobierno formal durante 56 días y, desde la renuncia de Hassan Diab, la incertidumbre política que rodea al país del cedro profundiza aún más la crisis social y económica.
Este lunes, la moneda nacional continuó perdiendo su valor frente al dólar, a medida que las diferencias entre los partidos se incrementan e imposibilitan el acuerdo de una nueva hoja de ruta para que el país supere sus obstáculos.
El dólar cotiza alrededor de las 8700 en el mercado negro luego una reciente suba tras el anuncio del jefe del Banco Central, Riad Salameh, de una pronta eliminación de los subsidios al combustible, el trigo, las medicinas y una canasta de alrededor de 200 bienes de consumo básicos.
“Le informé al gobierno que no podrá utilizar la reserva obligatoria del Banco Central en monedas extranjeras para fines de subsidios. El subsidio de alimentos terminará en dos o tres meses”, aseguró.
Salameh enfatizó que la economía está sufriendo grandes problemas con la total ausencia de soluciones.
“El plan económico no se pone en práctica y no hay claridad sobre cómo lidiar con las consecuencias de detener el pago de la deuda, que dejó un gran impacto en la economía y el sector financiero. Si esta situación continúa, no habrá retorno al crecimiento y la revitalización económica”, agregó.
Además, la inflación sigue aumentando, alcanzando un 120 por ciento anual en agosto.
"La situación podría deteriorarse aún más y las tasas de inflación podrían dispararse aún más si el Banque du Liban deja de subsidiar la importación de bienes esenciales al tipo de cambio oficial", comunicó el reciente informe de Blom Bank, que mide la fortaleza del sector privado del país.
Mientras tanto, los líderes de Líbano no han logrado ningún progreso tangible para romper el estancamiento sobre la forma del nuevo gobierno, lo que se suma a la presión sobre la lira.
Asimismo, las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional sobre un rescate de más de 10 mil millones de dólares - que podría desencadenar nuevas promesas de inversión - dependen exclusivamente de la implementación de reformas, estancadas como el mismo gabinete.
La economía del Líbano se deterioró rápidamente desde que estallaron las protestas en octubre pasado, en un país con más de 94.000 millones de dólares de deuda pública a finales de julio.
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