Incendio en campo de refugiados golpea a cientos de sirios

El incendio del sábado por la noche arrasó las tiendas de campaña de unas 75 familias cerca de la ciudad de Bhanine, en la región de Miniyeh, en el norte de Líbano, dejando más de 370 sirios sin hogar.

El ejército libanés informó este lunes que, tras el siniestro, arrestó a ocho personas, “dos ciudadanos libaneses y seis sirios” y que el fuego comenzó “tras una disputa personal entre varios trabajadores". La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), informó que al menos cuatro personas fueron trasladadas al hospital con heridas.

La Defensa Civil libanesa trabajó para controlar el incendio mientras el ejército y la policía se desplegaron para restablecer la calma.Una fuente de seguridad dijo a la AFP que se escucharon disparos, diciendo que la pelea en el área de Bhanine se inició cuando los trabajadores sirios exigieron un salario que sus empleadores se negaron a pagar.

El investigador del Carnegie Middle East Center, Mohanad Hage Ali, aseguró a un medio local que el siniestro es un ejemplo de la desaparición del estado libanés en medio de una dura crisis financiera. 

“En el Líbano tenemos este debate general sobre la seguridad local. A medida que el estado colapsa, ocurrirán intentos de brindar seguridad a nivel local, a través de milicias locales o grupos familiares”, generando este tipo de conflictos.

Yahya Bikai, de 40 años, un empresario libanés vecino del campamento, espera que se pueda reconstruir el área para “dar refugio a los sirios que han perdido sus tiendas”. "El problema está terminado. Era una cuestión personal de dinero. No tiene nada que ver con los libaneses contra los sirios”, afirmó.

De hecho, varios testigos informaron que cuando el fuego comenzó a extenderse, libaneses y sirios fueron quienes, en conjunto, se apresuraron a ayudar a los que estaban en el campamento, trayendo agua y arena para combatir las llamas.

Sabiq Helew, sirio residente del campamento afectado, aseguró “los libaneses han sido muy buenos, pero la ONU necesita reconstruir este campamento”.

El Líbano alberga a más de un millón de refugiados, que se han visto golpeados por los propios problemas del país mediterráneo en los últimos meses, tras el aumento de las cifras de coronavirus y una crisis financiera cada vez más profunda.