Fondo Humanitario del Líbano otorga fondos a servicios médicos

La Coordinadora Humanitaria de las Naciones Unidas (ONU) para el Líbano, Najat Rochdi, anunció este lunes la asignación de 6 millones de dólares del Fondo Humanitario del Líbano (LHF) destinados a garantizar la continuación de los servicios de atención médica afectados por la actual crisis de combustible en el país.

La asignación de la agencia de la ONU tiene como objetivo facilitar el acceso al combustible para los proveedores de servicios de salud más críticos, incluidos 246 centros de atención primaria de salud, 554 salas de primeros auxilios y 65 hospitales, para que continúen operando durante los próximos tres meses.

Además, se financiará  un almacén central y lugares de distribución en los distintos distritos, utilizados para mantener la cadena de frío y el almacenamiento seguro de productos básicos para la salud, como vacunas y otros medicamentos sensibles a la temperatura. El combustible se distribuirá directamente a las instalaciones.

Rochdi aseguró que “la crisis en curso trajo más dificultades a las poblaciones vulnerables que ya han estado sufriendo las graves consecuencias de las crisis agravadas en el país”. “Con contribuciones generosas de los donantes y como complemento a la asignación, la LHF proporcionará apoyo humanitario excepcional en un plazo determinado para garantizar la continuación de los servicios de salud críticos en el país durante un máximo de tres meses”, destacó.

“Es un apoyo de emergencia puntual, que no se extenderá más allá de una duración máxima de tres meses. La responsabilidad de garantizar la prestación ininterrumpida de servicios básicos, incluida la atención médica y el suministro de agua, sigue siendo del Gobierno del Líbano”, dijo.

La financiación de la LHF forma parte del Plan de Respuesta de Emergencia 2021-2022 para el Líbano (ERP) de las Naciones Unidas, un plan humanitario con un límite de tiempo que tiene como objetivo abordar las necesidades humanitarias inmediatas de las poblaciones más vulnerables afectadas por la crisis en curso. Iniciado en 2014, el Fondo apoya la prestación estratégica de asistencia humanitaria oportuna, responsable y eficaz a las personas más pobres del país.

La ayuda se complementará con otros 4 millones del Fondo Central de Respuesta a Emergencias anunciados la semana pasada para apoyar los servicios de agua, otro sector que sufre escasez y golpea a gran parte de los libaneses.

Un informe publicado en julio por UNICEF advirtió que el 71 por ciento de la población podría quedarse sin agua. Con la poca electricidad estatal y los generadores funcionando solo unas pocas horas al día, la cantidad de áreas que informan un empeoramiento de la escasez de agua ha aumentado.

El 9 de julio, el establecimiento de agua del norte del Líbano anunció el estado de emergencia y comenzó un programa de racionamiento del recurso vital. En un comunicado, se refirieron a las condiciones económicas que atraviesa el país, entre ellas el “impacto negativo del gran aumento en los precios de los materiales, repuestos y derivados del petróleo, los cortes sin precedentes en el suministro eléctrico, y la escasez de diésel y gasolina”.