Banco Central libanés pone fin al subsidio de combustible
La institución monetaria informó este miércoles que otorgará una línea de crédito a los importadores de combustible a precio de mercado, poniendo fin a los subsidios al escaso recurso. Los precios ya se han disparado.
Banque du Liban (BDL) comunicó que a partir de hoy dejará de subsidiar la importación de combustible, y que ofrecería líneas de crédito para que dichas importaciones se basen en el precio de mercado de la libra libanesa.
La medida, anunciada a última hora del miércoles, significa que los precios del combustible subirán abruptamente: una emisora libanesa citó cifras que muestran el precio de la gasolina cuatro veces por encima del ya antiguo precio subsidiado.
La decisión se produce en medio de una crisis energética que ha sumido al país en horas de oscuridad, amenaza a hospitales y empresas con el cierre, y provocó enfrentamientos entre los consumidores y automovilistas que buscan combustible. La escasez se atribuye al contrabando, el acaparamiento y la incapacidad del gobierno, con problemas de liquidez, de asegurar las entregas que se importan.
Si bien la medida apunta a aliviar la paralizante escasez de suministro de combustible a medida que desaparezcan los incentivos para contrabandear y acumular combustible fuertemente subvencionado, es probable que aumente la tensión social en el país donde más del 50% de la población ha caído por debajo del umbral de pobreza.
El gobernador del BDL, Riad Salameh, respaldó la decisión e informó en una reunión del Consejo Supremo de Defensa que “el banco ya no puede seguir ofreciendo líneas de crédito y subvencionando las importaciones de combustible''.
Desde el inicio de la crisis, el Central había estado ayudando la importación de combustible utilizando sus reservas en dólares para financiar las importaciones de combustible a tipos de cambio oficiales muy por debajo de los tipos del mercado paralelo.
Desde entonces, las reservas del banco central se han hundido más de 40 mil millones de dólares. El subsidio al combustible cuesta alrededor de 3 mil millones al año.
En la mañana de este jueves, el presidente de Líbano, Michel Aoun, convocó a Salameh para dialogar sobre la decisión, según informó la Oficina Presidencial vía Twitter. Gebran Bassil, jefe del partido fundado por Aoun y yerno del presidente, calificó la medida como un paso repentino y unilateral que contraviene la decisión del gobierno de un levantamiento gradual de los subsidios, incluida una tarjeta de efectivo electrónica para los más pobres.
Por otro lado, el primer ministro interino libanés, Hassan Diab, también rechazó la medida del BDL y denunció la medida como “ilegal”. Diab, cuyo gobierno rara vez ha celebrado reuniones desde su dimisión hace un año, pidió una reunión de emergencia para este jueves, y solicitó al ministro de Finanzas que informara a Salameh sobre la ilegalidad de su decisión.
La mayoría de las estaciones de servicio cerraron este jueves porque aún no está claro cuánto subirá el precio de la gasolina y el diésel, mientras que algunos expertos dicen que el valor se quintuplicará.
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