Ascenso de oficiales enfrenta a Berri y Aoun

La creciente disputa entre Aoun y Berri sobre la firma del controvertido decreto que promovió a varios oficiales del ejército desde la época del presidente como jefe del ejército en la década de 1980 plantea serias dudas sobre si la fórmula para compartir el poder entre musulmanes y cristianos sigue siendo válido para el país.

Berri condenó en público un decreto firmado por el Presidente Aoun y el Premier Saad Hariri para ascender a oficiales militares que se encontraban en la Academia Militar, argumentando que el mismo viola el acuerdo de Ta’if y la necesidad de su firma para la validez del documento.

Ante los líderes de cada una de las agencias de seguridad nacional, Aoun sugirió a su auditorio que olvidara lo que escuchan en política, al tiempo que alabó la lealtad de los hombres hacia el Ejército. De esa manera, hizo referencia a las críticas emitidas por Berri.

Al respecto Hariri, destacó la necesidad de desactivar la disputa sobre el decreto de promoción de los oficiales, pues cualquier tensión política afectará al país en su conjunto. “No necesitamos ninguna tensión política interna, sobre todo en medio de los ataques de locura, guerras y sangre presentes en la región”, indicó el Premier.

Refiriéndose a la polémica expresó que hay puntos de vista legales y constitucionales sobre el decreto, y existen soluciones con la condición de que el problema se analice en su contexto correcto.

La orden de ascensión militar la aprobó el Gabinete de ministros, sin pasar por el Parlamento, un mecanismo constitucional del sistema político libanés, y una práctica común en regímenes presidencialistas. Aunque en Líbano, las decisiones que afectan el balance comunitario requieren de un consenso más amplio que incluye al Parlamento.

Sin una solución a la disputa del decreto de promoción de los oficiales a la vista –Aoun se niega a revocar el decreto según lo exigido por Berri y este último es inflexible en su rechazo- se teme que la brecha pueda hundir al país en un enfrentamiento político y confesional con las graves consecuencias que esto conllevaría para la frágil estabilidad del país y el funcionamiento de las instituciones estatales.

Algunos rumores apuntan que el expediente del sector de petróleo y gas se ubica en la base de las diferencias emergentes entre ambos políticos, y en particular, respecto del grupo que debe supervisar los ingresos del petróleo en la próxima etapa.

Un extenso número de parlamentarios dejó entrever por medio de declaraciones públicas que sólo el partido Lealtad a la Resistencia, brazo político de Hezbollah, tiene la legitimidad suficiente y necesaria frente a las partes para encontrar una solución a esta última crisis política entre Aoun y Berri.

Mientras que el foco se volcó sobre el supuesto beneficio a oficiales cristianos, esto es sólo una parte del efecto, ya que el decreto fortalece al grupo Aounista dentro de las FFFAA frente a los formados en la tradición chehabista de no intervención política y otros entrenados bajo el tutelaje sirio fomentando la integración regional.