Aoun, Hariri y la incertidumbre libanesa

Siete meses después de la designación de Saad Hariri como primer ministro libanés, el mandatario no logró conformar un Gabinete nacional que pueda responder a los conflictos que el país mediterráneo acarrea desde hace meses. La crisis económica y social se incrementa a medida que el sueño de la ayuda de los donantes occidentales, liderados por la ex potencia colonial Francia, comienza a desvanecerse tras la imposibilidad de la política libanesa de generar la confianza necesaria.

El presidente Michel Aoun y Hariri no ceden en sus posiciones conflictivas sobre la cuestión del gabinete, luego de un desacuerdo sobre la distribución de puestos clave en los ministerios Justicia e Interior. La última reunión de los dos líderes en el Palacio de Baabda el 22 de marzo no logró resolver sus diferencias sobre el tamaño y la composición del gobierno, y desde entonces no se han vuelto a reunir.

Este viernes, la disputa entre ambos políticos dio un paso más. En una carta dirigida al Parlamento libanés, Aoun culpó a Hariri por la crisis del gabinete y afirmó que no pudo formar un gobierno para rescatar al país. El mandatario pidió a los legisladores que discutan y adopten la "posición, medida o decisión adecuada al respecto en beneficio de las personas que esperan ansiosamente un nuevo gobierno". 

La carta de Aoun, leída en voz alta al parlamento el viernes, fue considerada por algunos legisladores como una declaración efectiva de que se tendrá que encontrar a alguien más para asumir el rol de primer ministro. Después de una sesión de dos días dedicada a leer y discutir la carta de Aoun, el sábado el Parlamento pidió a Hariri que siga adelante con sus intentos de formar rápidamente un nuevo gobierno, en rechazo al intento del presidente de revocar la designación del premier.

Luego de recibir el apoyo del Parlamento, Hariri habló con la prensa. “Durante siete meses, le han dado al primer ministro una tarea imposible: o se forma el gobierno como lo quiere el equipo político del presidente, personificando la voluntad de su excelencia y alegando que no tiene demandas, o no hay gobierno", aseguró. 

“Estamos ante un presidente que está ejerciendo un derecho constitucional al enviar una carta al Parlamento pidiéndole que lo discuta y tome lo que estime oportuno al respecto. Pero en realidad, les dice a los parlamentarios: ‘ustedes han nominado a un primer ministro al que no quiero y no le permitiré formar gobierno. Por favor, actúa para librarme de él’. Esta es la realidad”, añadió.

"No formaré un gobierno como el presidente quiere, ni ninguna otra facción política. Solo elegiré el tipo de gobierno necesario para detener el colapso y prevenir el gran desastre que amenaza a los libaneses", finalizó.

Por su parte, desde la posición política del presidente Aoun y sus partidos aliados, se señala como un importante factor en el conflicto y estancamiento sobre el nuevo gabinete, a la no menor influencia de las potencias occidentales (léase EEUU y la OTAN) y sus respectivas agendas en el ámbito local y regional, como los principales obstáculos para congeniar con las propuestas de Hariri y su partido, el Movimiento Futuro.

Por otro lado, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, pidió el lunes a los principales líderes que actúen rápidamente “antes de que sea demasiado tarde” para formar un gobierno de especialistas. Al declarar que la crisis de formación del gabinete era 100% interna y personal, Berri instó al presidente Michel Aoun y al primer ministro designado Saad Hariri a abandonar cualquier condición previa y eliminar los "obstáculos personales" que impiden la formación de un gobierno nacional cuyo único programa es salvar Líbano.

Berri, dirigiéndose a los libaneses en un discurso televisado en vísperas del "Día de la Resistencia y la Liberación", que marca la retirada de Israel del sur del Líbano en mayo de 2000, también advirtió que el Líbano enfrenta la amenaza de destrucción si la serie de múltiples crisis quedan sin soluciones rápidas.

Al respecto, la Coordinadora Especial Adjunta de la ONU para el Líbano, acompañó las palabras de Berri este martes, asegurando que “la demora en la formación de un gobierno competente orientado a la reforma en Beirut solo profundiza la crisis de múltiples capas” en el país.

Najat Rochdi, principal enviada de la Organización de las Naciones Unidas en el Líbano pronunció sus comentarios mientras participaba en una reunión virtual del Grupo Informal de Expertos sobre Mujeres, Paz y Seguridad del Consejo de Seguridad acerca de la situación social del país mediterráneo.

“El Líbano necesita un gobierno que sea competente, empoderado y representativo de su pueblo, naturalmente, y también con mujeres. Cuanto más tiempo pase Líbano sin gobierno, más profunda se volverá esta crisis”, advirtió Rochdi.