La reconstrucción de Irak empieza en Toledo

La pasión por el fútbol puede parecer exagerada para quienes consideran que, en realidad, el este deporte no es más que el «opio del pueblo». Pero resulta que hoy, en 2015, el Gobierno iraquí está intentando reconstruir un país devastado por los desastres generados por el terrorismo internacional y una de las primeras infraestructuras que levanta son estadios de fútbol.

En Bagdad y Al-Hilla, dos ciudades separadas por poco más de 100 kilómetros, el Ministerio de Juventud y Deporte iraquí ha planeado la construcción de dos templos del fútbol que darán cabida a unos 30.000 espectadores cada uno. El coste del Babil y el Al RusafaStadium rondará los 180 millones de euros y el concurso para construirlos lo ganó en 2011 Tripoli Arena, una empresa española, que a su vez contactó con Integralia para que esta desarrollara 12.000 toneladas de acero que conformarán la estructura de ambos estadios.

Integralia se ubica en Cabañas de la Sagra, provincia de Toledo, y comenzó a trabajar en el proyecto en 2013. Desde la empresa aseguran que la previsión es que los estadios estén finalizados el año que viene.

Por mar y tierra

Entre Cabañas de la Sagra y Bagdad hay casi 6.000 kilómetros. ¿Cómo se transporta el acero desde la meseta toledana hasta Irak? “La producción se realiza en Cabañas. Desde la ingeniería de diseño en 3D, pasando por su fabricación e incluso la pintura. Una vez finalizadas las estructuras, se envían a Irak, donde son montadas por personal de nuestra empresa desplazado expresamente para la obra”, explican los encargados de la obra.

El envío a Irak implica transportar el acero por mar hasta el puerto de Umm-Qasr(Basora, Irak) , y desde allí 600 kilómetros de carretera hasta la capital iraquí. Hace un par de meses, José María Iglesias Amarillo, jefe de obras, confesaba que la ruta ha tenido que cambiar: “Antes venían directamente de Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, y ahora deben cruzar por Irán”.