Américo Yunes: Argentino, Porteño, Pan-Árabe, Peronista y sufrido Hincha de Racing

ENTREVISTA▼

DSL: Don Américo, nos gustaría comenzar preguntándole sobre orígenes familiares…

Mis finados padres vinieron de Siria, su tierra natal. Eran de Safita. Mi padre, el Sheij Mualla Yunes, llegó en el año 1914 y mi madre, Sakine Ahmad Sleiman Zahda,  en 1930. En 1932 nací yo con mi nombre en arabe que es Abdul Karim y me siguieron mi hermano, Mohammad, que falleció en 1951 jovencito y mi hermana, Fatme, que falleció hace un año. Quedaron en Siria tíos y primos míos, que con los años conocí luego en mis viajes.

Empecé a trabajar a los ocho años e ingresé al Correo Central, a la Dirección de Colacionado en el año ‘46 a los 14 años. Era un trabajo que consistía, principalmente, en escribir a máquina; allí aprendí dactilografía, taquigrafía, y todo lo básico que se necesitaba para una dependencia pública de primer nivel en ese momento. Allí estuve hasta el año ‘52, en el que ingresé al Congreso de la Nación el 14 de septiembre de 1952, puntualmente al Senado. Ingresé por concurso, y allí nuevamente la tarea fue de tipo administrativo, aplicando los conocimientos adquiridos en mi primer trabajo pero a un nivel de jerarquía política superior que me llevó, durante todo mi paso por el Congreso, a estar acompañando la gestión de siete vicepresidentes de la Nación, que como todos sabemos en nuestro sistema cumple la función de presidente del Senado. Esto fue hasta el año ‘93.

Durante todo ese periplo laboral, a la vez, en paralelo se fue desarrollando siempre mi participación en la Colectividad, la cual me llevó a dirigir el histórico espacio radial Patria Árabe.

DSL: ¿Su participación institucional en la Colectividad?

Fui ingresando en lo que eran las instituciones, primeramente a través de la Asociación Pan Alauita Islámica de Beneficencia (APAIB), que estaba en su histórica sede de la calle Hidalgo 805 y hoy está allí en el barrio de Saavedra. Allí ingresé en la comisión directiva en el año ‘52 y su momento llegué a ser vicepresidente de la institución. Luego, participé también en la comisión de la Asociación Islámica Alauita de Beneficencia (AIAB), de José Ingenieros, en la que ingresé en el año '68 bajo la presidencia de Ale Stambuli, de la cual hasta el día de hoy, aunque sea de manera simbólica por mi actual estado de salud, también soy vicepresidente. Y siempre, entonces, de lo que son las tres instituciones de la comunidad, las mencionadas más la Unión Alauita de Beneficencia, siendo socio en todas ellas. A su vez, fui socio y partícipe en el Club Sirio Libanés Honor y Patria en 1960, que estaba bajo la presidencia Isa Dib.

También en el año ‘57 fui socio fundador de la Asociación del Cementerio Islámico, donde fui secretario. En el año ‘60 integré la comisión del Centro Islámico, donde también fui secretario, en su primera sede de la Av. Rivadavia, casa que luego pasó a ser sede, hasta hoy, de la Asociación Cultural Siria. Ya luego en los 70s participé, con el conjunto de fundadores, en los inicios de Fearab Argentina y Fearab América.

DSL: ¿Y Patria Árabe?

Siempre fue un gran amor la radio, yo era escucha del programa de Yauad Nader, Siria Inmortal, también de otro programa muy famoso de su época, Voz Árabe, de un libanés muy querido conocido bajo el seudónimo de Traboulsi Shik Shik Bey, y por otra parte recuerdo la que fuera la primera audición de una colectividad árabe a nivel mundial, llamada La Hora Sirio-Libanesa, fundada y dirigida en 1935 por Moisés Azize, casualmente el fundador del Diario Sirio Libanés. 

El 15 de junio de 1957 fundé Patria Árabe y a lo largo de todos esos años, siempre estuve dirigiendo la audición, la que dejé por decisión propia el 28 de diciembre de 2008; es decir, 51 años y medio y 13 de días de yapa, de emisión ininterrumpida. Por eso, el programa obtuvo el rotulo de “la decana en su tipo”.

El programa pasó por varias radios AM de alcance nacional y de primera línea, según las circunstancias y los años, entre ellas podemos mencionar por ejemplo: Radio Splendid, Excelsior, Belgrano, Mitre, El Mundo. Lo importante es que todas las semanas la Colectividad se podía informar, pensemos que hablamos de la época en que no había internet y la televisión era incipiente y las radios, así como los periódicos en papel, tenían un valor esencial para la comunicación social.

Los días de emisión también cambiaron, no solo fue el clásico y reconocido domingo al mediodía, también hubo emisiones de sábados, hubo épocas en las que había dos salidas semanales: martes y viernes por la noche. A su vez por las complicaciones a veces de conseguir el espacio en las radios tan solicitadas, había que reducir el tiempo de programa, llegando en algún momento a tener emisiones cortas de 14 minutos solamente (“buenas noches amigos...”, un disco, dos noticias, “cae el telón sobre otra emisión...”), porque más espacio no nos daban, y en otras épocas mejores, una duración de 2 horas, pero lo importante es que siempre mantuvimos la presencia radial de manera ininterrumpida durante esos 50 y pico de años. Siempre acompañado por el equipo técnico necesario en cada radio y el aporte de los locutores presentes, pero haciéndome cargo de la conducción, dirección y generación de contenidos, tanto informativos como artísticos y musicales.

El programa, como todo proyecto me llevó a vivir momentos ingratos y difíciles, pero que por otra parte me dio grandes alegrías y recuerdos como la presencia de pro hombres de la Colectividad, autoridades diplomáticas árabes, políticos argentinos, artistas y todo tipo de personalidades. Fue un programa que bregó siempre por la unidad y la hermandad árabe en general y sirio libanesa en particular, rescatando los altos valores culturales e históricos de nuestra herencia y sin perder de vista la actualidad informativa.

El trabajo que llevaba era realmente ciclópeo con la selección de temas musicales, la preparación de la ‘hoja de ruta’, la guía del programa que yo preparaba escrita a máquina religiosamente para cada emisión. Una actividad realmente absorbente pero gratificante claro. Ahí hacía gala de mis lauros como dactilógrafo, llegué a ser subcampeón mundial en dactilografía, con un rendimiento de 122 palabras por minuto, eso me ayudo para mi ingreso al Senado por ejemplo.

Otro gran esfuerzo por ejemplo era llevar adelante la organización y conducción del evento anual que organizaba Patria Árabe celebrando su aniversario, donde cada año circulaban las estrellas de la música y la canción árabe del país. Por ejemplo en el 50º Aniversario del programa en 2007, junte a todo lo mejor de la música árabe acá en la Argentina, Gharam Shiba, Haiat El Baba, Yousef Hamed, la orquesta de Mario Kirlis. Eso fue en el CSLBA en la sede de Triunvirato que estuvo con su capacidad realmente desbordada. Otras instituciones que prestaron sus instalaciones en su momento para otros aniversarios fueron la Asociación Yabrudense, la Asociación Akarense, todas siempre gozaban de la máxima participación de público hasta el límite de su capacidad. Eso muestra el afecto del público al programa, algo que he recibido siempre de parte de toda la Colectividad.

DSL: ¿Qué compañeros de generación tuvo?

Entre tantos queridos compañeros del camino, uno de ellos fue ese gran bohemio Brahim Husein, también su hermano Mahmud; sin duda también un querido amigo y pilar de la comunidad de Jose Ingenieros, Ale Stumbuli... con ellos hemos compartido muchas, muchas cosas.

DSL: Y volviendo a la radio… esta le permitió contactarse con personalidades importantes, ¿verdad?

Sin duda, al programa vino mucha gente, también representándolo conocí a muchas personalidades del Mundo Árabe, de la Colectividad y de la sociedad nacional también.

DSL: También, es conocido su perfil de  iniciador de la difusión de cine árabe en Argentina, ¿esto es así?

No tan así. El auténtico fundador e iniciador de esta práctica fue Don Elías Graieb, que ya en los años ‘40s llenaba la sala del cine Atalaya en Palermo Viejo, mi barrio, del que se destaca la histórica presencia de nuestra colectividad en cordial vecindad con la armenia y la helénica. Don Elías en un momento cesó su actividad.

Yo comencé llevando las películas al interior del país. Recuerdo algo asombroso que llegué a hacer una vez, estuve tres días seguidos dando vueltas con las películas a cuestas, haciendo una gira que incluía el primer día proyección en la ciudad de Villa María, Córdoba; el segundo día en Córdoba Capital y el tercer día en Rosario, Santa Fe. Llevaba las películas en una valija de 32kg. y en otra valija, con su respectiva carga también, mi equipaje personal y discos, etc. Entre micro, hotel y cines e instituciones, toda una aventura la verdad (risas). Con esta misma modalidad estuve en Santa Fe, Rosario, Tucumán, Salta, Jujuy, Mendoza y la Colectividad y amigos siempre estaban ávidos de recibir películas del Mundo Arabe.

Fue una muy linda experiencia la del cine árabe realmente, ya luego acá también en el Atalaya desde el año ‘70 hasta casi los 90s. Recuerdo que las alquilaba en Brasil a George Akel, una vez también traje películas desde Venezuela, o directamente desde Siria cuando podía. Buscaba la forma de ingeniármelas con los contactos internacionales para poder alimentar esa hermosa actividad.

Otra actividad que tuve fue también una revista “Amali” cuyo nombre surge de la conjunción de los nombres de dos de mis hijos Amal y Alí. Allá por los años 80s durante un tiempo pude avanzar con esa otra actividad cultural también muy gratificante.

DSL: Nos interesa incorporar su perfil porteño y futbolero… nos informamos de su amor por un club con colores muy argentinos, ¿puede ser?

Ufff… toda la vida he sido un fanático y sufrido hincha de Racing, club al que seguíamos siempre con un querido amigo fallecido hace muy poco, Dios lo tenga en la gloria, que fuera presidente y fundador de la Asociacion Akarense, el querido Dr. Yamil Cassis .

DSL: ¿Qué viajes realizó al Mundo Árabe?

Viajé a Siria siete veces, cuna de mis mayores,  también conocí Irak y Líbano, Jordania, Qatar, Kuwait y Arabia Saudita, donde tuve oportunidad dos veces en mi vida de hacer el Hayy, la peregrinación a la Meca, en el año ‘90 y en el 2002, cumpliendo con mis obligaciones religiosas, gracias a Dios.

El último viaje a Siria fue en la década del ‘90, donde pude entrevistarme con el presidente Hafez Al Asad, entre otros altos dignatarios que tuve el honor de conocer en mi vida, como el rey de Arabia Saudita, el emir de Kuwait; y cuando estuvo aquí en la Argentina también al Papa Juan Pablo II.

Otra gran personalidad, en este caso argentina, fue el general Perón a quien tuve el honor de ver personalmente dos veces en mi vida. Una fue en la Casa Rosada durante su segunda presidencia cuando yo estaba en el Congreso y la ultima en Madrid en el exilio. Yo soy peronista desde el 17 de octubre del ’45. Desde que surgió en la política nacional, él y esa gran mujer que fue Evita, mis convicciones me llevaron a seguir su doctrina y sus banderas de justicia social. A ella también puedo decir que tuve el honor de conocerla personalmente.  

DSL: ¿Y en ese último viaje en los 90s, como vio a Siria con respecto a las visitas anteriores?

Siempre en un tren de progreso y avance constante que se veía en cada viaje; servicios mejorando, intercomunicación, caminos y siempre en el clásico clima de convivencia y hermandad histórica de su sociedad.

DSL:  Con respecto al triste momento de hoy, que evidentemente se diferencia de lo que nos comenta, ¿cuál es su opinión?

Lo que le quieren hacer a Siria es una jugarreta política de lucha de intereses con el objetivo final de dividirla para lograr dominio en la región y apuntar principalmente a su socio y aliado regional más fuerte, que es Irán. Por supuesto, entra en esto el juego que han traído, desde afuera, de fomentar e inflamar la cuestión religiosa y sectaria, que es ajena a la auténtica realidad y sentimiento de la sociedad siria.

DSL: ¿Cuál sería su deseo para Siria hoy?

Me gustaría ver una Siria sin guerra, sin  violencia y con la tranquilidad y hermandad reinantes hasta hace poco, que te permitían, como yo he vivido en mis viajes, caminar por las calles de Damasco o cualquier ciudad siria con total tranquilidad, y la hospitalidad del pueblo sirio que era moneda común y muy conocida por todo aquel que viajaba allí.

DSL: Para finalizar y agradeciéndole Don Américo este gesto de recibirnos en su casa como si fuéramos de la familia queremos resaltarle el honor que es para nosotros poder transmitir algo de su trayectoria para nuestros lectores y a su vez como última pregunta pedirle su mensaje para la Colectividad

Ante todo un agradecimiento y cariño muy especial al Diario Sirio Libanés que decidió venir a entrevistarme en este momento un poco difícil de salud. Y para la Colectividad, el mensaje esencial es la unión, la hermandad árabe y sirio libanesa, no a la desunión y las diferencias sectarias que es algo que me genera mucho sufrimiento solo pensarlo; y sobre todo mucho amor a nuestra querida Argentina que tan bien recibió, con brazos abiertos, a nuestros padres y abuelos. Yo tengo una frase que resume un poco este pensamiento y que decía siempre al final de las fiestas aniversario del programa:

“Soy Argentino, Porteño de Palermo Viejo, Pan-Árabe, Peronista (de Perón) y sufrido Hincha de Racing.”