YouTube, Washington y el ciber-terrorismo

Varias cuentas del Estado sirio vinculadas a la difusión informativa en YouTube han sido suspendidas, mientras la batalla por Idleb se cierne entre las advertencias de Rusia de un inminente ataque químico de falsa bandera y los preparativos occidentales para ataques de represalia.

El sábado por la tarde, los canales pertenecientes a la Presidencia siria, el Ministerio de Defensa del país y el canal de la agencia siria de noticias SANA, en YouTube, mostraron un mensaje que decía: «Esta cuenta ha sido cancelada por infringir las Condiciones de Servicio de YouTube». Al momento el de Defensa y SANA permanecen bloqueados.

Aunque YouTube todavía tiene que emitir un comentario al respecto, parece que los canales sirios fueron desconectados el sábado por la mañana, justo cuando el general Joseph Dunford advirtió que el Pentágono se está preparando y manteniendo informado a Donald Trump sobre las "opciones militares" de represalias en caso "de que se utilicen armas químicas" en Siria.

Estados Unidos dejó muy en claro que está listo para atacar a Siria, si las armas químicas entran en juego en la operación del gobierno para limpiar el restante cantón del extremismo en Idleb. Moscú cree que los terroristas escondidos en Idleb intentarán organizar un ataque de bandera falsa para enmarcar a Damasco y justificar más ataques aéreos contra Siria; por ello advirtió a los Estados Unidos que no intensifique la situación en el país devastado por la guerra.

El sábado, el ejército ruso dijo que había obtenido datos "irrefutables" de que los grupos terroristas, incluido Al Nusra, y los infames Cascos Blancos, ya se habían reunido en la provincia de Idleb y planeado los escenarios finales para un ataque químico de falsa bandera en las ciudades de Jisr ash-Shugur, Saraqeb, Taftanaz y Sarmin.

Estados Unidos y sus aliados han subrayado repetidamente su disposición a atacar a Siria si se produce un ataque, ignorando todas las advertencias de Rusia. Recientemente a fines de agosto, las fuerzas estadounidenses desplegaron el misil destructor USS ‘Ross’ en el Mediterráneo y el USS ‘The Sullivans’ en el Golfo Pérsico. La preparación de las fuerzas militares estadounidenses fue condenada por Rusia, y su Ministerio de Defensa describió la maniobra como "la última evidencia de la intención de los EEUU" de aprovecharse de un ataque de falsa bandera.