Crisis del agua en Damasco
El terrorismo de Al Nusra (Al Qaeda) corta el suministro de agua a 5 millones de habitantes de Damasco. Catástrofe humanitaria en la capital siria, invisible para los medios corporativos y su habitual propaganda.
El 22 de diciembre, los extremistas alineados con Al Qaeda que dominan el valle de Wadi Barada, cerraron el principal suministro de agua con que cuenta la capital siria.
De allí en más, la ciudad y sus alrededores, con sus más de 5 millones de habitantes, han tenido que sobrevivir mediante la distribución de agua de emergencia por parte del gobierno sirio, la cual es apenas suficiente para beber, sin incluir lavados, duchas, ni producciones dependientes del agua.
Contexto
Este corte es parte de una mayor, y aparentemente coordinada, estrategia para privar a todas las áreas controladas por el Estado de los suministros básicos:
Hace dos días, DAESH (E.I.) cerró también el mayor sustento de agua para Alepo proveniente del Éufrates. A su vez, torres de media tensión eléctrica de líneas que alimentan la capital, fueron destruidas y, a diferencia de lo que venía sucediendo hasta ahora, no se permitió acceso a los equipos de reparación. También los suministros de gas a ciertas partes de la capital están cortados .
Una táctica similar fue usada por los terroristas sionistas de Haganah, cuando en 1947/48 envenenaron el agua y volaron los acueductos y oleoductos de alimentación de la ciudad palestina de Haifa.
Ubicación y antecedentes
Wadi Barada es un valle ribereño ubicado a unos 16 km. al noroeste de Damasco, en la cadena montañosa entre Líbano y Siria. La locación ha estado desde 2012 en manos de armados locales, y desde entonces ha estado rodeada por las fuerzas gubernamentales y sus aliados.
Dos manantiales de la zona proveen el agua para Damasco, la cual es tratada de forma local y luego bombeada a través de tuberías a la red urbana. Desde los tempranos años 90s, existe un conflicto de baja envergadura , relativo a la distribución del agua del río Barada sobre la siempre creciente capital siria.
La sequía de los últimos años ha intensificado los problemas. La agricultura local dependiente del rico valle, ha debido recortarse por falta de agua merced a la creciente demanda de la ciudad, pero muchas familias del valle se han mudado a la ciudad o tienen parientes viviendo allí.
Los armados locales han mantenido el agua corriendo a la ciudad, desde 2012. Pero eso ha cambiado recientemente.
Luego que el sector este de la ciudad de Alepo fuera liberado por las tropas leales sirias, los rebeldes locales y habitantes del valle del río Barada estaban dispuestos a reconciliarse con el gobierno sirio. Pero los takfiríes fanáticos de Al Qaeda no estuvieron de acuerdo y tomaron el control. El área está desde entonces bajo control total de Al Qaeda y por ende fuera del acuerdo reciente de cese de hostilidades.
El 22 de diciembre el suministro de agua a Damasco fue de pronto contaminado con diesel y por ende, no consumible. Un día después las tropas del Ejército Árabe Sirio (EAS) comenzaron una operación para recuperar el área y reconstituir el suministro de agua.
Fotos y videos en medios sociales (inaccesibles desde entonces pero que vi cuando aparecieron), mostraron la instalación de tratamiento de agua minada de explosivos. El 27 de diciembre la instalación fue volada y destruida parcialmente.
Automáticamente, nuevas operaciones organizadas de medios “civiles”, conformadas por supuestos habitantes locales, se dedicaron a difundir desinformación a los medios “occidentales”.
Fuentes de desinformación
“Hay 100 mil civiles bajo cerco en Wadi Barada!” … en realidad toda el área alguna vez tuvo, de acuerdo al último censo de épocas de paz, cerca de 20 mil habitantes. La organización de propaganda White Helmets, también dice ahora estar presente en el área. “El gobierno ha bombardeado la instalación de tratamiento de agua”, proclaman los grupos de propaganda.
Esto es, primero no plausible, y segundo, inconsistente con las imágenes de la instalación destruida. Estas muestran el colapso de los principales soportes del techo y ningún impacto de metralla. Una bomba ingresando por el techo y explotando, hubiera seguramente dejado hoyos por todas partes. El daño, a mi juicio, ocurrió motivado por explosiones controladas y bien diseñadas en el interior de la instalación.
Algunos “insurgentes” postearon imágenes de sí mismos orgullosamente parados dentro de la planta destruida y haciendo el gesto de victoria sobre los escombros.
Y existen aún más publicaciones de apoyo (a la destrucción) por parte de los armados en los medios sociales. Entonces, ¿Por qué lo hacen si dicen ser víctimas de un daño del que culpan al gobierno?
ONU preocupada
El 29 de diciembre, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, publicó una alarma sobre la crisis de agua:
La ONU está alarmada pues 4 millones de habitantes de Damasco y alrededores han sido cortados del suministro básico de agua desde el 22 de diciembre. Dos fuentes principales de agua potable, Wadi Barada y Ain Al Fijeh, que proveen agua limpia y segura para el 70% de la población dentro y alrededor de Damasco, no están funcionando, debido al deliberado ataque resultante en la destrucción de la infraestructura.
Uno de los dos manantiales, Ain Al Fijeh, ha sido recuperado ya por el Ejército sirio, y 1300 civiles de la vecina ciudad homónima, han sido transportados a áreas bajo control gubernamental por la Media Luna Roja Siria.
El otro manantial, y su planta de tratamiento de agua, aún están en manos de los fanáticos. El gobierno ha dicho que necesitará cerca de diez días para reparar el sistema luego que el EAS haya ganado control de las instalaciones, lo cual aún llevará algo de tiempo.
Agentes de desinformación masiva
Los medios occidentales no han tomado nota de la crisis del agua que afecta a Damasco, y sus coberturas informativas parecen estarla evitando deliberadamente. Una búsqueda en el Washington Post orece una nota original del 30 de diciembre sobre las negociaciones de cese al fuego. El sexto párrafo dice:
Ataques aéreos golpearon pueblos en manos opositoras y localidades en el estratégico Valle Barada a las afueras de Damasco, dijeron activistas, empujando a los rebeldes a amenazar con la renuncia a sus obligaciones para con la tregua a nivel nacional apadrinada por Rusia y Turquía la semana pasada.
Luego siguen otros 16 párrafos sobre otros temas, para solo al final de la nota, aportar esta (des)información:
El Valle de Barada es la fuente principal de agua para la capital y sus alrededores. El ataque del gobierno ha coincidido con una fuerte falta de agua en Damasco desde el 22 de diciembre. Imágenes del Centro de Medios del valle indican que el manantial de Ain Al Fijeh y la planta de tratamiento de agua han sido destruidos por ataques aéreos. El gobierno dice que los rebeldes contaminaron la fuente de agua con diesel, forzándolo a cortar el suministro a la capital.
El 29 de diciembre una nota por la principal propagandista anti-Siria del Washington Post, Liz Sly, no mencionó para nada la crisis del agua de Barada.
El New York Times enlaza notas de Reuters sobre la alarma de la ONU ante la crisis del agua. Pero no encuentro nada en sus propios reportes que mencione el tema. Una nota del 31 de diciembre se refiere brevemente en el final, a ataques en Wadi Barada por parte del gobierno.
Buscando el tema en The Guardian, solo aparece una nota de hoy que es una mezcla de reportes de agencias. El titulo reza “Cientos de sirios huyen mientras las fuerzas de Asad bombardean a los rebeldes del valle Barada”. La propia nota dice que los civiles huyen hacia el lado del gobierno. En ella, la operación británica del Observatorio Sirio (MI-6), confirma que Al Qaeda gobierna el área, lo cual “organizaciones de la sociedad civil en terreno” niegan.
Solo el último de los 12 párrafos de la nota menciona a la capital del país, coincidiendo casi exactamente con el sexto párrafo de la nota del W. Post, arriba transcrito.
El Valle de Barada es la fuente principal de agua para la capital y sus alrededores. El ataque del gobierno ha coincidido con una fuerte falta de agua en Damasco desde el 22 de diciembre. El gobierno dice que los rebeldes contaminaron la fuente de agua con diesel, forzándolo a cortar el suministro a la capital.
Perspectiva
Seguramente muy poca gente “huyendo” (hacia el lado del gobierno) “mientras las fuerzas de Assad bombardean”, son mucho más importantes que 5 millones de habitantes de Damasco sin acceso al agua. También parece poco importante que la planta potabilizadora haya sido destruida.
Todos los periódicos mencionados aquí, han estado extremadamente preocupados sobre cualquier daño a algún agente de propaganda que dijera estar en el área este de Alepo bajo control rebelde. Pero ahora no muestran ninguna preocupación por 5 millones de sirios en Damasco que han estado sin agua durante 10 días y seguramente así continuaran por el resto del mes.
(*) Nota en inglés publicada el 2 de enero de 2017, en este enlace .
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