Coalición internacional atacó al ejército sirio en Deir Ezzor

Cazas de la coalición internacional liderada por EEUU bombardearon durante la noche del domingo posiciones del Ejército Árabe Sirio (EAS) y las milicias iraquíes Unidades de Movilización Popular (PMU) que combaten al terrorismo de DAESH en la provincia de Deir Ezzor, al este del país.

"Aviones de la coalición internacional atacaron una de las posiciones del EAS en el asentamiento de Al-Hari, al sureste de Bukamal, lo que causó la muerte a varios militares e hirió a otros", informó la agencia siria SANA citando fuentes militares.

Según dichos reportes, el ataque habría causado la muerte a 40 soldados y dejó otros 30 heridos, 22 de los caidos y 2 de los heridos serían de las PMU, mientras que el resto son uniformados sirios.

La coalición ha estado atacando posiciones militares sirias en un intento desesperado de levantar la caída moral de las organizaciones terroristas debido a los logros de las fuerzas sirias.

En una declaración publicada por los medios iraquíes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak, Ahmad Mahjoub, expresó la denuncia y el rechazo por parte de la diplomacia de Bagdad de los ataques aéreos contra las fuerzas posicionadas en las áreas de lucha contra DAESH, ya sea en Irak o Siria o en cualquier otro lugar.

Mahjoub dijo que apuntar a los combatientes que están luchando contra DAESH, independientemente de sus etiquetas o las posiciones de sus enfrentamientos, es un apoyo para la organización extremista fanática y la ayudará a expandir y reorganizar sus filas nuevamente.

Por su parte, desde Damasco los informes de campo de las fuerzas leales sirias confirman que Washington proporciona a la organización DAESH varios tipos de apoyo para evitar su colapso y seguirlo sosteniendo como excusa para mantener la ilegal presencia de sus fuerzas en el territorio sirio y robar los recursos económicos en la región oriental a través de sus agentes kurdos y sus mercenarios de grupos terroristas.

Desde que se formó ilegalmente en 2014 con el pretexto de combatir el terrorismo, la coalición liderada por Estados Unidos ha estado realizando ataques aéreos contra lo que dice son objetivos DAESH sin ninguna autorización del gobierno sirio o un mandato de las Naciones Unidas y cometiendo docenas de masacres en las provincias de Raqqa, Hasaka y Deir Ezzor.

La coalición internacional realizó el ataque tres días después de que las unidades del EAS liberaran de la presencia de células de DAESH, una zona de 2000 kilómetros cuadrados en el desierto sur provincial.

Según las autoridades sirias, esta agresión se produce en cumplimiento de las advertencias del Departamento de Defensa de EEUU a Damasco de que responderá con medidas firmes y apropiadas todo intento de avance de las fuerzas sirias en la zona sur del país (Deraa, Quneitra, Sweida), donde el Gobierno prepara una ofensiva anti-terrorista contra Al Nusra, DAESH y FSA.

A su vez, Siria no descarta la posibilidad que este ataque se haya realizado para cubrir el traslado de terroristas de la base de Al Tanf, hacia las zonas desérticas de Homs y Deir Ezzor, para abrir nuevos frentes contra el EAS y sus aliados, retrasando así cualquier avance leal en el frente sur.

También este ataque se da en momentos en que el enviado especial de ONU para Siria, Staffan de Mistura, se encuentra en consultas con los garantes de Astana y la oposición siria para reactivar el proceso político, cuyo capitulo inmediato es el de la revisión constitucional.

Por su parte, el portavoz de Comando Central de EEUU, mayor Josh Jacques, dijo a Reuters que "ningún miembro de la coalición encabezada por Estados Unidos llevó a cabo ataques cerca de Bukamal". En consonancia, el vocero del Departamento de Defensa estadounidense, Adrian Rankine-Galloway, también negó la participación de la coalición en el ataque.